Formación integral
Formación integral
La formación tiene que ser permanente y dinámica, de acuerdo con el desarrollo de las personas y al servicio que están llamados a prestar, en medio de las exigencias de la historia.
La Pastoral Educativa, por tanto, está llamado a abarcar todas las dimensiones físicas, sociales, ecológicas y espirituales del ser humano.
Un cristiano que no continúe con su formación se autocondena a repetir fórmulas vacías y a perderse en sus propios errores, como también a una vida mediocre, cansina, sin mayor compromiso. Por este motivo se insiste en que “la vocación y el compromiso de ser hoy discípulos misioneros… requieren una clara y decidida opción por la formación de los miembros de nuestras comunidades, en bien de todos los bautizados, cualquiera sea la función que desarrollen en la Iglesia”