El oído es el órgano que se ocupa de la audición.
El oído solo puede discernir una banda de sonidos entre 20 Hz (graves) y 20.000 Hz (agudos). Pero el oído humano es principalmente sensible a sonidos entre 1000 Hz y 4000 Hz.
Esta es la parte completa de nuestro oído accesible manualmente. Así, incluye el pabellón auditivo, el conducto auditivo externo y se detiene en el tímpano.
El pabellón es la parte directamente visible del oído externo. Está compuesto íntegramente por cartílago y amplifica y dirige los sonidos por difracción. Los pabellones también permiten detectar un sonido en el espacio.
El canal del oído externo es un tubo de unos 25 milímetros de largo. Actúa como un amplificador al permitir que una onda se refleje en sus paredes, cuyo diámetro disminuye a medida que uno se acerca al tímpano.
Esta es la parte que incluye el tímpano y la estructura directamente detrás de él, que estña formada principalmente por tres huesos diferentes: el martillo, el yunque y el estribo.
El propósito principal del oído medio es transmitir la onda al oído interno, atenuándola si es demasiado grande.
El oído interno está formado por la cóclea o caracol, tres canales semicirculares que forman el órgano del equilibrio y el nervio auditivo.
Este oído tiene dos funciones principales:
Mantener el equilibrio: no tiene ningún papel en la audición, pero puede dañarse con ruidos demasiado fuertes.
La transformación de ondas sonoras en señales eléctricas que pueden ser analizadas por el cerebro. Esto es posible gracias al órgano de Corti, ubicado en la cóclea.