El juicio oral
Si se juzgara a Lázaro hoy en día, se le realizaría un juicio oral: una vez abierto el proceso penal y habiendo sido comprobado por el magistrado del caso que hay un sospechoso de haber cometido un delito, tendría derecho a un abogado defensor que velaría en todo momento por sus intereses y por demostrar su inocencia pidiendo su absolución, o, en todo caso, una pena menor.
El fiscal, la acusación, tendría que aportar las pruebas que justifiquen la pena que va a pedir.
Finalmente, el jurado sería el que establezca el veredicto: la culpabilidad o inocencia del acusado para que el juez magistrado dicte sentencia.
Ya sabemos en qué consiste un juicio oral.
A continuación deberemos conocer los hechos que rodean el caso que nos ocupa antes de emitir un juicio.
Será necesario oír la voz del protagonista, Lázaro; escucharemos de sus propios labios el relato de su vida.
Prestemos atención a cada una de sus palabras a partir de la larga carta que escribió a 'vuestra merced': Lazarillo de Tormes.
Prestaremos mucha atención porque no tenemos que olvidar que vamos a tener que representar cualquier papel como acusado, abogado defensor, fiscal o testigo.
juez, fiscal, abogado defensor, testigo, acusado o jurado.
Todos seremos, por tanto, responsables del resultado.