"Una mañana, tras despertar de un sueño intranquilo, Gregor Samsa se vio en su cama transformado en un monstruoso bicho."
Así comienza La metamorfosis, de Franz Kafka.
Es probable que para ti, lectora o lector de nuestra época, tras años de novelas, películas o series que narran transformaciones de lo más inverosímil, el argumento de La metamorfosis ―Gregor Samsa, un viajante de comercio se despierta un día transformado en un horrible bicho― no te resulte demasiado sorprendente.
Imagen: Giulia Ghigini
Hace algo más de 100 años, cuando Kafka publica esta breve narración, sí lo era. De hecho, supuso una vuelta de tuerca en la historia de la literatura, aunque en ese momento ―como suele pasar― casi nadie lo advirtiera.
Kafka traspasa la línea del realismo ―y lo hace utilizando una técnica realista― para mostrar el absurdo que nos acecha en lo cotidiano y la angustia que eso provoca. Desde que Gregor se despierta y advierte su transformación todas las acciones cotidianas ingresan en el campo de lo absurdo: su miedo a llegar tarde al trabajo, a perder el tren, sus preocupaciones financieras. Todo pierde su sentido.
Había nacido la novela contemporánea.
Después de leer en clase La Metamorfosis, responde a estas preguntas: