Las mercedes otorgadas a Jorge Manrique... que acabaron en Antonio Machado y su Guiomar

Secuela machadiana

Antonio Machado murió en 1939 a los 63 años, llevando a cuestas desde 1912 su imagen de viudo solitario e impenitente. Pero once años después de su muerte, en 1950, Concha Espina sorprende a todo el mundo con un librito en el que, aportando fragmentos de correspondencia, relata el encendido amor platónico que el poeta mantuvo desde 1928 hasta su muerte con una mujer a quien, velando su nombre, el libro identifica con la Guiomar de las poesías de Machado (1). Es verdad que a partir de 1929 y hasta 1938 Antonio Machado publicó diversas "Canciones a Guiomar", sin que nadie supiera a ciencia cierta qué significaban. Eran versos de amor que incluía en su “Cancionero Apócrifo”, utilizando también alguno de ellos para dibujar en su “Juan de Mairena” el modo de amar de su personaje Abel Martín. El libro de Concha Espina comienza a dar un sentido más personal a aquellos versos. A pesar de lo íntimamente ligado que Antonio estaba a su familia y amigos, nadie en su entorno había sospechado la existencia de ese idilio, ni sus hermanos ni su madre, ni su biógrafo, nadie; y sólo las copias fotográficas de las cartas transcritas en el texto impiden que aquello se considere una absurda invención. Descubierto el amor, el enigma de la enamorada persiste otros treinta años hasta que en 1981 se publica el libro “Sí, soy Guiomar” (2) en el que una poeta y dramaturga de obra casi olvidada, Pilar de Valderrama, confiesa dos años después de su fallecimiento haber sido la destinataria de las enamoradas cartas de Antonio Machado, la Guiomar de sus versos, que al estar casada debía mantener secreta la relación a muy platónica que esta fuera. El nombre de Guiomar, con la misma rima que Pilar, permitía a Antonio publicar los versos que le inspiraba su musa sin romper el secreto. De nuevo las copias fotográficas de 36 cartas que aún conservaba Pilar certifican su testimonio (2), aunque todavía haya que convencer a algún obcecado (3).

Pero nunca se descubrió por qué Machado utilizaba ese extraño nombre de Guiomar y no otro. Múltiples investigadores estudiaron sin éxito este asunto y aun la propia Pilar de Valderrama intenta ocultárnoslo diciendo desconocer el motivo. Pero desde que la identidad de Guiomar salió a la luz, hubo varios pueblos de la Tierra de Campos palentina en los que a todos les resultó evidente la razón de ese nombre: Así sucedía en Paredes de Nava, donde nació Jorge Manrique, y en Perales, Villaldavín, Villafruela,… pueblitos del municipio de Perales, aledaño a Paredes de Nava, cuyas tercias reales recibió como merced el poeta medieval. Todos supieron allí que Antonio Machado rendía de esa manera un homenaje a su admirado poeta Jorge Manrique utilizando el nombre de la amada esposa del autor de las Coplas, Guiomar de Castañeda, para ocultar el de su secreta enamorada Pilar de Valderrama a la que todos los vecinos conocían pues, casualmente, pasaba todos los veranos y otras largas temporadas en una extensa finca de forma triangular propiedad de su marido, “El Carrascal”, enclavada en el mismo centro de aquel terruño tan ligado al autor de las Coplas. Y allí recibía Pilar secretamente las cartas de su enamorado Machado y allí escribía las respuestas que el poeta esperaba ansiosamente.

Y este curioso dato ha sido ignorado en los círculos machadianos a pesar de que en 1989 y 1995 fue publicado por dos investigadoras ligadas a esos pueblos, Paz Nágera Salas y Macarena García Calderón (4,5), aportando ya entonces como pruebas de conexión tanto el documento de cesión de las tercias reales cuya reproducción y transcripción da motivo a esta página web, como unos versos en los que es la propia Pilar de Valderrama la que nos informa de “que hace tiempo, mucho tiempo/ este mismo paisaje contempló/ el gran Jorge Manrique,…” (6). Más recientemente Vicente Pérez Díaz (7) ha hecho una nueva llamada de atención sobre este hecho en el Magazine Modernista y a raíz de ello parece conseguir difusión general (8). 

1- Espina, Concha (1950). De Antonio Machado a su grande y secreto amor. Madrid. Gráficas Reunidas.

2- Valderrama, Pilar de (1981). Si, soy Guiomar. Memorias de mi vida. Plaza Janes. Barcelona

3- Pérez Díaz, Vicente (2010) “Guiomar sigue siendo Pilar de Valderrama (en la poesía de Antonio Machado, Guiomar no nació antes de 1928)”. Journal of Hispanic Modernism (JHM). Num 1 de diciembre de 2010: 120-13 

4- Nágera Salas, Paz. García Calderón, Macarena (1989). «Las dos Guiomares de Paredes de Nava». El Diario Palentino. 30 de mayo de 1989, pag 4. 

5- García Calderón, Macarena. Nágera Salas, Paz (1995). «Palencia y Guiomar: dos musas para dos poetas».  Actas del III Congreso de Historia de Palencia. 1995, Tomo IV.  Historia de la lengua y de la creación literaria. Excma. Diputación Provincial de Palencia. Departamento de Cultura. Palencia. 1995. pag 123-134.

6- Valderrama, Pilar de (1943). Tríptico castellano. En: Holocausto. Madrid. Pag 65-6.

7- Pérez Díaz, Vicente. «Dos secretos de Antonio Machado y Pilar de Valderrama: La oscura Canción VIII y el nombre de Guiomar». Magazine Modernista. Revista Digital del Modernismo 16 (2011). Mayo 1011. <http://magazinemodernista.com/2011/05/09/dos-secretos-de-antonio-machado-y-pilar-de-valderrama-la-oscura-cancion-viii-y-el-nombre-de-guiomar/>.

8- Luque, José Mª, Ramirez Mª Dolores (2014). Guiomar. El rescate de la diosa. Crea. Montilla.  I.S.B.N.: 978-84-617-0046-2. Pag 213-4.