¿conocesalverdaderojesús?2

¿Conoces al Verdadero Jesús?

Estimado Lector:

Es importante que puedas contestar a la pregunta planteada sin ningún tipo de ambigüedades. El nombre de "cristiano" se le aplicó en un principio a aquellos que seguían a Cristo Jesús. Ellos lo seguían imitando su ejemplo. El apóstol Juan dijo: "En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo" (1 Juan 4:17). Al imitar a Jesús, los cristianos primitivos tenían un conocimiento de Él. El apóstol podía decir:"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida... Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros: y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo" (1 Juan 1:1,3).

El conocimiento de Dios y de la persona de Jesús debe ser una experiencia personal del creyente. No debe conformarse a lo que otros dicen acerca del Cristo. Muchos son los que han opinado acerca del tema, y es fácil dejarse llevar por lo que los demás dicen, sobre todo cuando "los demás" son eruditos, ministros y personas de influencia. Pero Jesús nos dio una lección con respecto a la diferencia que debe haber entre la opinión pública y la convicción personal:

"Y viniendo Jesús a las partes de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi padre que está en los cielos" (Mat. 16:13-17).

Amigo lector, hemos preparado una recopilación de material para que leas por ti mismo de las fuentes y no tengas que creer opiniones particulares.

Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán". Mat. 24:4,5.

¿Conoces al Verdadero Jesús?

LAS CONCECUENCIAS DEL PECADO

Y vivió Adam ciento y treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Seth.

Génesis 5:3.

Set aventajaba en estatura a Caín y Abel, y se parecía a su padre Adán más que sus otros hermanos. Tenía un carácter digno, y seguía las huellas de Abel. Sin embargo, no había heredado más bondad natural que Caín. Acerca de la creación de Adán se dice: "A la semejanza de Dios lo hizo"; pero el hombre, después de la caída, "engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen". (Gén. 5:1,3). En tanto que Adán había sido creado sin pecado, a la semejanza de Dios, Set, así como Caín, heredó la naturaleza caída de sus padres.

Patriarcas y Profetas, 66.

El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.

Romanos 5:12.

He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.

Salmos 51:5.

Es inevitable que los hijos sufran las consecuencias de la maldad de sus padres, pero no son castigados por la culpa de sus padres, a no ser que participen de los pecados de éstos. Sin embargo, generalmente los hijos siguen los pasos de sus padres. Por la herencia y por el ejemplo, los hijos llegan a ser participantes de los pecados de sus progenitores. Las malas inclinaciones, el apetito pervertido, la moralidad depravada, además de las enfermedades y la degeneración física, se transmiten como un legado de padres a hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Esta terrible verdad debiera tener un poder solemne para impedir que los hombres sigan una conducta pecaminosa.

Patriarcas y Profetas, 313,314.

Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal está en mí.

Romanos 7:21.

¿QUÉ ES LA CARNE?

Y yo sé que en mí (es a saber, en mi carne) no mora el bien: porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo.

Romanos 7:18.

Las pasiones inferiores tienen su sede en el cuerpo y obran por su medio. Las palabras «carne,» «carnal,» o «concupiscencias carnales» abarcan la naturaleza inferior y corrupta; por sí misma la carne no puede obrar contra la voluntad de Dios. Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos y las concupiscencias.

El Hogar Cristiano , 112.

Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne. Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagáis lo que quisiereis.

Gálatas 5:16,17.

El cristiano sentirá la incitación al pecado, pues la carne desea vivamente la concupiscencia, oponiéndose al espíritu; pero el Espíritu lucha contra la carne, manteniendo una continua batalla.

Mensajes para los Jóvenes , 112.

Porque los que viven conforme a la carne, de las cosas que son de la carne se ocupan; mas los que conforme al espíritu, de las cosas del espíritu. Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz: Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.

Romanos 8:5-7.

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a estas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:19-21.

LA TENTACIÓN

Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni el tienta a alguno: Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.

Santiago 1:12-15.

Ser tentado no es pecado; el pecado radica en ceder.

Our Highest Calling , 87.

Cuando se da cabida a pensamientos impuros, éstos no necesitan ser expresados en palabras o acciones para consumar el pecado y llevar el alma a la condenación.

4 Testimonies , 623.

Hay pensamientos y sentimientos sugeridos y suscitados por Satanás que molestan aun a los mejores hombres, pero si no se les da cabida, si se los rechaza como odiosos, el alma no se contamina con la culpa, y nadie más es manchado por la influencia de ellos.

Review and Herald , 27 de marzo de 1888.

Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huído de los que conversan en error; Prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció.

2 Pedro 2:18,19.

En nuestra propia fortaleza, nos es imposible negarnos a los clamores de nuestra naturaleza caída. Por su medio, Satanás nos presentará tentaciones. Cristo sabía que el enemigo se acercaría a todo ser humano para aprovecharse de las debilidades hereditarias y entrampar, mediante sus falsas insinuaciones, a todos aquellos que no confían en Dios. Y recorriendo el terreno que el hombre debe recorrer, nuestro Señor ha preparado el camino para que venzamos.

El Deseado de todas las Gentes , 98.

¿QUÉ TIPO DE NATURALEZA HUMANA TOMÓ JESÚS CUANDO SE ENCARNÓ?

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.

Juan 1:1,2,14.

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo, y librar a los que por el temor de la muerte, estaban por toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no tomó a los ángeles, sino a la simiente de Abraham tomó. Por lo cual, debía ser en todo semejante a los hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Pontífice en lo que es para con Dios, para expiar los pecados del pueblo.

Hebreos 2:14-17.

Al tomar sobre sí la naturaleza del hombre en su condición caída, Cristo no participó de su pecado en lo más mínimo. Estuvo sujeto a las flaquezas y debilidades que rodean al hombre, «para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias» (Mat. 8: 17).

1 Mensajes Selectos , 299.

Aunque no tenía ninguna mancha de pecado en su carácter, condescendió en relacionar nuestra naturaleza humana caída con su divinidad. Al tomar sobre sí mismo la humanidad, honró a la humanidad. Al tomar nuestra naturaleza caída, mostró lo que ésta podría llegar a ser si aceptaba la amplia provisión que él había hecho para ello y llegaba a ser participante de la naturaleza divina.

3 Mensajes Selectos , 151.

¿CUÁL FUE LA HERENCIA QUE RECIBIÓ JESÚS COMO HOMBRE?

Acerca de su Hijo... que fue hecho de la simiente de David según la carne.

Romanos 1:3.

Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley, para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Gálatas 4:4,5.

Habría sido una humillación casi infinita para el Hijo de Dios revestirse de la naturaleza humana, aun cuando Adán poseía la inocencia del Edén. Pero Jesús aceptó la humanidad cuando la especie se hallaba debilitada por cuatro mil años de pecado. Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos de la gran ley de la herencia. Y la historia de sus antepasados terrenales demuestra cuáles eran aquellos efectos. Mas él vino con una herencia tal para compartir nuestras penas y tentaciones, y darnos el ejemplo de una vida sin pecado.

El Deseado de todas las Gentes , 32.

¿CÓMO FUE TENTADO JESÚS?

Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados... Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 2:18; 4:15.

El Hijo de Dios fue asaltado a cada paso por los poderes de las tinieblas. Después de su bautismo, fue llevado por el Espíritu al desierto y sufrió la tentación durante cuarenta días. Me han llegado cartas que afirman que Cristo no podría haber tenido la misma naturaleza que el hombre, pues si la hubiera tenido, habría caído bajo tentaciones similares. Si no hubiera tenido la naturaleza del hombre, no podría ser nuestro ejemplo. Si no hubiera sido participante de nuestra naturaleza, no podría haber sido tentado como lo ha sido el hombre. Si no le hubiera sido posible rendirse ante la tentación, no podría ser nuestro ayudador. Fue una solemne realidad que Cristo vino para reñir las batallas como hombre, en lugar del hombre. Su tentación y victoria nos dicen que la humanidad debe copiar el Modelo. El hombre debe llegar a ser participante de la naturaleza divina.

1 Mensajes Selectos , 477,478.

Satanás sostenía que era imposible que los seres humanos pudieran guardar la ley de Dios. A fin de probar la falsedad de esta denuncia, Cristo dejó su elevado imperio, tomó sobre sí la naturaleza del hombre y vino a la tierra para colocarse a la cabeza de la raza caída, a fin de mostrar que la humanidad podía soportar las tentaciones de Satanás. Se convirtió en la Cabeza de la humanidad, para ser asaltado con tentaciones en cada punto, como la naturaleza humana caída habría de ser tentada, a fin de que pudiera saber cómo socorrer a los que son tentados. Llevando nuestra naturaleza, fue leal a la norma de justicia de Dios y obtuvo la victoria sobre Satanás. Fue tentado en todo tal como nosotros lo somos, pero sin pecado.

Alza tus Ojos , 170.

Pues que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento, que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado; Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.

1 Pedro 4:1,2.

Como uno de nosotros debía llevar la carga de nuestra debilidad y desgracia. El ser sin pecado debía sentir la vergüenza del pecado. El amante de la paz debía habitar con la disensión, la verdad debía morar con la mentira, la pureza con la vileza. Todo el pecado, la discordia y la contaminadora concupiscencia de la transgresión torturaban su espíritu.

El Deseado de todas las Gentes , 86.

Fue "tentado en todo como nosotros". Satanás estaba listo para atacarlo a cada paso, lanzándole sus más fieras tentaciones; pero él "no pecó ni fue hallado engaño en su boca". "Fue probado mediante el sufrimiento" (Heb. 2:18), sufrió conforme a la medida de su perfección y santidad. Pero el príncipe de las tinieblas no halló nada en él; ni un solo pensamiento o emoción respondió a la tentación.

5 Testimonios para la Iglesia , 398.

¿CÓMO VENCIÓ JESÚS EL PECADO?

No puedo yo de mí mismo hacer nada: como oigo, juzgo: y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envió, del Padre.

Juan 5:30.

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras.

Juan 14:10.

Ninguna vida estuvo tan llena de trabajo y responsabilidad como la de Jesús, y, sin embargo, cuán a menudo se le encontraba en oración. Cuán constante era su comunión con Dios. Repetidas veces en la historia de su vida terrenal, se encuentran relatos como éste: «Levantándose muy de mañana, aun muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.» «Y se juntaban muchas gentes a oír y ser sanadas de sus enfermedades. Mas él se apartaba a los desiertos, y oraba.» «Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios". (S. Marcos 1: 35; S. Lucas 5: 15, 16; 6: 12).

En una vida completamente dedicada al beneficio ajeno, el Salvador hallaba necesario retirarse de los caminos muy transitados y de las muchedumbres que le seguían día tras día. Debía apartarse de una vida de incesante actividad y contacto con las necesidades humanas, para buscar retraimiento y comunión directa con su Padre. Como uno de nosotros, participante de nuestras necesidades y debilidades, dependía enteramente de Dios, y en el lugar secreto de oración, buscaba fuerza divina, a fin de salir fortalecido para hacer frente a los deberes y las pruebas. En un mundo de pecado, Jesús soportó luchas y torturas del alma. En la comunión con Dios, podía descargarse de los pesares que le abrumaban. Allí encontraba consuelo y gozo.

En Cristo el clamor de la humanidad llegaba al Padre de compasión infinita. Como hombre, suplicaba al trono de Dios, hasta que su humanidad se cargaba de una corriente celestial que conectaba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunión continua, recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo. Su experiencia ha de ser la nuestra.

El Deseado de Todas las Gentes , 330.

Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado en el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.

1 Timoteo 3:16.

«Viene el príncipe de este mundo ­dice Jesús;­ mas no tiene nada en mí» (S. Juan 14:30). No había en él nada que respondiera a los sofismas de Satanás. El no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad. Fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina. Mientras estemos unidos con él por la fe, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros. Dios extiende su mano para alcanzar la mano de nuestra fe y dirigirla a asirse de la divinidad de Cristo, a fin de que nuestro carácter pueda alcanzar la perfección.

Y Cristo nos ha mostrado cómo puede lograrse esto. ¿Por medio de qué venció él en el conflicto con Satanás? -Por la Palabra de Dios. Sólo por medio de la Palabra pudo resistir la tentación. «Escrito está,» dijo. Y a nosotros «nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia» (2 S. Pedro 1:4). Toda promesa de la Palabra de Dios nos pertenece. Hemos de vivir de «toda palabra que sale de la boca de Dios.» Cuando nos veamos asaltados por las tentaciones, no miremos las circunstancias o nuestra debilidad, sino el poder de la Palabra. Toda su fuerza es nuestra. «En mi corazón he guardado tus dichos-dice el salmista,-para no pecar contra ti.» «Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las vías del destructor» (Salmos 119: 11; 17:4).

El Deseado de todas las gentes , 98-99.

ÉL ES NUESTRO EJEMPLO

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

Juan 13:15.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Juan 13:34,35.

Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas: El cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca.

1 Pedro 2:21,22.

¿SERÁ QUE PODEMOS VIVIR UNA VIDA COMO LA DE JESÚS; UNA VIDA SIN PECADO?

Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, yo lo he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él. Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él por eso sabemos que estamos en él. El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.

1 Juan 2:3-6.

Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, no os engañe: el que hace justicia, es justo, como él también es justo. El que hace pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

1 Juan 3:4-9.

[Dios] es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría.

Judas 24.

En el día del juicio el camino del hombre que ha conservado las debilidades e imperfecciones de la humanidad no va a ser vindicado. No habrá para él lugar en el cielo, no podrá disfrutar la perfección de los santos en luz. Quien no tiene suficiente fe en Cristo para creer que él lo puede guardar de pecar, no tiene la fe que le dará la entrada al reino de Dios.

Review and Herald , 10 de Marzo de 1904.

Muchos aceptan a Jesús como un artículo de fe, pero no tienen fe salvadora en él como su sacrificio y Salvador. No son conscientes de que Cristo murió para salvarlos de la penalidad de la ley que han transgredido... ¿Creéis que Cristo, como sustituto vuestro, paga la deuda de vuestra transgresión? Pero no para que podáis continuar en pecado, sino para que seáis salvos de vuestros pecados...

Podéis decir que creéis en Jesús cuando apreciáis el costo de la salvación. Podéis decirlo cuando sentís que Jesús murió por vosotros en la cruel cruz del Calvario; cuando tenéis una fe inteligente, razonada, de que su muerte hace posible que ceséis de pecar, y que perfeccionéis un carácter recto por la gracia de Dios, que se os otorga como compra de su sangre.

Review and Herald , 24 de julio de 1888.

Cristo demostró que es posible

Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.

Romanos 8:1-3.

Satanás declaró que era imposible para los hijos e hijas de Adán guardar la ley de Dios, acusándolo así de falta de sabiduría y amor. Si no podían guardar la ley, entonces el defecto estaba en el dador de la ley. Los hombres que están bajo el control de Satanás repiten esas acusaciones contra Dios, al aseverar que los hombres no pueden guardar la ley de Dios...

[Pero] Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana, y se sujetó a cumplir toda la ley en beneficio de aquellos a quienes representaba. Si hubiese fracasado en una jota o un tilde, habría sido un transgresor de la ley, y habríamos tenido en él una ofrenda pecaminosa, sin valor. Pero él cumplió cada término de la ley, y condenó el pecado en la carne; sin embargo muchos pastores repiten las falsedades de los escribas, sacerdotes y fariseos, y siguen su ejemplo al apartar de la verdad a la gente.

Dios se manifestó en carne para condenar el pecado en la carne, manifestando obediencia perfecta a toda la ley de Dios. Cristo no pecó, ni fue hallado engaño en su boca. No corrompió la naturaleza humana y, aunque en la carne, no transgredió la ley de Dios en ningún particular. Más que esto, eliminó toda excusa que pudiesen esgrimir los hombres caídos para no guardar la ley de Dios...

Este testimonio en relación con Cristo muestra llanamente que condenó el pecado en la carne. Nadie puede decir que está sujeto sin esperanza a la servidumbre del pecado y Satán. Cristo asumió la responsabilidad de la raza humana... Testifica que por su justicia imputada el alma creyente obedecerá los mandamientos de Dios.

Signs of the Times , 16 de enero de 1896.

El Salvador llevó sobre sí los achaques de la humanidad y vivió una vida sin pecado, para que los hombres no teman que la flaqueza humana les impida vencer. Cristo vino para hacernos "participantes de la naturaleza divina", y su vida es una afirmación de que la humanidad, en combinación con la divinidad, no peca.

El Ministerio de Curación , 136.

¿CÓMO SE PUEDE VIVIR SIN PECADO?

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Juan 3:5,6.

Los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, así también lo seremos a la de su resurrección: Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que es muerto, justificado es del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él. Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, a Dios vive. Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos a Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias.

Romanos 6:2-12.

Pues que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento: Que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado; Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.

1 Pedro 4:1,2.

* NOTA: En la elaboración de esta compilación se ha usado exclusivamente la revisión de 1909 de la Reina-Valera por considerarla más fiel al texto original.

Al tomar nuestra naturaleza caída, mostró lo que ésta podría llegar a ser si aceptaba la amplia provisión que él había hecho para ello y llegaba a ser participante de la naturaleza divina.

3 Mensajes Selectos, 151.

Quien no tiene suficiente fe en Cristo para creer que él lo puede guardar de pecar, no tiene la fe que le dará la entrada al reino de Dios.

Review and Herald, 10 de Marzo de 1904.

LA POSICIÓN DE LOS PIONEROS EN CUANTO A LA NATURALEZA HUMANA DE CRISTO

1872— Que él [Jesús] tomó sobre sí la naturaleza de la simiente de Abraham para la redención de nuestra raza caída.

Principios Fundamentales , Steam Press, Michigan, 1872, Redactado por Urias Smith.

1890— Que la carne que él asumió tenía todas las debilidades y tendencias pecaminosas a las cuales la naturaleza humana caída está sujeta, se ve por la declaración de que él fue hecho de la simiente de David según la carne. David tenía todas las pasiones de la naturaleza humana.

E. J. Waggoner, Cristo y su Justicia , Glad Tidings Publisher, 1995, pp. 26-27 (citado en Lo que todo adventista debe saber sobre 1888 , Arnold Wallenkampf, APIA, 1989, p. 20).

1890— La única carne que hay en este ancho mundo la cual vino a redimir, es justamente la naturaleza humana débil, pecadora y perdida que la humanidad tiene; si ésta no es la carne que él tomo, entonces realmente nunca vino al mundo que necesitaba ser redimido "

A. T. Jones, El Camino Consagrado a la Perfección Cristiana , p.35 .

Respaldo de EGW: El Señor en su gran misericordia envió un muy precioso mensaje a su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje había de presentar en forma más prominente al mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero.

Testimonios para los Ministros , 91-93.

1895— La Escritura expone claramente que Jesucristo tenía exactamente la misma carne que nosotros: carne de pecado …en la que Él no pecó jamás.

W. W. Precott, Extracto de un sermón predicado el 31/10/1895 y publicado en The Bible Echo del 6 enero 1896, p. 4 y 5, vol. II, nº 1, y 13 enero 1896, p. 12, vol. II, nº 2.

Respaldo de EGW: El Señor está obrando poderosamente mediante sus siervos que están proclamando la verdad, y ha dado al hermano Prescott un mensaje especial para el pueblo. El poder y el Espíritu de la verdad proceden de labios humanos en demostración del Espíritu y poder de Dios.

Review & Herald , 7 enero 1896.

1897— Así como Cristo apareció en la descendencia de David cuando tomó sobre sí nuestra naturaleza humana... Por la doctrina de la Inmaculada Concepción, se niega que en Cristo habitó Dios en la carne humana.

Urías Smith, El Libro de Apocalipsis , Publicaciones Interamericanas, 7ma Edición, 1979, pp. 78-79, 279.

Respaldo de EGW: Según la instrucción que he recibido, los libros Daniel y Apocalipsis, El Conflicto de los Siglos y Patriarcas y Profetas se abrirán paso. Contienen precisamente el mensaje que la gente debe recibir, la luz especial que Dios ha dado a su pueblo. Los ángeles de Dios prepararán el camino para estos libros en el corazón de la gente.

El Colportor Evangélico , 172.

1900— Cuando declaramos que creíamos que Cristo había nacido en una humanidad caída, ellos decían que creíamos que Cristo pecó, pese al hecho de que afirmábamos nuestra posición tan claramente que parecía que nadie podía entendernos mal.

S. N. Haskell, Citado en Mensajera del Señor , Hebert Douglas; Casa Editora Sudamericana, 2000, p.199.

1944— En su humanidad Cristo participó de nuestra naturaleza caída pecadora. Si no, entonces él no fue `en todo semejante a los hermanos' [Heb. 2:17], no fue `tentado en todo según nuestra semejanza' [Heb. 4:15], no venció como nosotros tenemos que vencer, y no es, por lo tanto, el completo y perfecto Salvador que el hombre necesita y que debe tener a fin de ser salvo. La idea de que Cristo nació de una madre inmaculada o sin pecado, que no heredó tendencias al pecado y por esta razón no pecó, lo aliena del ámbito de un mundo caído, y del mismo lugar en que la ayuda es necesaria. En su aspecto humano, Cristo heredó exactamente lo que todo hijo de Adán hereda,— una naturaleza pecaminosa. En el aspecto divino, desde su misma concepción él fue engendrado y nacido del Espíritu. Y todo esto fue hecho para colocar a la humanidad en terreno ventajoso, y para demostrar que de la misma manera todo aquel que es `nacido del Espíritu' puede obtener victorias similares sobre el pecado en su propia carne pecaminosa. De esta manera cada uno debe vencer como Cristo venció. Ap. 3:21. Sin este nacimiento no puede haber victoria sobre la tentación, ni salvación del pecado. Juan. 3:3-7.

Bible Readings for the Home , 1944, Souther Publishing Association, Nashville, Tennessee, p. 174.

UNA NUEVA POSICIÓN EN LA IGLESIA EN CUANTO A LA NATURALEZA HUMANA DE CRISTO

Los adventistas creen que Cristo, "el segundo Adán", poseía en su parte humana, una naturaleza semejante a la del primer hombre Adán, una naturaleza libre de toda mancha.

Editorial de la Review and Herald del 10 y 17 de julio de 1952.

A pesar de que nació en la carne, no obstante él era Dios, y fue eximido de las pasiones heredadas y las contaminaciones que corrompen a los descendientes naturales de Adán. Él fue "sin pecado", no solamente en su conducta exterior, sino en su misma naturaleza.

Questions on Doctrine (QOD), Review and Herald Pub. Ass., 1957,

p. 383.

[Cristo tuvo] una naturaleza sin pecado durante la encarnación, sin nuestras tendencias pecaminosas.

Leroy Froom, Movement of Destiny , 1971, pp. 427,428.

Así, "la humanidad de Cristo no fue la de Adán; esto es, la humanidad de Adán antes de su caída. Tampoco fue la humanidad caída, esto es, la humanidad de Adán después de la transgresión, en todos sus aspectos. No era la humanidad original de Adán, porque poseía las debilidades inocentes de los seres caídos. No era la humanidad caída, porque nunca había descendido a la impureza moral. Por lo tanto, era en el sentido más literal nuestra humanidad, pero sin pecado" [Henry Melvill, en Sermons by Henry Melvill B. D., Stanford & Swords, 1844, p. 47]... Al decir "debilidades inocentes", se refería a cosas como el hambre, el dolor, la tristeza, etc. A este concepto de la naturaleza de Cristo antes y después de la caída, lo llamó "la doctrina ortodoxa".

Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, Una Exposición Bíblica de 27 Doctrinas Fundamentales, Asociación Ministerial de la Asociación General, 1988, pp. 55,67.

"Pero si bien tomó la humanidad con sus debilidades inocentes, no la tomó con las propensiones pecaminosas. Aquí se interpuso la Deidad. El Espíritu Santo cubrió a la virgen con su sombra, y, permitiendo que de ella se derivara la debilidad, prohibió la maldad; y así causó que fuese generada una humanidad sufriente y capaz de sentir tristeza, pero a pesar de ello, sin mancha ni contaminación; una humanidad con lágrimas pero sin mácula; accesible a la angustia, pero no dispuesta a ofender; aliada en forma estrictísima con la miseria producida, pero infinitamente separada de la causa productora" (Melvill, pág. 47).

Ídem, p. 67.

Diversos autores reconocen que hubo un cambio de doctrina

La naturaleza de Cristo no llegó a ser un asunto divisivo en círculos adventistas hasta la década de los 1950. Hasta ese entonces los escritores denominacionales habían estado prácticamente en armonía con Jones, Waggoner y Prescott en cuanto a que Cristo vino en carne humana, que como el Adán caído, tenía todas las tendencias al pecado presentes en la humanidad.

George Kight, From 1888 to Apostasy , p. 140. Tomado de A. R. Dupertuis, El Carpintero Divino , Pioneer Publications, Berrien Springs, 1991, p. 102.

En cuanto a la naturaleza de Cristo, QOD sostuvo que Cristo llevó nuestros pecados "vicariamente" pero no al nivel de su naturaleza. Apoyaba la creencia evangélica común de que Cristo debió ser impecable en naturaleza como en carácter a fin de ser un sacrificio aceptable.

C. Mervyn Maxwell, SDA Denominational History , Andrews University, Barebones, Revisado en 1983, p. 59.

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que en los años cincuenta la teología adventista como se la enseña en nuestros centros de la División Norteamericana sufrió un cambio, uno que se le puede atribuir especialmente pero no exclusivamente a dos editores del libro Questions on Doctrine [QOD] y por lo menos a dos fascinantes e influyentes, aunque altamente controversiales profesores de Seminario. Este cambio claro y definitivo ha sido perpetuado y (debemos reconocer) distorsionado por medio de los estudiantes de esos profesores los cuales fueron elevados rápidamente a posiciones educacionales y administrativas de prominencia. Sí, verdaderamente hay una «nueva teología».

C. Mervyn Maxwell, carta a un líder denominacional, Mayo, 1992.

LA APOSTAÍA PREDICHA

Dios despertará a sus hijos; si otros medios fracasan, se levantarán herejías entre ellos, que los zarandearán, separando el tamo del trigo. El Señor invita a todos los que creen su Palabra a que despierten. Ha llegado una luz preciosa, apropiada para este tiempo. Es la verdad bíblica, que muestra los peligros que están por sobrecogernos. Esta luz debe inducirnos a un estudio diligente de las Escrituras, y a un examen muy crítico de las creencias que sostenemos. Dios quiere que se examinen cabal y perseverantemente, con oración y ayuno, las opiniones y los fundamentos de la verdad. Los creyentes no han de confiar en suposiciones e ideas mal definidas de lo que constituye la verdad. Su fe debe estar firmemente basada en la Palabra de Dios, de manera que cuando llegue el tiempo de prueba, y sean llevados ante concilios para responder por su fe, puedan dar razón de la esperanza que hay en ellos, con mansedumbre y temor.

2 Joyas de los Testimonios , 312,313 .

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios: Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y este es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.

1 Juan 4:1-3.

Puede ser que los agentes destructores ya estén siendo adiestrados bajo el mando de Satanás y que sólo esperen la desaparición de unos pocos portaestandartes más para tomar su lugar y con la voz del falso profeta clamar "paz, paz", cuando el Señor no ha pronunciado la paz.

5 Testimonios para la Iglesia , 73.

Dios los Bendiga