La campaña del lazo blanco nace en Canadá. El 6 de diciembre de 1989, en una Escuela Politécnica de Ingeniería en Montreal fueron asesinadas 14 adolescentes por el hecho de cursar una carrera destinada a hombres. El asesino, al grito de ‘¡feministas!’, entró en la facultad y las mató. A partir de esa fecha un grupo de hombres canadienses pensó que tenían la responsabilidad de implicarse, e implicar a otros hombres, en hacer algo para que cosas así no sucediesen más, y había que dejar de permanecer en silencio. La campaña se lanzó en 1991 en Toronto. Y en 1999 varias asociaciones de hombres y mujeres se propusieron desarrollar la campaña del lazo blanco en varios países de la Unión Europea.
De modo que llevar el lazo blanco significa aceptar el compromiso personal de no cometer, permitir, ni silenciar la violencia contra las mujeres.