"A la edad de 13 años, por temas de conflicto armado migré dentro de Colombia, desde un pueblo a la capital, y más adelante migré a México. (...) Son estos momentos en que el cuerpo se mueve y de la importancia también de poder encontrar estas redes y organizaciones que te apoyan, no sólo en el proceso migratorio, sino de todo lo que atraviesa tu cuerpo. Desde ahí empecé a ver la importancia de poder encontrar espacios para hablar de este tema, y más como mujer lesbiana, en donde la migración toca de una forma diferente.

(...) A mí lo que me atravesó de la migración además de los procesos administrativos, todavía hoy estoy en esa pelea para los documentos, es el tema de la cultura en este país, o tal vez es la forma de ver de con quien estaba compartiendo la vida en ese momento. Ella me hizo comentarios de que es ser una mujer lesbiana aquí en México, entonces me asustó. Yo en Colombia llevaba 10 años de activismo en organizaciones, en mi trabajo no tenía problema de mencionar y hablar de quién soy, ni qué me gusta sin ningún miedo a que me juzgaran, porque de alguna forma tenía una red, mi familia, amigos, profesión y también las organizaciones que me acompañaban. 

Y cuando llegué aquí a México, vine por el tema de estudios y me volví a meter en el clóset. (...) Lo que me hizo volverme a meter en el clóset, no mencionarlo ni en lo profesional, ni con mis amistades en mi pasada ciudad, en esta lo estoy haciendo un poco diferente, sin embargo me sigue costando. Y eso me atraviesa mucho en mi ser, en mi vida. De no poder moverme de una forma segura y expresarme. Justo porque me hace falta algo con que apoyarme. Lo podría mencionar como un tema de soledad con este cuerpo en este tránsito migratorio." 

Duliana Camacho Martínez. Activista.

@dulyCM

"Migré a Costa Rica hace 4 años y medio, y las razones de migración también hacen la diferencia. Yo migré porque tenía mucho interés de que una apuesta romántica (de una relación) funcionara, y esa es una de las grandes diferencias, y de los grandes asuntos que hacen que las mujeres migremos. (...) Las mujeres migramos también por asuntos del corazón y no sólo por asuntos económicos, o también por las violencias que nos llevan a otros lugares.

(...) A veces una cree que los temas de política pública no tienen nada que ver con la vida de una. Pero en mi caso particular vi que la política pública afectó y afecta de forma muy positiva mi ejercicio y vivencia en Costa Rica. Yo me fui para Costa Rica en agosto 2018, y en  enero del mismo año la CIDH había dado una respuesta a Costa Rica diciéndoles que era discriminatorio que las parejas del mismo sexo no tuviéramos reconocido nuestro derecho al matrimonio, y la verdad eso cambió todo. Porque la oportunidad de cambiar mi estatus migratorio inmediatamente varió. 

(...) En diciembre del 2018 el presidente de ese instante en Costa Rica, le dio un mensaje a su país diciendo "vamos a reconocer los matrimonios de personas del mismo sexo, pero con un ejercicio muy similar al que había sucedido en Colombia, donde la la Corte dijo "sí, pero le dio al país algunos meses para hacer los ajustes necesarios". Y para parejas del mismo sexo que nos hubiéramos casado fuera del país el presidente dice "vamos a reconocer el matrimonio de parejas del mismo sexo que se hayan casado fuera del país, donde ya sea reconocido". Entonces tomamos la decisión de venir a Colombia, donde ya el matrimonio de personas del mismo sexo está reconocido hace ya más de 10 años, casarnos aquí en Colombia y regresar con el papelito del matrimonio a Costa Rica; eso implicó que la primera persona en Cetroamérica que es reconocida por matrimonio del mismo sexo por temas migratorios soy yo. Y eso cambia la película de cómo la migración sí está afectada definitivamente por la forma en la que los Estados se comportan con sus ciudadanos. En este instante yo estoy regresando a Colombia. (...) Yo en este instante ya soy una ciudadana costarricense y a la hora que ya me nacionalicé como costarricense, la posibilidad de retornar por ejemplo, es una alternativa viable. 

(...) El tema de la migración para las personas lesbianas, bisexuales, mujeres trans y no binarias, es un asunto que nos afecta de forma diferencial. (...) Entonces no nos pueden tratar o acompañar ni las organizaciones que trabajan migración, ni las organizaciones de mujeres bisexuales, lesbianas y trans, porque no saben como. Entonces ahí hay una brecha que necesitamos ver cómo cerrar."

Iliana Maria Espitia Sutachan, 2023

@ilipitia

"Cuando yo llegué a los Estados Unidos todavía no me identificaba como una persona trans, empecé mi transición aquí, porque si yo estuviera en México, todavía creo que no hubiese tenido ese valor de enfrentarme a lo que es la realidad en México, porque desafortunadamente México todavía sigue siendo y seguirá siendo, si no cambia la forma de pensar de nuestra gente, el segundo país con más violencia hacia nuestras comunidades trans. Y lo peor es que mujeres trans están siendo asesinadas todos los días, y también mujeres cisgénero. (...) Muchas de nuestras comunidades, con las cuales yo trabajo, son pers0nas que vienen de campo, que no saben leer ni escribir. Algunas personas tampoco hablan perfectamente el español, ahora imagínate el inglés. Especialmente cuando cruzas la frontera, eres una persona de color, no tienes documentos en este país y no hablas el idioma, es una barrera terrible. 

Cuando llegué yo empecé siendo mesera en un restaurante aquí en Manhattan, pero aún así la discriminación hacia una persona de la comunidad gay existía un poco, no tanto, pero sí algo. Ya cuando yo empecé a hacer mi transición y mi cuerpo empezó a cambiar me corrieron, me despidieron, me dijeron "lo sentimos, no hay más empleo para ti", y eso  estando aquí en Nueva York, ahora imagínate las personas que viven en nuestros países de origen ¿qué tipo de violencia existe? ¿qué tipo de discriminación pasan? Y por eso muchas de nuestras comunidades deciden migrar, no a otro país de América Latina, porque viene casi siendo lo mismo, sino que deciden emigrar a Estados Unidos u otros países que son más progresistas en estos temas. Aunque estando aquí en Nueva York que se supone que somos una ciudad santuario, donde se supone que somos protegidas y sí hay leyes que protegen a nuestras comunidades también hay violencia. Pero la cuestión está en que muchas de nuestras comunidades cuando cuando estamos buscando empleo, tenemos la capacidad, tenemos las ganas de un empleo digno, y no se nos abren las puertas. Y muchas terminan haciendo trabajo sexual para sobrevivir. Y es una forma de sobrevivir tanto aquí en los Estados Unidos, como también en nuestros países de origen. 

Entonces estamos hablando de que migrar a un país que tú desconoces, que tú tal vez no tengas familia, pero nosotras construímos nuestra propia familia donde nosotras estemos. Como comunidad tenemos esa capacidad de enrolarnos en nuestras propias comunidades y crear familia. No necesariamente tenemos que estar siempre con nuestras familias de sangre, creamos esas comunidades. (...) 50 años atrás no teníamos las mismas oportunidades que tenemos ahora, entonces la lucha tiene que seguir, y nosotras como comunidades podemos levantar la voz, porque hay personas que no tienen esa oportunidad, porque desafortunadamente el machismo, la transfobia, la homofobia se las ha quitado. Entonces tenemos que seguir estando fuertes, construyendo comunidad, construyendo puentes y seguir luchando, porque no estamos hablando de las vidas de las personas que no conocemos, sino de nuestra  propia existencia como personas, como comunidades trans. Independientemente si somos comunidad trans, comunidad LGBT, simplemente somos mujeres que queremos vivir y existir. 

Bianey García, 2023

@bianeygarciaofficial