Cuando Stiles tenía 6 años había un cuadro pegado en la pared del salón, junto a la televisión. Era una de esas cosas que siempre lo hacían detenerse y mirar por un rato, por lo bonito que era.

Era una foto de su madre y su padre, vestidos con sencillos trajes de boda y la más radiante de las sonrisas en los rostros de ambos. John Stilinski estaba sonriendo a la cámara, pedazos de arroz en su rostro mientras que Claudia miraba a su esposo, la felicidad y el amor en su sonrisa eran casi tangibles.

Antes de morir, Claudia quitó la foto para guardarla en un lugar seguro, y Stiles aún recordaba lo que le había dicho ese día. — Un día vas a conocer a una persona que es tan perfecta y hermosa que hará que todo tu pecho se sienta apretado. Te vas a enamorar de ellos y va a ser hermoso. — Ella había sonreído. — Y te vas a casar con ellos y serás feliz por el resto de tu vida. — 

Y Stiles había pronunciado inmediatamente un nombre. — ¿Derek? — 

Su madre se había reído de él, pero había un brillo de complicidad en sus ojos, prueba de que sabía más de lo que dejaba ver. — Por supuesto. Un día, Derek y tú serán la pareja más feliz del mundo. — 

Y ahora allí estaba, tratando de respirar mientras Scott ajustaba la corbata alrededor de su cuello el día de su propia boda. Su garganta se sentía seca y ni siquiera podía hacer una broma sobre la pajarita alrededor del cuello de su mejor amigo.

— Ahí tienes. — Decidió el chico más bajo, finalmente dando un paso atrás y admirando su trabajo. Sonrió satisfecho de sí mismo. — No está nada mal. En realidad te ves muy bien, amigo. — 

— ¿Es bastante agradable? — preguntó Allison, caminando dentro de la habitación con una gran sonrisa en su rostro. — Te ves elegante, Stiles. — 

Stiles esbozó una sonrisa ante eso. — Tú misma te ves muy bien, Robin Hood. — 

La chica entrecerró los ojos hacia él sorprendida. — Stiles... ¿estás nervioso? — 

— ¿Quién está nervioso? — preguntó otra voz cuando Erica finalmente entró en la sala de preparativos.

Stiles realmente no tenía idea de cómo ella, Boyd o Derek habían logrado ocultarle el hecho de que estaba embarazada. Había estado sintiendo algunas cosas extrañas en el vínculo de la manada, pero lo había atribuido a la situación de Cora/Isaac/Jackson/Lydia. Solo pensar en Lydia hizo que le doliera un poco la cabeza y el corazón. Hace 3 meses se había ido y todavía me dolía pensar en ello.

Era aún más irónico que se hubiera ido antes de descubrir que una de sus amigas más cercanas, su compañera de manada, también estaba embarazada, y Erica tenía 4 meses cuando Lydia se fue, y ahora solo faltaban 2 meses para su fecha de parto.

La chica rubia arqueó una ceja a su mejor amiga. — Stilinski, ¿estás nervioso? ¿Por qué diablos estarías nervioso? — 

Él la miró. — Se supone que es el mejor día de mi vida. En menos de 20 minutos me pondré de pie y la tía Talia me acompañará por el pasillo y Derek y yo nos casaremos para siempre. Me pregunto qué podría tenerme preocupado, ¿verdad? — 

Allison intercambió una mirada con Erica y Scott, antes de que el trío se acercara a él. — Stiles... tú y Derek son compañeros. ¡Literalmente están destinados a estar juntos para siempre! Lo amas y él te ama, ¿qué es lo que da miedo en eso? — preguntó ella, pasando una mano por su cabello, con cuidado de no desordenarlo.

Stiles suspiró, inclinándose hacia el toque. — Se siente como el final de algo. Como cuando terminamos la escuela secundaria. — Sacudió la cabeza. — No me van bien los finales, lo sabes. Ya tengo a Lydia que dejó la manada, todavía no tenemos idea de quién lastimó a Cora esa noche, y estoy a punto de casarme con Derek y yo solo... ¿y si no es algo bueno? Quiero decir, todavía estoy aprendiendo cosas sobre mí mismo. ¡Hasta hace unos años ni siquiera sabía que Ally era mi hermana! Demonios, guardé recuerdos de nuestro primer encuentro con él, yo... — 

— Chicos, ¿me dejarían tener una charla rápida con Stiles? — Preguntó una voz.

Para un grupo de dos hombres lobo, una cazadora y un mago, se asustaban demasiado fácilmente. Talia los vio salir corriendo divertida, antes de mirar a Stiles de frente.

La morena suspiró. — ¿Sentiste que podría dejar a tu único hijo de pie en el altar? — preguntó, comenzando a jugar con su corbata de nuevo.

Talía resopló. — No, aunque, con tantos hombres lobo presentes, probablemente podríamos encontrarte, mago o no mago. — Ella dijo, con aire de suficiencia.

Ahora fue el turno de Stiles de resoplar, arqueando una ceja. — ¿Te importaría apostar? — 

— En un día en el que no te vayas a casar, tal vez. — Ella se rió entre dientes, apartando suavemente sus manos de su corbata. — En realidad estoy aquí para contarles una historia. — 

— Suerte la mía. — susurró Stiles, ganándose un golpe en la nuca. — Lo siento, Tals. — 

El lobo alfa simplemente se sentó en la silla junto a él, admirando la forma en que el azul de su traje y el vestido púrpura de ella se complementaban entre sí. Gracias, Isaac, Jackson y Erica, por encargarse de cada detalle de la boda.

— Estuve allí, ya sabes. El día que tu madre se casó. — Empezó Talia, llamando inmediatamente la atención de Stiles sobre ella. — Claro, las fotos de la boda los hacen lucir increíbles juntos y muestran lo felices que estaban juntos. Lo que no muestran es el hecho de que tu madre se escapó el día antes de la boda. — 

Stiles la miró en estado de shock, pero Talia solo se rió. — Sí. Justo después de su despedida de soltera, mi chica salió disparada saltando por la ventana. Me tomó horas rastrear la. — 

Un pensamiento repentino golpeó al hombre. — ¿Es por eso que hiciste que Jordan y Malia vinieran a mi despedida de soltero en lugar de Laura o Cora? — 

La loba no respondió, pero su sonrisa contó todas las historias. — Cuando finalmente la encontré, me rogó que cancelara la boda y la dejara salir del estado con un nombre falso. ¿Y sabes lo que le dije? Le dije que podía irse a casa y tener una buena noche de descanso y casarse al día siguiente, con el vestido más hermoso que el dinero pudiera comprar, con el velo más lindo y el anillo más brillante, con el hombre que amaba más que a sí misma. O podría huir y dejar que alguien más se case con Johnathan en su lugar. — Miró el reflejo de Stiles en el espejo. — Te pareces mucho a ella, ¿sabes? Cuanto más envejeces, más te pareces a Claudia. — 

Stiles vio a Talia ponerse de pie y presionar un pequeño beso en su mejilla antes de salir de nuevo y volvió su atención al espejo. Tenía los mismos ojos y cabello que su madre y, según todos los que conocía, también tenía el mismo temperamento.

Y pensó en su padre hablándole con lágrimas en los ojos sólo unas horas antes, cuando habían desayunado juntos. Y lo que le había dicho.

— Siempre supe que llegaría este día. El día en que mi único hijo iría a casarse, comenzando una nueva vida en la que ya no me necesitaría. Y pensé que cuando llegara ese día, lloraría de tristeza y te vería partir con el corazón apesadumbrado. Supuse que seguiría odiando al hombre que estuviera allí para alejarte de mí. Pero es Derek... Eres tú y Derek, finalmente casándose el uno con el otro. Y no importa lo lejos que miro, no puedo encontrar una onza de amargura en todo mi cuerpo. Lo único que puedo encontrar es la felicidad, porque tú, hijo mío, has encontrado algo tan hermoso ya la vez tan raro. Has encontrado el amor verdadero. Y sé que mi madre estaría encantada de saber que tú y Derek se casarán y usarán los anillos que usamos tu madre y yo, que mi madre y mi padre usaron para unirlos en uno de los días más importantes de su vida. Te amo hijo. — 

Y luego pensó en la foto, esa foto que no había visto en tantos años con su madre sonriendo brillantemente al lado de su padre, el amor en los ojos de ambos, y se puso de pie.

༺❀༻

La boda en sí misma había sido planeada para ser un pequeño evento, a pesar de que Isaac, Erica y Jackson se habían sentido muy ofendidos cuando se les dio esa instrucción. Era solo su manada, la manada de su familia, algunos tíos y tías, así como el equipo de Winchester. Sam y Dean se veían un poco incómodos incluso desde donde estaban sentados junto a John Stilinski, pero Castiel parecía estar pasando el mejor momento de su vida.

La mayoría de la manada de Hale—Stilinski ya estaba sentada, charlando animadamente entre sí, excepto Isaac, Scott y Boyd, que estaban de pie junto a Derek bajo el arco nupcial.

La primera fila estaba ocupada en su mayoría por las familias inmediatas de Stiles y Derek, a pesar de que Derek le había suplicado a su madre que sentara a Peter lo más lejos posible de la primera fila. Luego estaba el grupo Hale y Hale—Stilinski, con Kira, Malia, Erica, Jackson y todos los demás. Los miembros más jóvenes de la manada Hale (Mason, Liam, Hayden) se sentaron junto a los Winchester, probablemente para evocar algún tipo de simpatía en caso de que decidieran asesinar a todos los demás en la ceremonia.

Decir que el Alfa estaba nervioso habría sido una subestimación. Aquí estaba él en su propia boda con su pareja con todo tipo de criaturas sobrenaturales sentadas y a punto de ser oficiadas por un cazador de hombres lobo, un Argent.

— Amigo, ¿estás bien? — susurró Scott, mirando preocupado la forma en que su Alfa casi se tensó cuando Allison comenzó a tocar el piano.

Boyd resopló ante las payasadas de su mejor amigo. — Está a punto de mearse porque está aterrorizado. — Le susurró a Scott, ignorando la mirada que Derek le envió.

Scott asintió con la cabeza en comprensión, dándole una palmadita comprensiva en la espalda. — Stiles estaba tan nervioso como él. Estoy bastante seguro de que en un momento trató de estrangularse con la corbata. — 

Eso llamó la atención de Derek. — ¿Stiles está nervioso? — preguntó, sus ojos se clavaron en Scott.

El lobo más joven hizo ademán de responder, pero luego su boca se abrió con sorpresa. — Stiles es... oh wow, él viene. — 

Derek se dio la vuelta como todos los demás en el claro y su boca cayó por completo. Dado que el claro no estaba muy lejos de la casa Hale, lo que Erica y Jackson habían decidido era usar un camino de pétalos de flores en lugar de una alfombra roja más tradicional. Así que ahora, Stiles parecía un príncipe, caminando por el camino de las flores con su hermoso traje azul y mirando directamente a Derek con tanto amor que el hombre lobo podría haberse ahogado.

Su madre estaba caminando con él y podría haberse visto hermosa, pero Derek no lo habría sabido. Todo lo que podía ver era a Stiles, y cuando lo miró directamente a los ojos, fue como si todas sus preocupaciones desaparecieran, dejando que la alegría y la felicidad puras florecieran en su pecho y...

— ¡Que nadie se mueva o disparamos! — vino una voz, lo suficientemente fuerte y estridente como para desviar la atención de Derek de Stiles.

De pie allí, con las armas en sus manos, había unos 10 cazadores, su expresión variaba en varios grados de preocupación y emoción.

El que había hablado antes, ¿quizás su líder? — se movió un poco hacia adelante, burlándose de ellos. — Puedes fingir que no estás haciendo nada más que tener una pequeña ceremonia de boda aquí, pero sabemos quién eres. O mejor, lo que eres. — 

— Oh hombre. — Susurró Isaac, su mirada fija en el pasillo como si los cazadores fueran solo un montón de moscas inocuas.

Stiles soltó el brazo de Talia, su rostro completamente en blanco cuando se giró para mirarlos. — Este es el día de mi boda, así que me siento generoso. Te daré 60 segundos para irte y volver otro día cuando no me vaya a casar. — 

El líder se rió, un sonido horrible, apuntando su arma a la cabeza de Stiles. — Ni una gran oportunidad en el infierno, niño pequeño. — 

Dean Winchester y Chris Argent se miraron a los ojos, ambos rodaron los ojos al mismo tiempo, mientras que la expresión de Stiles se contrajo en una de furia. — Muy bien. — Dijo la morena y luego se movió.

Se abalanzó sobre el cazador más cercano, pateándolo en el pecho y haciéndolo chocar con el que estaba a su lado, mientras Allison sacaba una pequeña ballesta de su bolso y se la arrojaba.

Stiles agarró la ballesta e inmediatamente disparó el tranquilizante a un par de cazadores más, agarrando una de sus armas y golpeando a otros tres en la cabeza con ella. Luego golpeó la ballesta en la cabeza de otra persona, estrechándose y sin una herida de bala del líder. Le dio una mirada al hombre antes de darle un rodillazo en las bolas y dejarlo noqueado con un puñetazo en la cara.

— Imbéciles. — Murmuró, ignorando a todos los que aplaudían y se reían de él y simplemente caminó hacia el arco nupcial, ignorando tanto el pasillo de rosas como las miradas penetrantes de Erica.

Solo cuando volvió a mirar a Derek, su sonrisa volvió, más brillante que nunca y Derek ni siquiera podía escuchar lo que Chris o cualquier otra persona decía, ni siquiera podía preocuparse por el poco de sangre en su camisa. Boyd lo empujó un poco antes de darse cuenta de que era hora de que dijera algo.

— Sigue... — Susurró, apenas lo suficientemente alto para que el cazador lo escuchara.

— ¿Y tú, Myeczyslaw Genim Stilinski, tomas a Derek Jasper Hale como tu legítimo esposo, en la enfermedad y en la salud, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte te separe? — 

Stiles pareció tardar mucho en responder, lo suficiente como para poner un poco tenso al hombre lobo. Pero luego solo mostró su característica sonrisa. — No aceptaría a nadie más. Acepto. — 

Isaac se interpuso entre la pareja, dos anillos sobre un pequeño cojín rojo para ellos, una banda negra y plateada y una banda plateada y negra, anillos que habían estado en la familia Stilinski durante años.

Derek tomó el primero, tomando una de las manos de Stiles entre las suyas. — Desde el momento en que te vi en este claro por primera vez, supe que serías lo mejor o lo peor que me había pasado. Te recuerdo, de pie junto a mí con tu suéter rojo, llamándome McBroody y diciéndome cómo ibas a sacar la flecha de mi hombro con tus propias manos; y cuando descubrí lo que hiciste por mi manada, solo por la bondad de tu corazón, supe que lo eras para mí. Nunca creí en los compañeros o el amor a primera vista, lo siento mamá y papá, pero Stiles Stilinski, tú eras todo para mí. — pronunció, poniendo el anillo en su dedo, ignorando las risas y silbidos de la multitud.

Stiles le devolvió la mirada, parpadeando rápidamente mientras miraba esos ojos verdes tan familiares y tan llenos de amor. — Te tuve en un pedestal cuando era más joven. Recuerdo seguirte, fingiendo que eras algo que no eras. Pero luego hablé contigo, llegué a conocerte realmente, con tus defectos y todo. Y en lugar de desanimarme, eso me ayudó a enamorarme aún más de ti. — Volvió a sonreír, repentinamente tímido.

— Ab initio temporis, id est, usque in finem, non est meum futura auxilia erant. —

Él le sonrió. — Desde el principio de los tiempos, hasta el final, estabas destinado a ser mío. — Tradujo, empujando el otro anillo en el dedo del hombre lobo.

— Y por el poder que me ha sido otorgado por la manada Hale y el sitio ordained.com¹, los declaro esposo y esposo. Pueden besar el... oh lo que sea, solo uno de ustedes besa al otro. — 

El moreno rió, básicamente lanzándose encima de su novio—prometido—esposo. Bueno, el título podría necesitar un poco de tiempo para acostumbrarse, pero la sensación de los labios de Derek sobre los suyos cuando toda la manada, incluidos sus padres, estallaron en gritos de felicidad, definitivamente era algo que nunca sería desconocido.

Y cuando estaban bailando juntos en el claro, su manada gritaba y reía a su alrededor, Stiles supo que no había otro lugar en el que preferiría estar.

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— Sinceramente, no puedo creer que hayas luchado contra un grupo de cazadores en tu propia boda. — Resopló Cora, metiéndose un trozo de pastel en la boca. 

Ella, Laura y Daya, la hija de Laura, llevaban diferentes versiones del mismo vestido morado que su madre y, en la humilde opinión de Stiles, toda la familia Hale podría haber pasado por una familia real europea.

Stiles se encogió de hombros, mordiendo su rebanada con satisfacción. — Estaban a punto de intentar arruinar uno de los días más hermosos de toda mi vida. — 

Erica resopló desde donde estaba sentada, mirando a los cazadores atados y aún inconscientes. — Siento que esto se ha convertido en una especie de metáfora de toda nuestra vida. — 

— Gran estado de ánimo. — Stiles resopló, girándose para mirar donde Derek y su padre estaban riendo y hablando entre ellos. — Pero siempre ganamos al final, ¿no? — 

— Por supuesto que sí. — se rió Scott, arqueando una ceja. — Somos la manada Hale—Stilinski, ¿no? —