La sociedad en la que nos desenvolvemos nos enseñó que, frente al mal que nos causan, solo queda el odio y la venganza.

Lo que no nos dijeron es que esas dos actitudes, no hacen otra cosa que robarnos la paz interior y enfermarnos.

Cuando vamos a la Palabra y, en particular, cuando leemos las enseñanzas del Señor Jesús, encontramos que debemos perdonar. Una decisión que nos libera y permite crecer.