Bartleby, el escribiente.

La alienación del ser humano en el mundo moderno

A mediados del siglo XIX, en Londres, un joven Karl Marx escribe “todo lo sólido se desvanece en el aire”, tras percibir a su alrededor una transformación económica y una reorganización social que más adelante recibirá el nombre de "modernidad" (Marshall Berman, 1982). En esa misma época, Charles Baudelaire se pasea por las calles de París, con las manos en los bolsillos, contemplando —y describiendo posteriormente en Les fleurs du mal— la vida de la ciudad moderna. El mundo ha cambiado y la literatura lo refleja. Así lo percibe también Herman Melville cuando publica en 1853 el relato Bartleby, el escribiente.

Ilustración: Javier Zabala

Bartleby, el escribiente. es una historia sobre la alienación del ser humano en ese marco laboral que percibe Marx y que se consolida a mediados del siglo XIX. Su autor, Herman Melville, que ha pasado a la historia de la literatura por su obra Moby Dick nació en Nueva York en 1819. La historia se desarrolla en Wall Street, el lugar que posteriormente se convertirá en el centro del capitalismo financiero mundial.

En este nuevo marco laboral, los asalariados, como Bartleby, son parte de una maquinaria industrial y comercial cuya verdadera magnitud excede sus pequeñas oficinas. Comienza un proceso de deshumanización del trabajador que culminará a comienzos del siglo XX con la aparición del fordismo.

En ese mundo Bartleby no encuentra su lugar, se siente perdido, alienado. Para este escribiente el trabajo resulta absurdo, carente de sentido.