Stiles ya estaba en el desván de Derek cuando finalmente llegó la manada. Él, Erica y Boyd habían estado allí durante unas horas, esperando que apareciera el resto. Derek había sido enviado a comprar algunos comestibles ("Derek, esta es una manada de hombres lobo adolescentes, ¡nada funcionará si no hay comida en la casa! ¡No estoy siendo una mamá gallina quisquillosa!"), Y Stiles tenía que hacer un poco de chocolate caliente para el resto de ellos ("Sí, Erica, puse azúcar en la tuya, sé cómo lo tomas").

Scott entró primero, agarró su taza de chocolate caliente y se sentó en el piso de la cocina. Su cabello estaba mojado y su ropa estaba cubierta de barro. Stiles agradeció de repente que ser el único humano de ellos que jugara lacrosse significaba que estaba excluido del entrenamiento en temperaturas demasiado húmedas o extremas.

Jackson e Isaac caminaron detrás de él, e Isaac inmediatamente se dirigió hacia Stiles. No lo abrazó, gracias a Dios, su ropa estaba sucia, sino que le dio un beso en la mejilla. — Hola mamá. — Dijo, sonriendo con picardía ante la expresión de Stiles. 

El adolescente frunció el ceño ante el comentario y levantó un puño para que Jackson golpeara el puño. Entonces notó la ausencia de su reina. — ¿Dónde está tu novia, Angelwolf? — Le preguntó a Jackson, mientras los hombres lobo recogían sus tazas respectivamente.

Jackson se encogió de hombros, tomó un sorbo del chocolate y gimió positivamente. Se contuvo y se sonrojó al responder rápidamente. — Ella dijo que tenía que terminar la tarea y que no podía venir. — Él explicó.

Stiles tarareó, mientras levantaba su teléfono para ver la hora. — Son las 2:25. — Levantó la vista hacia Isaac y los otros dos. — Ustedes tres, quítense esa ropa horrible y dúchense. Pongan la ropa en la canasta del baño de arriba. — Se giró hacia Boyd. — Derek debería traer a casa suficiente despensa para hacer una comida decente. Deja que tus habilidades mágicas de cocina se vuelvan locas. — Terminó poniéndose de pie.

Erica lo miró confundida. — ¿A dónde vas? — Preguntó, haciendo un puchero cuando Stiles se puso el abrigo.

La chispa envió un beso en dirección al hombre lobo rubio. — No te desesperes, Catwoman. Volveré antes de que puedas decir macarrones con queso. —

Boyd arqueó una ceja. — ¿Estás tratando de decirme sutilmente que quieres que cocine macarrones con queso? — Preguntó el hombre lobo. 

Stiles solo sonrió y cerró la puerta ante eso.

Llegó a la casa de Lydia en menos tiempo del que debería, considerando la cantidad de lluvia que caía.

— ¡Hola, señora Martín! — dijo la chispa, intentando una pequeña reverencia cuando la mujer abrió la puerta.

La madre de Lydia le devolvió una pequeña sonrisa. — Hola, Stiles. —

Su padre una vez, por alguna razón inexplicable, decidió salir con ella. Stiles todavía tenía pesadillas.

Nathalie Martin obviamente sabía sobre hombres lobo y cómo Stiles se había convertido en una especie de madre para toda la manada. Ella lo encontró lindo.

— Lydia está en su habitación. — Dijo la señora martin, mientras desaparecía de nuevo en la sala de estar. Stiles realmente conocía muy bien la residencia de los Martin.

Gritó un agradecimiento y subió las escaleras en dirección a la habitación de Lydia. Llamó a la puerta y abrió solo después de que Lydia, dijo. — Entra. —

La niña estaba sentada en su escritorio, con un bolígrafo en la mano mientras garabateaba algo en un papel. — Hola, Stiles. — Ella dijo, sin levantar la cabeza de su libro.

Stiles le sonrió y se quitó la chaqueta y los zapatos. Puso los zapatos en ángulo antes de moverse detrás de la niña.

— Entonces, ¿por qué estás evitando el resto de la manada? — Preguntó, mientras cerraba el libro de Lydia. 

Lydia suspiro. — Estaba haciendo la tarea. Jackson te debió haber dicho eso. —

Stiles se burló. — Reina, eres Lydia Martin. No tienes tarea que hacer. Terminas toda la tarea de la semana desde el lunes pasado, y no tenemos más tarea. — La niña se mordió el labio y Stiles suspiró. Levantó la mano y la ayudó a levantarse, antes de empujarla suavemente sobre la cama.

Se tumbó sobre él, quitándose los zapatos, y Stiles se acurrucó junto a ella. — Entonces... dime, ¿qué pasa, bebé? — Preguntó, suavemente, mientras acariciaba su suave cabello.

Lydia cerró los ojos. Estaba claro que ella estaba debatiendo si era honesta o no. Luego los volvió a abrir. Su voz sonó un poco rota cuando habló. — No soy un hombre lobo. — Ella susurró al final.

Stiles le sonrió suavemente. — Yo tampoco. —

Lydia sacudió la cabeza repetidamente. — No, no lo entiendes. La manada... Son todos hombres lobo, con poder de hombres lobo. Eres una chispa: tienes grandes poderes de chispa. — Ella suspiró. — Solo soy un alma en pena. ¿Qué puedo hacer, excepto gritar? —

Las cejas de Stiles se están frunciendo. — Lyds... Eso no es cierto. Tú y yo sabemos que esto no es cierto. —

Lydia se mordió el labio. — No puedo entrenar con ustedes adecuadamente. Nunca se sabe cuándo usaré mi poder o algo así, y odio detener a todos. —

Stiles la miró, decidido. — Eso no es verdad. Si quieres, puedo entrenar contigo. Puedo enseñarte combate. Solo necesito no usar mis poderes de chispa, y luego soy un humano como tú. — Aseguró, preocupado.

Lydia asintió con la cabeza. Luego levantó la vista de nuevo, un poco nerviosa. — No soy un hombre lobo, pero... —

Stiles leyó las palabras en sus ojos y le dedicó una dulce sonrisa mientras la besaba en la cabeza. 

— Lyds, no necesitas ser un hombre lobo para ser mi cachorro. Tu y el resto, no son mis cachorros solo porque son hombres lobo. Ustedes son mis cachorros porque me preocupo por ustedes. — Junto sus narices. — Eres mi pequeña princesa, cachorra. — Dijo riendo.

Lydia sonrió ante eso y abrazó a Stiles. — Gracias, Stiles. —

— Está bien, reina. Ahora dime quién te dio todas estas ideas equivocadas. — Él ordenó.

Lydia se sonrojó y parecía un ratón atrapado. Estaba claro que ella hubiera preferido no hablar de eso en absoluto, pero Stiles la miró con una expresión seria y muerta en su rostro. 

— Aiden. — Dijo al final, mordiéndose el labio.

Stiles se quedó sin expresión por un segundo. Luego le sonrió de nuevo. — Oh. Eso estará bastante bien. — Se puso de pie, listo para agarrar sus zapatos y su chaqueta. — Vamos, Lyds, la manada está esperando. Estoy 79% seguro de que Boyd hará su famoso macarrones con queso. —

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— Lydia! ¡Creí que tenías tarea que hacer! — Dijo Erica, cuando ella y Stiles finalmente entraron en la habitación. La chica no se dio cuenta de la vacilación de Lydia cuando la envolvió en un abrazo, acariciando su nariz con el cuello.

Antes de que la niña pudiera responder, Isaac se unió al abrazo, mientras Scott y Jackson ayudaban a preparar la mesa. Jackson arqueó una ceja. — Hola, esa es mi novia. — Bromeó, dejando el último plato.

Stiles le sonrió mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello de Jackson desde atrás. — ¡Angelwolf, pensé que era tu único! — Él acusó.

Jackson puso los ojos en blanco, pero acarició suavemente la mano de Stiles. — Papá... Quiero decir... Derek está tratando de arreglar la televisión en la sala de estar. — Dijo en su lugar.

Isaac sonrió. — Dijiste ~"papá"~... Stiles es mamá, Derek es papá y nuestra manada es en realidad una familia. —

Stiles llamó la atención de Lydia cuando Derek salió de la sala de estar y la abrazó.

Sí. Eran una familia.

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(Stiles no había olvidado a Aiden. Estaba en serios problemas por hacer que su reina se sintiera mal consigo misma. Problemas muy profundos).