REFUGIO GRAEFF

TREKKING AUTOGUIADO

Desde plataforma 1600 se puede realizar un trekking auto guiado que te llevara a la plataforma 1700, donde podras observar el historico Refugio Graef, la escultura en homenaje a los pioneros y ademas hermosas vistas de la cordillera.

El recorrido tiene una distancia de aproximadamente 3 km y tiene una dificultad media.

HISTORIA

EL RFUGIO GRAEFF

La práctica del esquí en el Cerro Chapelco comenzó en los años 40, coincidentemente con la llegada a San Martín de los Andes de Don Federico Graeff, alemán de nacimiento pero con 30 años de residencia en Argentina.

Don Federico era un gran entusiasta del esquí, por lo que buscó la ladera de una montaña que le permitiera disfrutar de su deporte favorito en la nieve. En aquel entonces no existía camino alguno para llegar a Chapelco. Menos aún se disponía de medios de elevación, pistas o refugio para descansar. Sólo había naturaleza en la montaña.

Estimulados por el entusiasmo de Don Federico, los amantes del montañismo comenzaron a trepar la montaña a pie, muchas veces con la nieve que les llegaba a la cintura. Hacían algunos descensos y largas subidas entre el bosque hasta que, finalmente, regresaban al pueblo esquiando hasta donde lo permitía la nieve.

Estos “pioneros del esquí en Chapelco” decidieron entonces construir un refugio en plena montaña, con el fin de pernoctar allí y poder aprovechar durante más días el esfuerzo de esa gran subida a pie. Entre ese grupo de pioneros se encontraba Don Américo Astete, uno de los participantes más entusiastas de la convocatoria a participar de esta nueva actividad.

El refugio se ejecutó durante el verano de 1948, comunitariamente “a pulmón”, con la madera del bosque aledaño y los elementos que se subían en cada una de las ascensiones del equipo de voluntarios esquiadores.

Uno de los carpinteros fue Niedermayer, quien entre otras cosas, realizó la hazaña de subir desde el pueblo hasta el refugio una salamandra Istilart sobre sus espaldas. Esa fue la única fuente de calor que tuvo el refugio durante muchos años. Con esfuerzo y pasión se fue armando este pequeño pero protegido rincón de la historia del esquí en San Martín de los Andes.

Primero se construyó un solo ambiente donde se ubicaron una veintena de cuchetas para albergar a los grupos que comenzaban a acompañar a aquellos entusiastas precursores.

En pleno invierno el refugio desaparecía bajo la nieve lo que provocaba que más de una vez los montañistas no pudieran localizarlo. Para solucionarlo se instaló un mástil con una pala atada en lo alto. De esa forma se lo ubicaba y se podía palear hasta dar con el acceso.

Posteriormente agregaron otro ambiente con una galería cerrada, sobre la que construyeron una alta torre. Este agregado, se convirtió en un emblema del refugio, brindando una imagen original a la pequeña construcción. La torre permitía accesos a diferentes niveles y escalerillas interiores, por la que se ingresaba según la altura de la nieve.

Se le dio el nombre de Refugio Graeff en honor a Don Federico. Su imagen pequeñita, sus maderas austeras y artesanales, y su inconfundible torre dan cuenta de esa historia cargada de recuerdos, anécdotas y esfuerzos compartidos, que allí vivieron los precursores quienes lograron convertir esa actividad recreativa en la identidad de una nueva cultura de montaña, ​consolidarla como pilar fundamental del desarrollo económico de la ciudad y expandir​la como práctica deportiva que vinculó a San Martín de los Andes con el mundo.


Para mantener esa historia viva y compartirla con las nuevas generaciones de montañeses, en 2021 Chapelco Ski Resort dio el puntapié inicial para homenajear y reconocer la vida y trayectoria de todos los pioneros que iniciaron la actividad del esquí en San Martín de los Andes y aportaron al desarrollo del turismo y los deportes de montaña, eligiendo las laderas del Cerro Chapelco para sembrar la semilla de lo que luego sería el centro de esquí.

El homenaje se centró en la figura de Don Américo Astete, quien hoy tiene 98 años y es​ la​ historia viva de Chapelco. Pero en ​su figura ​se encuentran representadas todas las familias pioneras.

Chapelco instaló una escultura de Américo Astete como custodio de la historia de Chapelco. Fue ​ideada por el artista argentino ​Miguel Angel Villalba y realizada junto a su hijo Jerónimo en su taller @artevillalbaesculturas​. Tiene estructura de acero, está realizada en resina poliéster y cuarzo molido. La figura se encuentra sentada sobre una de las sillas de la histórica Silla Doble, uno de los primeros medios de elevación de Chapelco.​

Este homenaje de Chapelco a los pioneros se da de manera conjunta con las obras de restauración del histórico Refugio Graef realizadas por el Club Lácar de San Martín de los Andes para restituir su valor histórico y donde a partir de ahora se podrán impulsar más actividades para las nuevas generaciones de montañeses.