Inspirado en el proyecto “Yo sé resolver ecuaciones” de Alejandro Gallardo, en el que sus alumnos debían demostrarle que sabían resolver ecuaciones, se nos ocurrió “Yo sé resolver problemas con ecuaciones”.

Ante las dificultades que tienen los alumnos para plantear problemas de la vida real con ecuaciones, resolverlos y decidir si la solución tiene sentido en el contexto del problema, pensamos que a los alumnos les podría ayudar explicarse los problemas los unos a los otros.

Con esto en mente, decidimos acabar pidiendo a los alumnos que se grabaran explicando un problema, pero el problema no debía de ser de los realizados en clase. Somos conscientes de que en internet se pueden encontrar multitud de problemas ya resueltos, pero consideramos que, si el alumno es capaz de explicar su resolución sin que haya lugar a dudas, lo tiene que haber entendido y ha habido aprendizaje (que es lo que queremos).

Planteamos este proyecto como algo voluntario, con posibilidad de una subida de nota. Graduamos los problemas por tipo y les asignamos niveles de dificultad:

Debemos aclarar que en nuestro colegio seguimos el sistema del Programa de los Años Intermedios (PAI) del Bachillerato Internacional, en donde se evalúa matemáticas con cuatro criterios sobre ocho puntos cada uno:

A) Conocimiento y comprensión

B) Investigación de patrones

C) Comunicación

D) Aplicación de las matemáticas en contextos de la vida real

La subida de nota sería en el Criterio D, los alumnos optaban a una subida de nota de 1 punto si su problema era de nivel 1 o 2 y de 2 puntos si era de nivel 3 o 4.

Para asegurarnos de que los alumnos no se enfrentaran a resolver el mismo problema, compartimos un documento de Google con todos los alumnos de la promoción en el que debían “reservar” su problema a resolver. Primero tenían que comprobar que el problema elegido no estaba en la lista y luego escribir su nombre junto al enunciado.

Nosotros los revisábamos y tras nuestro "visto bueno" podían grabar su resolución.

El formato del vídeo era libre, no pusimos restricciones y algunos se fueron a más de 20 minutos de duración. No era necesario (y hasta desaconsejado) salir en el vídeo, pero sí tenía que escucharse la voz de los alumnos explicando mientras resolvían el problema.

En el vídeo debía de resolverse el problema usando ecuaciones lineales y explicar con detalle todo el proceso:

Los vídeos nos los debían adjuntar a una tarea de Google Classroom y, tras su revisión, los alumnos recibían una subida de nota.

Tras la revisión de los vídeos, aquellos que estaban bien explicados con todo el proceso y sin errores, se incorporaron a un Google Sites creado para dar difusión a los productos del proyecto en el que se pueden ver los enunciados de los problemas con su resolución en video. Los vídeos están clasificados por tipo (números, edades, velocidades y ritmo de trabajo o grifos).

La intención es tener un banco de problemas, resueltos y explicados por alumnos, y que vaya aumentando con las incorporaciones de los vídeos elaborados por los alumnos año a año.

En algunos casos, la explicación fue tan buena que consideramos que el alumno también se merecía una subida de nota en el criterio C.

Marina me confesó que su madre se emocionó cuando le enseñó mi mensaje.