Acogida
Acogida
Nuestra comunidad de padres de familia y los docentes, como pastores, nos debemos caracterizar por un espíritu siempre abierto y disponible para acoger a sus hijos o alumnos, independientemente de su manera de ser o pensar.
Cuando una persona se sabe y se siente acogida, es más fácil abrise y depositar, en el corazón del capellón del padre de la madre o del educador.
La acogida hace que los jóvenes se sientan importantes porque se los coloca en el centro de atención. Esto exige que los capellanes, los padres de familia y los educadores aprendan a respetar la dignidad de sus hijos y alumnos, además de confiar en sus capacidades.