Pastoral

Lunes 29/03 Invito a Jesús Amigo a mi casa

Pregunta: Los amigos de Jesús, lo invitan a su casa. Podemos charlar sobre cómo es un amigo. ¿Cómo preparo mi casa para que venga Jesús?

Propuesta:

Opción 1: Dibujo un corazón y escribo cómo está: emociones, qué tengo que limpiar, de qué charlar con él, qué le mostraría, qué le prestaría, a qué jugaría con Él, qué comeremos.

Opción 2: Es escribirle una carta a Jesús, solo o con ayuda, invitándolo a mi casa, para que le den ganas de venir. Podemos poner una imagen de Jesús en el aula, o en casa, tratando de que no sea un Jesús en la cruz y dejar ahí la carta o el corazón.

Oración: Pedirle que venga a visitarme a mi y a mi familia, porque nos llena de alegría cuando está con nosotros. Darle gracias por aceptar mi invitación.

Martes 30/03 Hacemos el altar.

Pregunta.

¿Qué puedo preparar para recibir a Jesús?

Pensamos en cómo nos preparamos para los momentos importantes.

Propuesta.

Él va a vivir los días más importantes de su vida y queremos acompañarlo. Vivir juntos este tiempo. Expresamos el deseo interior de vivir con Jesús, haciendo en familia, un altar. Este altar nos acompañará, en nuestras casas, el resto de los días.

Oración.

Damos gracias por la oportunidad de vivir este tiempo con Jesús.

Miércoles 31/03

Pregunta.

Hoy es un ejercicio de oración, Jesús es mi amigo y me habla. En un diálogo, la escucha es mutua. ¿Qué me dice Jesús hoy?

Propuesta.

Jesús vino a mi corazón, le gustó lo que le preparé y está muy contento. Ahora quiere hablarme pero para eso tengo que hacer silencio y escuchar.

Podemos buscar una lectura cortita que hable del amor, puede ser una cita como: “No hay mayor amor que dar la vida por los amigos” o similar.

Se puede hacer que cierren los ojos y se pongan una mano en el oído y otra en el corazón mientras se lee la Palabra. En unos minutos hacer silencio y escuchar, cada uno la puede repetir o anotar. Jesús quiere que sepamos cuánto nos ama.

Oración.

Respondo a eso que Jesús me dice. Puede responder cada uno en voz alta. Por ej.: yo también te quiero Jesús. En casa, cada uno, por un ratito tratamos de bajar los ruidos, el volumen de la tele, la música, la radio y junto a la familia leemos la Palabra. Pedimos para que todos los días podamos escucharlo, para que en nuestra familia no haya gritos, peleas, portazos, ruidos fuertes que no nos dejen escuchar a nuestro amigo.