Al ser la intervención que va a captar la atención primeramente, suele ser conveniente hacerla con un tono de teatralización, puesto que será más fácil que el jurado siga el hilo argumental en el que queremos introducirlos.
Aunque hay diversas formas de estructurar una introducción, vamos a ver cuál sería una de ellas. Las partes de la intervención serían las siguientes:
Exordio inicial: parte del exordio del discurso clásico, siendo la primera parte de éste y la que se centra en captar la atención. Normalmente se utilizará una historia que, por medio de la metáfora, nos haga entender la línea argumental de nuestro equipo. Su duración no debe ser de más de 30-40 segundos para no perder la atención del oyente.
Saludos y presentación del equipo: el orador presentará a su equipo y se presentará a sí mismo. Además, lo hará saludando primeramente al jurado, al público asistente y a los miembros del equipo contrario.
Contextualización del tema: en esta parte se suele comenzar a hablar de la pregunta del debate, usando recursos como definiciones, preguntas retóricas, etc. para ir situando al oyente en la posición en la que queremos que esté.
Enumeración de los argumentos: daremos nuestros tres argumentos, acompañándolos únicamente de un breve comentario, pero sin dar excesiva información sobre aquello que vamos a contar. Lo importante aquí es que la estructura del que va a ser nuestro discurso quede clara.
Cierre: lo ideal es acabar recopilando de nuevo el "título" de nuestros tres argumentos y retomando la historia inicial, de forma que nos quede un discurso que empieza y acaba con lo mismo.