Una pequeña de largos cabellos y con una sonrisa reluciente vivía en las afueras de la ciudad de Texas. Le encantaban las flores y ayudaba a los demás en cada uno de sus problemas. Su flor favorita era la rosa, pero no quería una rosa cualquiera…
Ella quería la rosa perfecta, hasta que un día, paseando por las calles de la ciudad, en un callejón oscuro, entró en una pequeña tienda abandonada. Al pasar sonaba una campanita y en su interior había flores de todos los tipos y colores. Observó una rosa que brillaba como una estrella. Era preciosa. La flor empezó a moverse sin parar. La cúpula de cristal en la que se encontraba la flor cayó al suelo, dejando pedazos por todas partes. De repente, el Guardián salió de la rosa, atrapando a la niña y encerrándola de por vida en su rosa perfecta.
Daniela Morato Ureña 1ºB
PRIMER PREMIO
NOCHE EN EL PSIQUIÁTRICO
Algo me despertó en medio de la noche. Afiné mis sentido para saber qué era eso tan raro que sonaba tras la ventana.
Voces, eran voces que venían del otro lado de la ventana. Me levanté cuidadosamente, mis pasos fueron tan silenciosos como la muerte.
Al llegar a la ventana, escuché que las voces me llamaban a gritos y con voz temblorosa.
¡Plaff! Estampé mi cabeza y mis manos contra el cristal de la habitación del psicólogo mientras los médicos retrocedían lentamente y asustados.
Andrea Ortega Huanca
SEGUNDO PREMIO
Todo sucedió una noche solitaria, entre truenos, relámpagos y una lluvia que parecía no tener fin.
Conducía mi coche cuando un relámpago iluminó toda la carretera y vislumbré una silueta a lo lejos. A continuación, el coche se paró, todo quedó a oscuras. Me quedé aterrorizada y sin saber qué hacer. Sin explicación alguna, algo empezó a golpear la puerta y a susurrar mi nombre.
De repente desperté en mi cama con el sonido de un trueno.
Natalia Arroyo Fronteira
1ºA
Aquel día fue inolvidable. 03:30 de la mañana en el hotel ”EL CLAVO”. Estaba descansado después de un largo camino. Me encontraba bastante cansado y tenía muchas ojeras. Cargué el móvil con la maleta preparada para irme mañana. Justo cerré los ojos y... un grito escalofriante escuché al lado de mi habitación. No le di importancia pero vi la sangre entrando por la rejilla de abajo de mi puerta. El reloj marcó las 03:33 de la mañana y escuché: ”la cena ya está servida, abre”.En ese momento no sabía qué hacer,pero abrí. Salí por la puerta de emergencia. Vi un hombre enmascarado corriendo detrás de mí. Intentó acuchillarme con una navaja afilada, pero falló. Después de la cacería,me resbalé con la sangre. A la vuelta me encontré con siete cadáveres quemados. El mío sería el siguiente.
Francisco Costo Redondo
1ºB
Vivo en una casa con mis padres y mi abuela.
Faltaban dos días para mi cumpleaños cuando, esa mañana, mi abuela falleció. Mi madre rápidamente nos llamó para que fuéramos a su velatorio.
Cuando iba a darme una ducha para prepararme, noté un escalofrío. Estaba frente al espejo, y de repente , vi a mi abuela detrás de mí. Yo me asusté pues había muerto diez minutos antes. Ella notó mi miedo “Tranquilo”-dijo- “ Solo he venido a despedirme”. Noté cómo mi cuerpo se paralizó, pero pensé que podría ser fruto del dolor que sentía.
El día de mi cumpleaños, cuando todos ya estaban sentados en la mesa, escuché cómo tocaban la puerta. Nadie más lo escuchó. Fui a abrir y allí estaba mi abuela que me abrazó y me dijo: “Feliz cumpleaños. Te querré siempre. Ahora si puedo descansar en paz”.
Carolina Telo Martín 2ºC
Estaba tiritando, los dientes me chasqueaban y un horrible sudor frío me recorría todo el cuerpo. Creía que era por el viento que hacía en la calle, pero de repente sentí cómo los ojos de alguien se me clavaban en la espalda. Intenté llegar a mi casa corriendo, pero consiguió alcanzarme; mi pulso se aceleró y la respiración se me paró de golpe.
Carla Merchán Plaza 3ºB
Sonó esa escalofriante canción otra vez. Era la misma que sonó años atrás. Era la canción de mi muerte. Había un viento tremendo y aún podía ver las llamas de fuego de la que un día fue mi casa. También podía sentir la tortura de mi cuerpo quemándose y reduciéndose a cenizas, atrapadas en un dolor y silencio eternos.
Laura Domínguez Jorge 3ºC
Eran las tres de la mañana y ella se levantó con los pelos de punta. Al levantarse se escuchó un pequeño ruido que provenía de debajo de su cama, ¿hay alguien ahí? nadie contestó. Ella fue a mirar debajo de su cama... Fue mala idea, ya que no la volvieron a ver más.
Irene Carrasco 1ºC