Los conflictos son desacuerdos entre dos o más personas a causa de intereses encontrados o diferentes.
¿Por qué es importante regular nuestras emociones para llevar procesos de negociación más efectivos que nos ayuden a solucionar nuestros conflictos?
La asertividad nos da herramientas para expresarnos y que la otra persona sepa cuáles son nuestros intereses, nuestras necesidades y nuestro punto de vista y así poder encontrar una comunicación efectiva que nos lleve a encontrar soluciones a los conflictos.
Salir de la dinámica de 'ceder o imponerse' nos ayuda a reconocer que hay múltiples opciones para resolver un conflicto y llegar a acuerdos que nos beneficien a todos por igual.
Cuando nos centramos en los intereses y no en las posiciones podemos encontrar alternativas para construir acuerdos de beneficio mutuo.
Después de usar la creatividad para generar múltiples opciones, escogemos qué alternativas satisfacen mejor las emociones de las partes involucradas.
La mediación es una intervención de una tercera persona para manejar un conflicto: un mediador. Este ayuda a que las partes se comuniquen y piensen en posibles acuerdos.
El rol del mediador no es dirigir, no es proponer, no es solucionar, es ayudar a que las partes resuelvan su problema comunicándose de manera efectiva.