Trabajo decente y Crecimiento económico

Eliminar el hambre y la desnutrición es uno de los mayores desafíos de nuestra época. Las consecuencias de la desnutrición no solo son la mala alimentación, sino también, la mala salud. Por otro lado, ralentizan el progreso en muchas otras áreas del desarrollo, como la educación y el empleo.


Según un estudio de la Oxfam, hasta 11 personas en el mundo pueden morir de hambre y desnutrición cada minuto. Esta tasa supera la tasa de mortalidad de la actual pandemia de COVID-19, que es de 7 personas por minuto.


La pandemia del COVID-19 podría duplicar la cifra de hambre severa y sumar unos 1’3 millones de personas con riesgo a padecerla. Al mismo tiempo, es necesario llevar a cabo un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial si queremos alimentar a más de 8’2 millones de personas que padecen hambre.


El número de personas que padecen hambre ha disminuido en 300 millones. Aunque, todavía, queda mucho trabajo por hacer, y ninguna organización puede trabajar sola para lograr la abolición del hambre.


Si queremos ver un mundo sin hambre en 2030, los gobiernos, los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado deben cooperar para invertir, innovar y crear soluciones reales.


1. Agenda 2030

2. Informes oxfam

3. Organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura (FAO)

4. Ministerio de derechos sociales, gobierno de España.



Lucia Pérez Buzón

Patricia Doblas Jiménez

2º Bachillerato