Electra

El mito de Electra cuenta la historia de la hija de Agamenón, rey de Micenas e hijo del rey Atreo, y su esposa, la reina Clitemnestra, hermana de Helena de Troya. Agamenón y Clitemnestra tenían además otro hijo más joven, Orestes, y una hija, Ifigenia; que fue sacrificada por su propio padre a cambio de protección en su camino hacia Troya, según cuenta Homero en la Ilíada.

Cuenta la leyenda que tras la huida de Helena con Paris, Agamenón se embarcó rumbo a Troya, donde permaneció diez años asediando la ciudad hasta que finalmente se hizo con ella tras el Caballo de Troya. Mientras, la reina Clitemnestra fue seducida por el ambicioso Egisto, quien sería su amante.

Con la toma de Troya, Agamenón regresó a Micenas trayendo consigo a Casandra como botín de guerra; ambos fueron asesinados por Egisto y Clitemnestra como cómplice, pues Agamenón era un obstáculo para Egisto en su camino hacia el poder y Casandra era la compañía de Agamenón.

Electra fue testigo y en su interior comenzó a crecer el odio hacia Egisto, pero sobre todo hacia su propia madre por haberle arrebatado a su padre. Desde ese momento Electra no vivió sino esperando el momento en que pudiera vengar la muerte de Agamenón. Además protegió a su hermano pequeño, Orestes, llevándolo a Fanote, en el monte Parnaso, donde lo confiaron al rey Estrofio hasta que tuviera edad suficiente como para reclamar el trono y ejecutar su venganza.

Años después, Orestes ya convertido en adulto, se encontró con Electra ante la tumba de Agamenón, adonde ambos habían ido para rendir honras fúnebres a su padre; se reconocieron y se pusieron de acuerdo para que Orestes vengara a su padre.

Finalmente consiguió colarse en el palacio real con el objetivo de acabar con Egisto y Clitemnestra y reclamar su lugar como sucesor legítimo de su padre. Y así lo hizo, pero la visión de su madre muerta con su puñal en el pecho lo empujó hacia un estado de locura que lo hizo huir y refugiarse en el templo del Oráculo de Delfos atormentado por las Furias.

Un tiempo después Electra contrajo matrimonio con Pílades, hijo del rey Estrofio y amigo de confianza de Orestes durante su niñez en el exilio.