YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE RESA 

Resa fue un pueblo navarro situado a escasos kilómetros del municipio de Andosilla, también en Navarra. De su existencia dan fe documentos, restos arqueológicos, los topónimos Valderresa, cañada real de Resa, soto de Resa y camino de Resa y los apellidos Resa y Resano. La villa, que estuvo emplazada junto al cortado de la peña, tuvo dos iglesias (Santa María y San Esteban) situadas a ambos extremos del núcleo urbano, probablemente un castillo, cuevas y un puente sobre el río Ebro del que aún quedaban restos a mediados del siglo XVII, según el jesuita e historiador José de Moret.

Historia

La fecha de su fundación es desconocida, aunque ya se encontraba habitada en tiempos de la dominación musulmana. Entre 907/908 pasó a formar parte del incipiente reino de Pamplona, tras ser conquistada y fortificada por el rey Sancho Garcés I de Pamplona a la poderosa familia muladí de los Banu Qasi de Tudela (Navarra), vasallos de los Omeya de Córdoba. Con los años llegó a ser un importante bastión navarro, primero frente al Islam y después frente al reino de Castilla. De las dos iglesias que tuvo Resa, la de santa María comenzó siendo un monasteriolo para convertirse tiempo después en parroquia. El 20 de noviembre de 1071, siendo abad un tal Blas según los archivos riojano-navarros, fue donado por el rey Sancho Garcés IV de Pamplona al monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). Este es el texto que lo confirma:  

«Donamus et confirmamus unum monasterium (Sanctae Mariae) iuxta Iberum fluvium, in exitu Rese» («Donamos y confirmamos un monasterio (Santa María) junto al río Ebro, a la salida de Resa»). 

Aún no está claro si tuvo castillo o fueron las mismas cuevas las que realizaron esta función. En 1350, tras dejar Resa de ser un punto estratégico dentro del reino, epidemias de peste y desprendimientos de la peña sobre las casas, solo vivía una familia en el pueblo, la de Juan Jiménez de San Adrián. Ese mismo año, el rey Carlos II de Navarra vendía la villa a los vecinos de Andosilla, a excepción del soto y las salinas que los reservó para él. 

Toponimia

Se desconoce su etimología. A lo largo de su historia ha tenido diferentes denominaciones, Arrezo, Arreza, Aresa, Areso y Ressa, entre otras.