Diagnosticar consiste en examinar una cosa, un hecho o una situación para realizar un análisis o para buscar una solución a sus problemas o dificultades. En este caso se trata de analizar las actitudes, perspectivas y comportamiento de toda la Comunidad Educativa respecto a la igualdad de Género, pero este diagnóstico va más allá , se analizan también los espacios del centro, programaciones y resto de documentos institucionales, además de una observación exhaustiva del comportamiento del alumnado, tanto en los periodos lectivos como durante el tiempo de recreo, prestando especial atención al tipo de juegos predominantes, por sexos … En definitiva, comprende un estudio exhaustivo del contexto en el que se va a aplicar este Plan de Igualdad con el objeto de conocer la realidad actual y a partir de ahí, plantearnos una serie de metas y objetivos a alcanzar y diseñar las estrategias pertinentes para su consecución.
Comenzamos esta tarea destacando nuestra situación especial y con ello, nos referimos a las características de nuestro Centro, al tratarse de un Centro incompleto donde las variables a observar se reducen considerablemente respecto a centros más grandes, con más personal y alumnado. Centrándonos en el Equipo Directivo, éste lo forma una sola persona, la Directora.
El Consejo Escolar está compuesto por tres personas, dos de ellas mujeres y un hombre. El AMPA lo forman el presidente, que es un hombre, y la tesorera, una mujer.
Respecto al número de alumnos del centro contamos con un total de 14 alumnos. De ellos, 9 niños y 5 niñas.
Si nos fijamos en los rótulos del centro, el análisis es sencillo, no hay rótulos escritos. En el caso de los baños, están indicados mediante pictogramas.
En la observación de la práctica de juego en los periodos de descanso, los alumnos no muestran un sesgo sexista, debido, en parte, al reducido número de alumnos. Todos y todas juegan con todos y todas.
En cuanto al análisis de la Comunidad Educativa, se facilitaron diversos cuestionarios ¨Google form¨ a través de la Plataforma Rayuela tanto al personal docente como a las familias (padres y madres). Además, todo el alumnado realizó también un cuestionario ESCRITO adaptado a su nivel. En el caso de educación infantil, se utilizaron encuestas informales en la asamblea.
Tras el volcado de datos se sacaron las siguientes conclusiones:
De los Cuestionarios a familias se deduce que todos los encuestados y encuestadas abogan por la igualdad, educan a sus hijos e hijas sin diferencias por razón de sexo aunque de las respuestas se desprende que un 27,3% no establece en el hogar un reparto igualitario de tareas. Al hablar de provocación de conflictos, la mayoría considera que no influye el sexo como detonante de los mismos, aunque un 18,2% sí señala a los chicos en este aspecto.
El 100% de las familias encuestadas cree que no vivimos en una sociedad donde haya igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y les parece correcto que en nuestro centro se lleve a cabo una educación en la que se inculquen los mismos derechos y obligaciones independientemente del sexo ya que el 60% aproximadamente no recibió la educación adecuada de su madre y padre para convivir con personas de distinto sexo de forma igualitaria y sin discriminación.
Especialmente significativa es la respuesta respecto al modelo de mujer que se traslada en los medios de comunicación, donde de manera general consideran que se impone un estereotipo de moda y belleza que afecta a la autoestima de la mujer, principalmente.
Los cuestionarios del Personal docente revelan que la relación entre el alumnado es generalmente buena, sin que influya el sexo y no existiendo estereotipos de género en el centro, donde se utiliza, generalmente, un lenguage igualitario y un mismo trato hacia alumnos y alumnas.
Se observa que los agrupamientos voluntarios entre el alumnado se hacen por criterio de amistad y no por razón de género.
Las maestras y maestros encuestados no creen que haya diferencias de aprendizaje entre chicos y chicas en las diferentes materias y no describen situaciones relevantes donde los detonantes sean cuestión de género.
Tras analizar los libros de texto no encuentran contenidos discriminatorios y no igualitarios y existe paridad en cuanto a la presencia de la mujer en los mismos.
En cuanto a la formación de los docentes, el 80% no ha recibido formación y el 50% no la considera necesaria, aunque un 16.7% ha participado en proyectos de coeducación.
La mayoría considera que la igualdad se trabaja de manera generalizada en las actividades de la programación y se añaden actividades coeducativas en las distintas celebraciones pedagógicas a lo largo del curso. En el caso de que se tuviera alumnado perteneciente al colectivo LGTBI, una amplia mayoría de docentes aprovecharía la dinámica de la clase para educar en valores, actuando individualmente o colectivamente en cualquier situación en la que dicho alumno o alumna pudiera sentirse discriminado/a.
En cuanto a la implicación en el seguimiento de los alumnos se percibe una clara diferencia entre los progenitores, siendo las madres las que realizan mayoritariamente el seguimiento escolar de sus hijos y las que suelen asistir a las reuniones convocadas con el tutor o tutora.
CUESTIONARIOS DE LOS ALUMNOS
ALUMNOS/AS DE EDUCACIÓN INFANTIL y 1º ED. PRIMARIA
El grupo de Ed. Infantil y 1º de Ed. Primaria lo componen un total de 7 alumnos/as, formado por 5 niños y 2 niñas.
Una vez pasado el cuestionario a todos/as nuestros/as alumnos/as sacamos las siguientes conclusiones:
El mayor porcentaje de nuestros alumnos/as opinan que los trabajos que pueden desempeñar las mujeres son: planchar, cocinar, coser, barrer. Y los trabajos más propios de hombres son: albañil, bombero y hacer muebles.
En cuanto a la realización de las tareas de casa en las cuales pueden colaborar los niños y las niñas, el 100 % de los encuestados opinan que los niños pueden colaborar en la tarea de arreglar un enchufe y en la de cambiar una bombona de butano. En cambio, las tareas más propias de las niñas son: fregar el suelo, lavar los platos, planchar y hacer la compra. Los trabajos que tienen mitad de opiniones son: barrer y hacer la comida.
Con respecto a los juegos el 100 % opina que los juegos con camiones y trenes son para niños. En cambio, hacer las comiditas y jugar con muñecas son más propios de las niñas. El resto de actividades tienen división de opiniones pues pueden jugar indistintamente tanto los niños como las niñas.
En lo relativo a los disfraces en los niños predomina el disfraz de mago, mientras que en las niñas el de hada y el de bruja.
Si fuesen personajes de cuentos a los niños les gustaría ser: es al gato con botas, Peter pan, Batman. En cambio, a las niñas les gustaría ser Blancanieves y Frozen.
En cuanto a los adjetivos que a los niños les gustaría que sus amigos les dijesen serían: fuerte, valiente, bueno. Y a las niñas les gustaría que les dijesen que son cariñosas, fuertes y atrevidas.
ALUMNOS/AS DE EDUCACIÓN PRIMARIA (2º, 4º Y 6º)
El grupo de Ed. Primaria lo componen un total de 7 alumnos/as, formado por 4 niños y 3 niñas.
El 90 % de los encuestados opina que todos los trabajos pueden ser ejercidos tanto por hombres como por mujeres. Así como, la colaboración por parte de los niños y de las niñas en dichas tareas de la casa.
El 90 % de los niños/as opinan que todos y todas pueden jugar a todos los juegos, señalando que no hay juegos diferenciados de niños, ni de niñas.
La gran mayoría elegiría el disfraz de mago para disfrazarse, así mismo, también lo elegirían como el personaje de cuento que les gustaría ser.
En cuanto a los adjetivos que les gustaría que sus amigos les dijesen, un alto porcentaje opinan que: bueno/a, amable, cariñoso/a, valiente, tranquilo/a, fuerte, atrevido/a.
Como conclusión a este análisis debemos considerar que la adquisición de valores, actitudes y normas ha de comenzar desde los primeros años, sentándose las primeras bases que faciliten un desarrollo más completo en edades posteriores. Para ello es imprescindible la colaboración entre la escuela y la familia. De nada sirve que en la escuela se eduque en determinados valores si en la familia se muestran ejemplos y modelos contrarios. De ahí que la intervención educativa también haya de extenderse a la familia.
Debemos tener presente que el tratamiento de la educación para la igualdad de oportunidades entre ambos sexos en el aula requiere de un planteamiento vinculado a la actividad cotidiana y al contexto próximo del alumnado. El profesorado debe ser modelo y ejemplo y se ha de contar con la colaboración de los padres. Es imprescindible la reflexión sobre nuestras actitudes y actuaciones habituales dentro del aula, de manera que aflore el currículo oculto que, con cierta frecuencia, subyace a la actividad en el aula. En la actualidad aún perviven diferencias de trato entre niños y niñas que pueden ser discriminatorias. Debemos pues planificar de forma explícita el modo en el que abordamos desde el entorno educativo dichas diferencias para progresar hacia la igualdad y erradicar la discriminación. Esta tarea debe iniciarse de forma temprana, desde la educación infantil.