Testimonios
Algunas de estas personas eran niños en aquel tiempo. Ahora, recuerdan lo mal que lo pasaron durante su trayecto por la carretera de Málaga a Almería.
“Los bombardeos se hacían cada vez más continuos, aquello se estaba poniendo imposible y cada vez se aproximaban más. Así que mis padres pensaron que debíamos irnos a Almería”. Ángeles Vázquez León.
“Los bombardeos se hacían cada vez más continuos, aquello se estaba poniendo imposible y cada vez se aproximaban más. Así que mis padres pensaron que debíamos irnos a Almería”. Ángeles Vázquez León.
“La gente no sabía qué distancia había [unos 220 kilómetros], y hay quien creía que después de Almería venía Francia. Simplemente, era el camino que estaba libre”. Encarnación Barranquero.
“La gente no sabía qué distancia había [unos 220 kilómetros], y hay quien creía que después de Almería venía Francia. Simplemente, era el camino que estaba libre”. Encarnación Barranquero.
"La oleada de gente no cesó durante toda la noche, susurrando y gimiendo como si fuera el viento a través de los árboles". Sir Peter Chalmers-Mitchell (intelectual y aristócrata escocés que fue testigo directo de los hechos).
"La oleada de gente no cesó durante toda la noche, susurrando y gimiendo como si fuera el viento a través de los árboles". Sir Peter Chalmers-Mitchell (intelectual y aristócrata escocés que fue testigo directo de los hechos).
"Eso era la desesperación más grande, eso no se te podrá olvidar jamás en la vida, eso no se te puede olvidar nunca. La carretera era todo eso: aviones por arriba y barcos por abajo, y eso era cañonazo para arriba, cañonazo para abajo, niños llorando, madres llorando, viejecitos abandonados. Mi hermano tenía cuatro años y la mayor ocho. La mayor se perdió y el más chico también, y el que llevaba mi madre, no se acuerda ni donde lo enterró". Ana Escudero.
"Eso era la desesperación más grande, eso no se te podrá olvidar jamás en la vida, eso no se te puede olvidar nunca. La carretera era todo eso: aviones por arriba y barcos por abajo, y eso era cañonazo para arriba, cañonazo para abajo, niños llorando, madres llorando, viejecitos abandonados. Mi hermano tenía cuatro años y la mayor ocho. La mayor se perdió y el más chico también, y el que llevaba mi madre, no se acuerda ni donde lo enterró". Ana Escudero.
"Mi padre llevaba a mi hermana, a la más chica, en los hombros siempre porque mi hermana no podía correr, ésta agarrada a un lado de mamá, y la otra agarrada del otro lado de mamá, de las faldas de mi madre, y sin comida, y sin agua. Las cañas de azúcar las más buenas que yo he comido en mi vida, porque como era tanta hambre... ¡Las cañas dulces nos las comíamos!". Isabel y María Reyes.
"Mi padre llevaba a mi hermana, a la más chica, en los hombros siempre porque mi hermana no podía correr, ésta agarrada a un lado de mamá, y la otra agarrada del otro lado de mamá, de las faldas de mi madre, y sin comida, y sin agua. Las cañas de azúcar las más buenas que yo he comido en mi vida, porque como era tanta hambre... ¡Las cañas dulces nos las comíamos!". Isabel y María Reyes.
“No he venido a España a derramar sangre, sino a darla”. Norman Bethune (médico canadiense que documentó para la Historia la masacre de La Desbandá).
“No he venido a España a derramar sangre, sino a darla”. Norman Bethune (médico canadiense que documentó para la Historia la masacre de La Desbandá).
*IMÁGENES extraídas de diversos medios de comunicación, la mayoría cedidas por fondos documentales de titularidad pública.
*Debido a la complejidad de las cuestiones tratadas, se recomienda que el alumnado consulte estos recursos bajo la supervisión de sus profesores.
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