Cuando la manada decidió dividirse en dos para organizar la mejor despedida de soltero/a para Derek y Stiles, el hombre lobo Alfa había sospechado. Confiaba en su manada con su vida, por supuesto, pero en muchos sentidos, nunca habían superado su fase infantil de la escuela secundaria.

Pero como la primera parte de su despedida de soltero la organizó el Grupo B (Allison, Jackson, Isaac, Erica y Malia) no había sospechado demasiado. Claro, Erica estaba allí, pero estaba embarazada, ¿y entre eso y la presencia de Isaac? Atenuó la locura. Isaac no era el cachorrito lindo que era en la escuela secundaria, pero seguía siendo uno de los miembros más responsables de la manada.

El restaurante era bastante elegante y los dueños eran amigos de Boyd y Laura. Aunque ni el beta ni su hermana le habían hablado del tema ("todavía"), él sabía que estaban planeando abrir un segundo restaurante (no muy lejos de la panadería de Boyd) en Beacon Hills, y por eso estaban siendo amable con la competencia.

— Sabes... — comenzó después de que todos terminaron con sus platos principales y las conversaciones comenzaron a apagarse. — Fue una noche como esta cuando conocí a Stiles. —

Jackson fingió amordazarse de inmediato, pero Isaac lo empujó.

Derek fingió no ver, solo porque quería contar la historia en otro momento. — Cuando digo conocerme, me refiero a la primera vez desde que me quitó los recuerdos (léase ‘Confianza (Todo el mundo tiene que aprenderlo)’ de The Hale—Stilinski Pack). Era luna llena y estaba destinado a estar en casa, castigado. En cambio, estaba caminando por el bosque, tarde en la noche con una bolsa de comida, porque no tiene sentido de autoconservación.

Estaba en el bosque esa noche porque todas las betas se cancelaron en mí, así que estaba solo siguiendo las huellas de algunos cazadores que no habían sido anunciados en nuestro territorio. Las cosas se fueron, por algunas razones poco interesantes, al sur muy rápido, y muy pronto me estaban disparando, balas y flechas.

En un momento me golpearon y estaba escondido detrás de un árbol cuando apareció de la nada. — Él sonrió para sí mismo. — Parecía algo entre Caperucita Roja y un ángel, creo. Como algo salido de una leyenda, a pesar de que solo sostenía un par de bolsas de plástico.

Traté de atacarlo al principio, porque pensé que era un cazador, y solo me detuve cuando me dijo que era una chispa. Entonces, dejé que sacara la flecha de mi hombro. Cuando fue a hablar con los cazadores, a pesar de que me pidió que me quedara quieto, salí corriendo a casa de los Argent para poder contarle algo nuevo acerca de dejar que los cazadores entraran en la ciudad sin alertarme.

Pero, por supuesto, de una forma u otra, Stiles ya se había infiltrado en mi vida e iba a aparecer de nuevo. — Volvió a sonreír, mirando su copa de vino.

Malia le frunció el ceño. — Así no es como Stiles cuenta la historia. —

Derek inmediatamente levantó la vista, burlándose. — Porque Stiles miente. Todo el tiempo. — Terminó malhumorado, bebiendo su vino e ignorando las risas que estallaban a su alrededor.

— ¡Por ​​Derek y Stiles! — dijo Allison, levantando su vaso y salvándolo de más vergüenza con una sonrisa.

— ¡Por ​​Derek y Stiles! — llamó a todos los demás.

Erica negó con la cabeza, mirando con admiración. — Todavía no puedo creer que te vayas a casar primero de la manada Hale—Stilinski. Siempre pensé que sería otra persona, como Scott y Allison. — Ella suspiró, sacudiendo la cabeza.

Jackson arqueó una ceja. — Todavía tengo mi dinero para que todos se despierten un día con un mensaje de voz pidiéndoles a todos que abran un enlace que resulta ser una transmisión en vivo de ellos fugándose en Las Vegas. —

Allison dejó escapar un pequeño — ¡Oye! — que inmediatamente fue ahogado por las risas de todos.

Malia resopló. — Bueno, después de todo, no todos son tan impulsivos como Allison y Scott o Erica y Boyd. —

Érica lo miró fijamente. — No soy impulsivo. —

El alfa arqueó una ceja hacia ella. — Tienes siete meses de embarazo en este momento, Erica, y Boyd no te ha propuesto matrimonio. Mientras tanto, vengo de una familia más conservadora y... —

— ¿Tu hermana no tuvo un hijo antes de casarse también? —

Derek parpadeó. — Ella es la oveja negra de la familia. — Admitió al final, haciendo que todos se rieran de nuevo.

Allison vio al mesero entonces, caminando hacia ellos con un enorme plato en sus manos. — ¡Oh, bueno! ¡Aquí viene la sorpresa especial! —

Derek dejó de beber su vino, observando cómo ponían el plato sobre la mesa. Luego, el mesero quitó la tapa y, por un segundo, Derek no estaba seguro de lo que estaba mirando. A menos que un pastel pudiera ser tan realista y pequeño como parecía:

La música comenzó a sonar de inmediato, y solo entonces Derek prestó atención.

El hombre había comenzado a quitarse la ropa mientras miraba directamente a Derek, y apestaba a deseo sexual. Llevaba un par de tacones de aguja en lugar de los zapatos normales de cocinero, lápiz labial y...

De repente, tuvo sentido que la manada hubiera elegido alquilar una habitación privada.

— ¿Me conseguiste una stripper? — gritó, tratando de ignorar al hombre que bailaba sensualmente sobre él.

Erica y Malia chillaban y reían como idiotas, mientras que Allison y Jackson le tiraban dinero al hombre. Isaac fue el único que pareció disculparse lo más mínimo, lo cual no era mucho, pero Derek iba a tomar lo que pudiera. El hombre se encogió de hombros. Stiles nos rogó que lo hiciéramos.

Derek dejó de mirar a la stripper para mirarlo con traición. — ¡Nadie me dijo que teníamos permitido sabotear la despedida de soltero del otro! —

Jackson se rió. — Técnicamente, no lo eres; sin embargo, Erica está muy embarazada y muy molesta por no poder beber alcohol, por lo que eres su fuente de entretenimiento. —

El hombre lobo en cuestión sacó la lengua ante eso, antes de lanzar tantas notas como pudo.

Mucho para esto de ser el grupo 'chiller'.

❁

— No puedo creer que hayas recordado esto. — Fue lo primero que dijo Stiles cuando finalmente se detuvieron frente al parque.

Al principio, se había sorprendido cuando Laura detuvo el auto en esa parte de Los Ángeles. Se esperaba algo más loco para su despedida de soltero, ya que Scott y Laura formaban parte de la organización de esta. Entonces, cuando el automóvil se detuvo junto a un parque, se sintió decepcionado.

Entonces se dio cuenta de lo que estaba pasando en el parque e inmediatamente se iluminó.

Laura se encogió de hombros, pero estaba claro que estaba complacida. — Pasé mucho tiempo cuidándote, Stiles. Y Scott dijo que todavía te gustan las ferias y todo tipo de puestos tanto como cuando eras niño. — Ella sonrió. — Fue solo nuestra suerte que una feria de ocultismo se llevara a cabo aquí. —

Stiles había dejado de escucharla para entonces, mirando las luces de colores y los puestos decorados como un niño en una tienda de dulces.

Cuando era niño, él y Laura siempre y religiosamente iban a cualquier feria/mercado que se presentaba en el pueblo. Entre los diversos pasteles y la basura bonita, Stiles prosperó. Veía a Laura negociando con los vendedores, intentaba ganar un pez dorado que misteriosamente nunca regresó a casa, comía tantos dulces como podía y veía pequeños espectáculos increíbles antes de ir en bicicleta a casa para contarle los eventos a su propia madre, feliz. y saciado.

Kira señaló la primera grada, encantada. — ¡Tienen algodón de azúcar! —

Stiles le sonrió, uniendo sus brazos con ella y Scott. — ¡Tienen eso y mucho más, mi hermosa! — prometió, antes de caminar con ellos hacia las gradas.

Durante la siguiente hora, fueron de puesto en puesto, probando muestras y viendo quién podía adivinar la mayor cantidad de criaturas sobrenaturales. Laura y Stiles estaban empatados, para gran mueca del chico y diversión de todos los lobos.

Se detuvieron para mirar a un humano que vendía cristales falsos justo al lado de una bruja que vendía maleficios baratos, mientras que un hombre con colmillos de vampiro falsos los invitaba a probar sus manzanas caramelizadas.

Se detuvieron en un puesto de tiro encantado donde Boyd decidió ganar algo para el bebé y Erica. Boyd estaba a punto de ganar un peluche, todos lo animaban, cuando Stiles de repente se distrajo.

— ¡Adivinación! Adivinación, ¡aquí hoy! — se dio la vuelta y vio a la mujer graznando las palabras desde el costado de una tienda.

No parecía otra cosa que humana, aunque había una especie de aura a su alrededor (¿quizás un hada en la familia?), Pero Stiles decidió dejarla intentarlo más.

Caminó hacia ella arqueando una ceja. — ¿Le dices el futuro? —

La mujer mayor parecía un poco mayor de lo que Stiles había adivinado antes. Tenía una especie de fuerte barrera a su alrededor que la protegía del Ojo (el 'tercer' ojo que permitía que las chispas y otras criaturas vieran auras/adivina qué criatura sobrenatural eras), por lo que tenía que tener algún tipo de poder. No lo suficiente para hacerla sobrenatural, solo lo suficiente para dejarla seguir la línea.

— Dame tu mano, joven. — Dijo, su voz tan chirriante como sus viejas articulaciones. Era un poco molesto, pero por respeto a los ancianos, Stiles no iba a comentarlo.

En cambio, le pasó la mano. Apenas lo tocó, sin embargo, cuando lo soltó con un grito de sorpresa. Sus ojos estaban muy abiertos y asustados. — En luna llena los saludarás, y en luna llena los dejarás. — Dijo, agarrándose el pecho.

Stiles la miró sorprendido. — ¿Qué? —

Hizo ademán de avanzar, pero la mujer retrocedió varios pasos. — ¡Vade retra! ¡Demonio! ¡Los niños de la manada californiana serán el final de los cazadores, los niños de la manada californiana serán el final de los cazadores, los niños de la manada californiana serán el final de los cazadores! — Ella sacudió su cabeza otra vez. — En luna llena los saludarás, y en luna llena los dejarás. —

— ¡Stiles! — gritó Laura de repente, y ese segundo de distracción fue todo lo que la mujer mayor necesitó para desaparecer. Un minuto ella estaba allí, y un parpadeo después se había ido.

El hombre lobo corrió hacia él, estrechándole la mano delante de él. — ¡Es tu fiesta, soltero! ¿Estás bien? —

— Sí. — Parpadeó de nuevo y luego la miró. — No importa. — Dijo finalmente, sacudiendo la cabeza. Probablemente solo era una broma. ¿Verdad?

༺❀༻

Los bosques de Beacon Hills fueron el hogar de Derek. Creció allí, se mudó por primera vez allí, construyó su manada allí y le propuso matrimonio a Stiles allí.

Aún así, no pudo evitar sospechar cuando ese fue el lugar al que el grupo A (Laura, Scott, Kira, Boyd y Cora) decidió llevarlo. No confiaba en absoluto en sus hermanas y se había enterado de que, a pesar de ser su segundo al mando, Boyd lo vendería a su hermana por una fritura de maíz.

Laura dio un paso adelante, extendiendo los brazos lo más teatralmente posible. — Esta es una práctica de hombre lobo antigua casi como el tiempo mismo. Creemos que desde que existieron los hombres lobo también ha existido esta práctica, y los Hales siempre la han seguido. —

Great Gran Nana Hale lo ha hecho; El abuelo Hale lo ha hecho; mamá también lo hizo. ¡Ahora es el momento de que tú, Derek Hale, lo hagas! —

Cora se levantó de un salto, agitando el puño en el aire. — ¡La gran persecución! — gritó, emocionada,

Laura sacudió su puño también, sonriendo. — ¡La gran persecución! —

Derek la miró sorprendido. — ¿Voy a hacer la Gran Caza? —

La única Gran Caza que había visto era la anterior a la boda de su tía Doloris y, por la pequeña parte que su adolescente recordaba, fue genial.

La Gran Caza solía ser una práctica para que el hombre lobo macho demostrara que podía mantener a sus futuras esposas. Tú y el resto de tu manada correrían por el bosque y buscarían la presa más grande que pudieran encontrar en el bosque. Luego, la manada retrocedería y el cónyuge intentaría acabar con cualquier depredador que pudiera.

Hoy en día, era solo una forma de dejar que tu lobo interior se volviera loco y una forma de presumir más que nada. Su madre se lo había hecho a su padre, ya que él era humano, pero sus abuelos (ambos nacidos lobos) dividieron la manada en dos y luego procedieron a tratar de superarse entre sí.

Y ahora era su turno.

Echó la cabeza hacia atrás y aulló tan fuerte como pudo, quitándose la ropa y convirtiéndose en su forma de lobo completo, sintiendo que todos los demás giraban también.

Siempre fue mágico, correr con tu manada. A pesar de que no era su manada completa y Kira no era un lobo, la sensación de la tierra bajo sus pies mientras todos corrían, el viento soplando en su cabello y piel... era como un hada. Podía sentir su presencia alrededor del bosque ya su alrededor, y también podía sentir la pulsación de la Tierra debajo de él como si fuera el latido de su propio corazón.

Podía oler mejor de lo normal en su turno completo, sentir cada animal a su alrededor; había un par de conejos corriendo aterrorizados, probablemente sintiendo al depredador más grande acechando, pájaros graznando y volando, zorrillos saltando y… ahí estaba.

Scott fue el primero en sentirlo, dejando escapar un ruido bajo para llamar la atención de Derek, pero Derek también lo había sentido. Una cierva, no demasiado vieja pero definitivamente más grande que el promedio. Estaba fuera de su campo de visión, pero podía imaginarlo, con la cabeza en alto sintiendo algún tipo de peligro pero sin saber de dónde venía.

Finalmente lo vio, todavía en medio de un pequeño prado mientras sus orejas se movían ligeramente, escuchando ruidos que no iba a escuchar. Sus piernas estaban ligeramente dobladas, listas para saltar ante cualquier ruido, pero no se movía, todavía no.

Derek le mostró los dientes levemente, respirando el olor de un ligero miedo y confusión que el animal estaba dejando escapar.

Luego, un movimiento repentino a su izquierda hizo que la cierva huyera inmediatamente presa del pánico.

Derek probablemente podría haber corrido detrás de eso, pero estaba más preocupado por la causa de que su presa se escapara: Cora de repente había comenzado a correr detrás de algo con el tipo de concentración que significaba que era serio.

Como un organismo fluido, todos en la manada comenzaron a correr detrás del hombre lobo más joven, sin estar seguros de lo que buscaban pero aun así retrocediendo; podían sentir la confusión y la angustia de Cora a la vez, y eso fue más que suficiente para ellos.

Cuando la niña se detuvo abruptamente en medio de un prado, todos se detuvieron detrás de ella también, Laura, el único otro lobo capaz de hacer un turno completo como Derek, se detuvo detrás del Alfa.

Kira tocó su hombro, mirándola preocupada. — ¿Qué pasa, Cora? ¿Qué viste? —

La mujer lobo negó con la cabeza, parpadeando un par de veces. — Reconocí ese olor. De... — se detuvo abruptamente. — De otro lugar. Aunque no sé quién es; Nunca vi la cara de la persona. —

Scott olió el aire. — ¿Todavía puedes olerlo? —

— No es tan importante. — Ella decidió. Sacudió la cabeza y volvió su atención a Derek. — Lo siento por la cierva. —

El Alfa puso los ojos en blanco. — Estará bien. —

Tal vez no eran los únicos depredadores alrededor.

❁

Por supuesto, con Erica, Malia y Jackson involucrados, Stiles sabía lo que le esperaba.

Aun así, no pudo evitar sorprenderse cuando entraron en el elegante club drag queen.

Era como estar en la escuela secundaria nuevamente cuando Jackson, Isaac y Erica comenzaron a bailar en medio de la pista de baile, ya sabes, excepto por el hecho de que Erica estaba muy embarazada.

Las reinas no eran las que Stiles conocía antes, pero unos segundos después estaba bailando con todas ellas y recibiendo consejos sobre cómo atraer a su futuro esposo y mantener su atención todo el tiempo. Allison se dobló de risa, mientras que Stiles tomó muy en serio sus consejos sobre poner más miel en su propia dieta para hacer que el semen sea más dulce.

— ¡Voy a pedir otra bebida! — gritó Malia, una vez que logró alejarlo de las reinas.

Stiles de hecho tenía sed pero algo más llamó su atención.

Una excusa y unos segundos después se encontraba afuera, con la espalda pegada a la pared y los ojos fijos en la farola. Resopló un par de veces antes de hablar, sin parpadear. — ¿Qué estás haciendo? —

El hombre salió de la otra esquina, la tenue luz iluminaba ligeramente su rostro. Su cabello estaba más largo que la última vez que lo había visto hace años, pero no era difícil saber quién era.

Theo Raeken arqueó una ceja, sin caminar más cerca de Stiles. — No recibí una invitación para la boda. —

Stiles apartó la mirada del poste de luz hacia Theo. — No dejaste una dirección. —

El hombre—coyote tarareó, mirando fijamente al mismo poste de luz. Luego volvió a mirarlo y sacudió la cabeza. — No puedo creer que te dejes encadenar a Beacon Hills. Naciste allí, te casarás allí y luego morirás allí. — Él resopló.

— Me encanta la ciudad. —

— Amas a Derek Hale. — Teo acusado.

Stiles se rió. — Amo a Derek y la manada son mi familia, y amo a mi familia. — Sus ojos brillaban, pero había algo de tristeza en ellos. — No es una carga para mí. —

Theo lo observó durante un par de segundos en silencio. — Podrías escaparte conmigo. —

Esta vez, él moreno en realidad se rió. — Teo. Ese barco ha navegado durante mucho tiempo. —

Permanecieron en silencio de nuevo, ninguno de los dos apartó la mirada del otro. La última vez que se vieron, sus vidas estaban en peligro y Theo lo odiaba a muerte. El tiempo anterior a eso fue... aún más desagradable.

Stiles no estaba muy seguro de cómo Theo se había enterado de la boda Hale—Stilinski, pero sabía que no importaba cuánto lo intentara, el hombre coyote nunca se quedaría, y Derek probablemente odiaría cada segundo que Theo se quedara.

— Algo se acerca, Stiles. Mi oferta sigue en pie. — Dijo Theo al final, caminando de regreso en las sombras como un tipo malo de mierda de un programa de televisión igualmente de mierda.

Stiles no era tan tonto como para ignorar las señales. Se avecinaba una tormenta en Beacon Hills, en todos los sentidos.

Ojalá no se ahogaran. 

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𝐍𝐨𝐭𝐚 𝐈𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫:

Las historias se entrelazan entre sí

para todos los que estén confundidos, Cora estaba corriendo detrás de la misma persona que la salvó en la historia anterior.

¿Qué crees que llegará a Beacon Hills?

¿Qué sabe Teo?

¿Quién diablos era ese 'adivino'?

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