Impacto climático en el Mediterráneo
Italia vive un verano extremo con temperaturas que superan los 45 °C en varias regiones, obligando al gobierno a declarar el estado de emergencia en Sicilia, Cerdeña y Calabria. El Ministerio de Salud ha emitido alertas rojas en más de 20 ciudades, recomendando limitar actividades al aire libre y reforzar la atención sanitaria a personas vulnerables.
La ola de calor, vinculada al cambio climático, afecta gravemente la agricultura. Los cultivos de trigo y olivares sufren pérdidas millonarias por la sequía, mientras que ganaderos reportan disminución en la producción de leche. El sector turístico, aunque aún activo, enfrenta cancelaciones por riesgos de salud y cortes de electricidad debido a la alta demanda energética.
Meteorólogos advierten que este patrón podría repetirse en los próximos veranos, lo que obligaría a Italia a invertir en infraestructura de refrigeración urbana, almacenamiento de agua y planes de emergencia más sólidos. La situación reabre el debate sobre políticas ambientales más estrictas.