La succión digital es uno de los hábitos orales más frecuentes que se encuentran en la infancia.
Tanto el hábito de chuparse el dedo como la succión del chupete generan una gran polémica entre los especialistas en rehabilitación oral.
La succión digital es al principio, un reflejo que con el tiempo pasa a ser un estímulo aprendido y condicionado. Cambiar o eliminarlo es una tarea difícil. El resultado de la intervención dependerá de factores como la edad, el tiempo que persiste el hábito, las causas de la persistencia y la motivación del paciente al cambio.
Cuando esta conducta se mantiene hasta los tres años de edad, presenta menos alteraciones esqueléticas y malformaciones que en edades posteriores, ya que solo afectará a la zona anterior de la oclusión. En cambio, cuando persiste después de esta edad, suele producir deformaciones significativas en la oclusión y consecuentemente pueden aparecer los siguientes trastornos esqueléticos:
- Mordida abierta
- Paladar Ojival
- Proyección del maxilar superior
- Mordida clase II
Para empezar el tratamiento y posteriormente poder solucionar el problema, lo más importante será determinar si la causa de este hábito está asociada a un factor de placer o emocional.
Si hay un factor emocional, se dará un enfoque psicológico para solucionar el problema y, posteriormente terapia de logopedia y tratamiento ortodóncico.
Si no hubiera una causa emocional, se dará un enfoque ortodóncico, junto con tratamiento de logopedia (terapia miofuncional).
Las posibilidades terapéuticas serían:
Tratamiento para modificar la conducta: reforzamiento diferencial, técnicas aversivas (sustancias líquidas de sabor desagradable impregnadas en los dedos de los niños, apósito en los dedos, uso de guantes...).
Dispositivo ortodóncico.
Terapia Miofuncional: Procedimientos y técnicas para reeducar el patrón muscular inadecuado existente en algunos pacientes con hábito de succión digital.
Además, existen diversos hábitos de succión de los dedos. Algunos niños introducen cuatro dedos en la boca y otros solo el índice o el meñique. Estos tipos de succión no provocan tantas alteraciones en la cavidad oral como la succión del pulgar, sin embargo, ensanchan la lengua. Pueden ocasionar deglución con interposición lingual (deglución atípica) y sigmatismo (dislalia del sonido S).
En estos casos, la dificultad en la rehabilitación de la deglución atípica se centra en la generalización de la posición en reposo de los labios, y la lengua, que suelen ser las causas de la recaída.
Siempre que se intenta eliminar el hábito de succión, el niño tiene que estar preparado y necesita sentirse seguro para par no sufrir mayores conflictos.
La edad adecuada para abandonar este hábito depende de cada niño y del momento emocional en que se encuentre. Las situaciones nuevas, como el inicio del colegio, la llegada de un hermano o la pérdida de una mascota, no serían un buen momento para este tipo de cambios, ya que pueden generar cierto grado de estrés, En general, hay un consenso de no actuar antes de los cuatro años de edad, pero tampoco se debe demorar el tratamiento. Es importante intentar normalizar la oclusión antes del recambio dentario completo, para evitar el aumento de las anomalías.
A continuación, expongo algunos materiales que pueden ayudar al tratamiento conductual, pero siempre hay que consultar al especialista para concluir que método puede ser el más favorecedor.