EDAD ANTIGUA
La Edad Antigua es un período de la historia que incluye desde la invención de la escritura, hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. Durante este tiempo, se desarrollaron grandes civilizaciones como Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, y se construyeron grandes estructuras como acueductos, calzadas, puentes y edificios de piedra. Se caracterizó por el fin de la prehistoria y el inicio de la historia, y por los avances en la agricultura, la política, la religión, la filosofía y la cultura, así como por la formación de ciudades-estado y el comercio.
En este período podemos destacar la Edad de Bronce y la Edad de Hierro:
EDAD DEL BRONCE
La Edad del Bronce, la cual abarca del 3300 a.C. al 1200 a.C., se caracteriza por el uso del bronce, que revolucionó la fabricación de herramientas y armas. Este periodo marcó el nacimiento de civilizaciones complejas, como las ciudades-estado en Mesopotamia y Grecia, con estructuras sociales jerárquicas y sistemas de gobierno más organizados.
El comercio se extendió gracias a rutas que conectaban diferentes regiones, y la religión desempeñó un papel central, influyendo en la arquitectura y en la vida cotidiana. La escritura comenzó a utilizarse para registrar mitos y actividades comerciales.
El arte y la arquitectura avanzaron con la creación de esculturas y templos. Sin embargo, a finales de este periodo, muchas civilizaciones tuvieron crisis que llevaron a la Edad del Hierro, donde el hierro se convirtió en el material predominante. En resumen, la Edad del Bronce fue fundamental en el desarrollo de la tecnología, la organización social y el comercio, sentando las bases para futuras civilizaciones.
EDAD DEL HIERRO
La Edad del Hierro es el periodo histórico que sigue a la Edad del Bronce, desde el 1200 a.C. hasta el 600 a.C. Se caracteriza por el uso del hierro, lo que permitió la fabricación de herramientas y armas. Este avance mejoró la agricultura y favoreció el crecimiento de la población.
Las sociedades se volvieron más complejas, dando lugar a grandes imperios, como el Asirio y el Persa, y a ciudades que se convirtieron en centros de poder y comercio. La religión continuó siendo importante, y la escritura se utilizó para documentar leyes y comercio.
El arte y la metalurgia también avanzaron, mostrando la riqueza de la época. La Edad del Hierro apoyó las bases para el nacimiento de civilizaciones, como Grecia y Roma, que influirían en la historia posterior de la humanidad.