Plática Dharma III Encuentro de la Comunidad Budista México

Platica Dharma III Encuentro de la Comunidad Budista de México

Venerables Maestros y estimados Compañeros,

Me da mucho gusto aceptar la invitación para dar una plática en el Tercer Encuentro de la Comunidad Budista de México. Antes que nada quisiera dar las gracias a todos ustedes por su asistencia y particularmente a aquellos que trabajaron en la organización de este evento.

En el primer encuentro en 1999 tomamos el tema de "Las Cuatro Nobles Verdades". En el año 2001 seguimos con el tema de "El Sendero Óctuple". Ahora abordamos el tema "Y ahora qué hacemos". Esta pregunta no implica que hemos acabado con los otros dos temas anteriores. Apenas empezamos. Sin embargo, para variar, hemos estructurado el encuentro en forma diferente a los anteriores, investigando así otros medios hábiles para practicar juntos.

Tengo la impresión también que la pregunta expresada en el tema está motivada parcialmente por el gran aumento de la violencia que vemos en la escena internacional. No obstante, quisiera enfocar mis observaciones en el contexto de la práctica budista de la Comunidad Budista y sus miembros. Enfocando así, no siento que estoy negando la importancia de estos acontecimientos mundiales. Reflexionando sobre el tema, pensé en el Maestro Maezumi, quien falleció hace siete años. Estudié budismo con él hasta que, para decirlo de alguna manera, me "corrió del nido". Vino a México muchas veces, desde 1980, claro, invitado por mexicanos. Algunos de ustedes lo conocieron. Estaba encantado con este país. Me dijo más de una vez, "me gusta más estar en México que en los Estados Unidos". Me mandó aquí, de cierto modo, como decimos allá, para nadar o ahogarme, y todavía no sé bien cuál de estos dos estoy haciendo. Pero una cosa es cierta, ha sido un buen regalo para mí. Agradezco mucho todo que he recibido de ustedes, de México.

El Maestro Maezumi tenía unas expresiones favoritas, como por ejemplo, "simplemente sigue". Si ibas a hablar con él de todos tus problemas de la vida y de la dificultad de la práctica, así como esperar una respuesta, él te escuchaba y terminaba diciéndote, como si fuera la cosa más sabia de todo: "simplemente sigue". Igualmente, si encontrabas logros o una apertura nueva en tu práctica y hablabas con él de estas maravillas, te escuchaba y terminaba diciéndote, como si fuera la cosa más sabia de todo, "simplemente sigue". Cuando te despedías de él siempre decía, "cuídate bien." Al principio uno sale pensando, ¿qué quiere decir, eso de cuidarme bien?. ¿Ya puedo comprarme el coche nuevo que me gusta tanto? ¿Debo ir al doctor? ¿Hacer más ejercicio? ¿Dejar de fumar? Me acuerdo de las ultimas palabras de Buda, cuando Él se despidió de nosotros antes de morir. Citando una versión que he leído, dijo: "la verdadera naturaleza de todas las cosas es que lo que aparece tiene que desaparecer. Esfuérzate de veras por despertar". Así entiendo el "cuídate bien" del Maestro Maezumi. Por lo que yo recuerdo, ni una vez dijo "hasta luego".

Reflexionando de esta manera, tengo cierta parte de la respuesta a la pregunta "¿ahora, qué hago?". Tengo una respuesta personal. Pero al mismo tiempo, estoy contento, porque siento que esta respuesta personal es congruente con los consejos de los Budas: simplemente sigue y cuídate bien. Propongo, como hipótesis, que "cuídate bien" significa que vivas de la mejor manera posible, para apreciar tu vida lo mejor posible como ser humano. Propongo, para considerar, que tal mejor vida posible es la que Shakyamuni Buda buscó y descubrió e intentó compartir.

Probablemente todos los que han reflexionado sobre la pregunta ¿ahora, qué hacemos? han llegado a la misma etapa, la primera etapa, como yo. Y encuentran el mismo problema, que sólo tenemos cierta parte de una respuesta. Para avanzar, siempre tenemos que considerar COMO vamos a hacer las cosas. Puede parecer solamente una sofisticación diferenciar entre el QUE y el COMO. No obstante, propongo hacerlo para ordenar algunos pensamientos.

Uno puede decidir con mucha convicción, que lo QUE debe hacerse es dedicarse al servicio a los demás. No obstante para realizar algo se tiene que pensar en COMO hacerlo. Como doctor, como abogado, como maestro, como mamá o papá. Si uno decide que quiere capacitarse como doctor, entonces tiene que pensar en cómo, ...estudiar en la UNAM, en otra escuela de medicina, como cirujana o cirujano, como psiquiatra. Con el QUE estamos en la esfera del entendimiento correcto o pensamiento correcto. Con el COMO, estamos en la esfera de la acción, el esfuerzo, la atención y la concentración correcta.

Ahora quisiera tratar de clarificar algo que he dicho en algunas ocasiones en público, que puede causar confusión y que de alguna manera está conectado con nuestro tema. A veces he hablado como si creyera que toda las personas, aún de diferentes religiones, son budistas. Esta forma de hablar viene de otra hipótesis que me ayuda a entender y explicar experiencias que he tenido y observaciones que he hecho sobre la vida. Me pregunto si no hay dos maneras útiles para usar la palabra budista, que reflejan cierta realidad del ser humano, y que nos dirigen hacia la hipótesis de que hay dos categorías fundamentales del Budismo. No estoy hablando de Theravada y lo que se han dado en llamar Mahayana, sino de lo que llamo budismo con "b" minúscula y Budismo con "B" mayúscula.

La palabra "budismo" con "b" minúscula viene de la antigua palabra "buda", con su significado literal que quiere decir "despierto o iluminado" y también del sufijo de latín "ismo" que quiere decir "práctica de". Entonces "budismo" significa "la practica de estar despierto." También, la practica de despertar. Para mí esta palabra tiene su sentido, o aplicación, genérico, intrínsecamente humano. Otra categoría de budismo es el Budismo con B mayúscula. El Budismo institucionalizado. Esto es el Budismo Zen, el Budismo Tibetano, el Budismo Theravada, etc.

Cuando Shakyamuni Buda despertó, claramente vivió una experiencia más allá del alcance de las ideas, conceptos y palabras. Aún la palabra Buda no alcanza para describirla. No obstante, tal despertar se manifestó mediante la forma humana de Shakyamuni Buda y resultó en una reacción muy humana. Quiso compartirla con nosotros, para aliviar el sufrimiento. Esto es el qué. ¿Pero cómo? Supo inmediatamente que no se puede transmitir tal iluminación con explicaciones. Entonces se puso a pensar y aparentemente (y afortunadamente) fue bastante inteligente, y pudo recapacitar toda su experiencia con mucha claridad y sintetizó una manera de expresar los fundamentos de la vida y un camino de práctica que nos da la oportunidad de despertar también. Puso su mente de ideas y conceptos a trabajar sobre el problema humano de cómo transmitir esta inefable experiencia a otros, y este trabajo dio como resultado la fórmula de las Cuatro Nobles Verdades y el Sendero Óctuple. Agregó al budismo esencial una estructura explicativa e intelectual, entonces, conscientemente creó el Budismo institucional. Con el tiempo, en una evolución inevitable y muy natural, tal institución fue cambiando hasta que aparecieron miles de instituciones Budistas con B mayúscula.

Me siento un poco tonto de siempre estar aclarando si minúscula o mayúscula, pero si no, ¿cómo van a saber de cuál de las dos estoy hablando?. Puede ser por el contexto, en esto uno tiene que poner mucha atención. Aunque esto es un encuentro o evento budista, no sé cuántos de ustedes son Budistas. En nuestro grupo, el Centro Zen de México todavía la mayoría de los miembros no son Budistas en un sentido oficial, o institucional. La mayoría son católicos. Al mismo tiempo todos son budistas.

Ahora quisiera hablar más en un nivel plural, no tanto ahora qué hago, pero ahora qué hacemos. Primero, repasemos brevemente un poco qué hemos hecho hasta la fecha actual. Algo de la historia de la Comunidad Budista se puede leer en nuestra página web. En resumen, empezamos hace muchos años pero solamente hace cinco años nos reunimos regularmente. Desde 1997 hemos tenido 46 reuniones mensuales y tres eventos o encuentros. En toda la historia han participado aproximadamente 18 grupos budistas. En las juntas mensuales llegan un promedio de 6 grupos. Cada año hay un promedio de 6 o 7 grupos que asisten por lo menos la mitad de todos las reuniones del año. Hemos organizado tres encuentros y un día de servicio comunitario. Hemos traducido y publicado un libro. Hemos asistido aproximadamente a 20 eventos interreligiosos, y mantenido relaciones de amistad y fraternidad con la iglesia católica, otras iglesias cristianas, las comunidades del Islam, Judía, Hindú, Shik Darma y de la Mexicanidad. Entre los grupos que participan en la comunidad budista hay respeto, amistad y apreciación mutua. Siento que hemos tenido bastante éxito en lo que pretendemos hacer. De cierto punto de vista es fabuloso.

Mientras, los grupos individuales también siguen madurando y fortaleciendo sus prácticas. El Centro Mexicano de Budismo Theravada ha fundado el Dhamma Vijara en Jalapa. En esta misma zona de la Ciudad de México -las colonias Roma y Condesa- hay cinco grupos, algunos con nuevas instalaciones, Casa Tíbet, Casa de Meditación Vipassana, Garuda Asociación Cultural Tibetana, la Sociedad Budista para la Sabiduría Compasiva y El Centro Budista de la Ciudad de México. En este rumbo quizás hay más centros de práctica budista que otras iglesias no católicas. Vemos con regularidad el surgimiento de nuevos grupos y nuevos proyectos. Creo que se puede decir que la enseñanza budista en sus varias formas está disponible y es accesible a toda la población del D. F., es decir, toda dentro de ciertos niveles económicos. Definitivamente he visto un crecimiento notable durante mis 16 años en México. No digo que hay grandes números de miembros en nuestros grupos, pero siento que hay una madurez y profundidad y que estamos en buen camino, estableciendo una base y un ambiente de práctica seria en el que el budismo puede florecer.

Otra cosa maravillosa es que, debido a sus años de estudios y práctica sincera, varios de ustedes se han capacitado para enseñar el dharma y guiar nuevas generaciones de practicantes. Toan, Tony Karam, Chakkaratani, Gerardo Galli, Upekshamati, Rocío Hernández, Amalia Gómez, entre otros. Hace poco vino el Maestro Bodian de Rochester para formalizar un logro y una nueva etapa para Casa Zen, reconociendo a Gerardo como maestro en el linaje de Roshi Kapleau.

Al mismo tiempo siguen llegando a México los venerables maestros de otros países, en todas las tradiciones Budistas, y espero que algunos vayan a establecer residencia aquí. No debemos tener prisa de independizarnos de estos maestros altamente preparados. La transmisión del dharma de un pueblo al otro es algo de muy largo plazo. Por ejemplo, históricamente, la transmisión de India a China o de China a Japón fue un proceso de cientos de años. Ahora todo el occidente Budista está aprendiendo de Asia.

Sin duda, el estado de la práctica budista en México y su potencial para un desarrollo sano es un rayo de luz para mí. ¿Qué hacemos?: Simplemente seguimos. Pero debemos acordarnos que la buena fortuna que tenemos ahora no es un accidente. Viene de muchos años de trabajo. Muchísimos años, no 16 años, ni 30 años, muchísimos...

Esto me recuerda de algo que decía el Maestro Ejo Takata. Él dijo: México no necesita el Zen, el zen necesita a México. Es un dicho de un Maestro zen japonés, entonces debemos captar su sentido sin analizar, sin discusión. Admiro este dicho, pero yo no puedo decirlo igual que él. Solamente ofrezco unas observaciones quizás demasiados obvias. Creo que el budismo con b minúscula siempre ha estado aquí. Si no, el Budismo institucional no encontraría donde sembrase.

El Sutra del corazón dice: Avalokitesvara boddhisatva, haciendo la práctica profunda del prajna paramita, vio claramente el vacío de todas las cinco condiciones (de la vida, los skandhas). En el libro sobre la filosofía Náhuatl, de Miguel León-Portilla, se dice que Quetzalcóatl es quien, en una profunda meditación, se dio cuenta de la verdadera naturaleza de Ometéotl, Dios de la Dualidad, "más allá de los cielos" (en el vacío), y que éste es "el sostén del mundo". Me pregunto, si no hay aquí un budismo (con b minúscula) prehispánico.

Quizás el budismo llegó también con los españoles, no tanto con los conquistadores, pero con miles de hijos y hijas de Don Quijote y generaciones tras generaciones de inmigrantes, buscando un espacio para vivir, los frailes buscando dónde y como dedicar sus vidas, como Jesús, a los más pobres y oprimidos. Las miles de personas que huyeron de la Europa fascista, de los dictadores.

El budismo, tanto el Budismo institucional como el budismo intrínseco que surge del corazón del ser humano, son rayos de luz para nosotros. No obstante, son rayos de luz entre muchas nubes oscuras. Mi propósito personal no es tanto despejar todas los nubes afuera de mí, sino ver dónde tienen sus orígenes adentro de mi, dejando que la luz se expanda lo más posible.

Hablando de la comunidad budista, hay mucho que podemos hacer, solamente tenemos que escoger cuidadosamente algo razonable y hacerlo bien, y luego pasar a otra cosa. Cuidadosamente, porque hay cosas que podemos hacer y también hay cosas que simplemente no podemos ahora. Más en concreto, podemos tratar de incluir más grupos. ¿Por qué no participan? ¿Cómo mejorar la comunicación? Quizás algunos grupos no tienen confianza, porque han visto la gran tendencia de las organizaciones de volver al egoísmo. Algunos deducen que un grupo más amplio significa un ego más grande. ¿Podemos superar este miedo? ¿Superarlo tanto, tan obviamente, que se busque a la comunidad como un refugio para escapar del egoísmo?. ¿O como un espejo para ver más claramente el mío?.

Siempre he pensado y a veces he dicho que lo más importante es la práctica individual, y ésta funciona mejor en un grupo, o sangha particular, con un maestro o guía, y con ellos uno debe hacer su compromiso. No obstante, la práctica en la comunidad vale, y puede ayudar. Podemos definir proyectos y cumplirlos con compromiso. Podemos reflexionar sobre la ética budista. Los preceptos, el vinaya. Qué maravilloso si el Budismo puede llegar a tener fama por su honestidad y su entrega. Puede llegar el día en que la gente se alegre de encontrar un oficial o una secretaria o un burócrata budista, sabiendo que van a recibir justicia y buen trato simplemente porque son seres humanos. También podemos dar énfasis en lo que es fundamental, en lo que tenemos en común. ¿Qué pasará si dejo de dar tanto énfasis en lo que es mío y pienso más en el bien de todos?

La comunidad Budista tiene algo que ofrecer. Algo importante, hasta casi algo clave en el desarrollo óptimo del Budismo en México. La difusión del dharma tiene una infinidad de canales. Algunos son pequeños, otros grandes, hay lo estrecho y lo amplio, lo veloz y lo lento. En México, ahora, siento que la comunidad budista es una vía amplia y eficiente y ofrece un campo de práctica que complementa la práctica de los grupos individuales. Puede constituirse en otro ejemplo de seres humanos trabajando juntos con ausencia de egoísmo. Todo el mundo está buscando esto. Dejen que esto sea visible, para que todos se alegren y animen.

La vida que tenemos ahora es la cosa más preciosa. Es como una joya infinita con miríadas de facetas, cada una reflejando una imagen transitoria y única, la cual es TU vida en este instante. La esencia real de esta joya no es atrapable o definible con ideas y conceptos, no obstante, está siempre presente y podemos enseñarla con la acción. Todos somos esta misma joya. No hay nada o nadie afuera. Para mí, esto es el budismo esencial, con b minúscula. No tenemos que cuidarlo, ya es indestructible. Más bien, nos está cuidando y el desaparecer y renacer en cada momento es su naturaleza y su preciosidad. Esto es el llamado budhadarma. Esto es nirvana.

Pero, ¿por qué no lo vivimos simplemente así? Porque así somos, y hay miles de enseñanzas acerca de ello. Siendo seres humanos, vale la pena estudiarlas en una manera ordenada, organizada, con guías y hermanos y hermanas mayores en el dharma que han caminado por este camino. Esto es el Budismo institucional. Éste, sí, debemos protegerlo y transmitirlo sin distorsiones del egoísmo. Esto es el Dharma de Buda. Creo que la Comunidad Budista de México es un medio hábil, una herramienta, un recurso importante en ese proceso.

Bueno, venerables maestros y compañeros, he tratado de cumplir con el deber de hablar. Gracias por su atención, felicidades por el Día de Buda y cuídate bien.

Tesshin Sanderson