Construir conocimientos y desarrollar hábitos, actitudes y valores necesarios para generar acciones orientadas al mejoramiento personal y a la transformación del entorno y de la sociedad.
Fomentar el emprendimiento en niños, jóvenes y adultos es importante para promover su autonomía y superación ante la vida. Los beneficios de esta práctica son múltiples: se desarrollan la creatividad, la asertividad, la confianza y el pensamiento positivo.
Es la capacidad que poseen las personas para generar cambios, para innovar, probar cosas nuevas o hacerlas de manera diferente, ser creativos y flexibles, generar redes de apoyo, buscar solución creativas a las dificultades y sobre todo buscar la calidad y excelencia.