La iglesita y convento de San Damián se encuentran muy cerca de Asís, en un hermoso lugar rodeado de cipreses y olivares, donde muere la pendiente del monte Subasio. 

Se encontraba en la ermita desde mediados del siglo XII el crucifijo románico-bizantino pintado sobre madera. 

Francisco frecuentaba esta iglesita para orar  cuando cambió su vida en el año 1206. Él escuchó cómo le habló este Cristo de San Damián y le invitó a reparar su Iglesia.

Sn Francisco, lo entendió al pie de la letra y se puso a reconstruir esta ermita que estaba en ruinas.