En las grandes ciudades de México, el tráfico diario provoca pérdida de tiempo, estrés y un impacto negativo en la salud y la calidad de vida.

Las ciudades inteligentes usan tecnología y datos para resolver problemas urbanos, apoyar el medio ambiente y mejorar la eficiencia, sostenibilidad y calidad de vida.

México necesita tecnología que funcione en lo cotidiano: semáforos que se ajusten al tráfico real, sistemas de transporte integrados y sensores que alerten sobre fugas o contaminación al instante.

La inteligencia artificial generativa puede impulsar la innovación, la productividad y el cambio social en sectores como el público, la educación y la salud en la Unión Europea. Un informe reciente destaca sus beneficios, pero también advierte sobre riesgos como ciberseguridad, desinformación, sesgos, privacidad e impacto ambiental, además de ofrecer una visión de su potencial transformador.

En Zaragoza se busca transformar el ahorro energético de edificios públicos en una fuente de financiamiento mediante Certificados de Ahorro Energético, que convierten la energía no consumida en un activo negociable.

La luz artificial nocturna altera a las aves diurnas: en zonas muy iluminadas extienden su canto hasta una hora más de lo natural, según un estudio en Science.

El Manual de calles: diseño vial para ciudades mexicanas es una guía oficial para el diseño y gestión de proyectos viales urbanos. Promueve que funcionarios, ingenieros, urbanistas y ciudadanos adopten un enfoque que priorice el transporte eficiente de personas y mercancías por encima del tránsito de automóviles.

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