¿El tren fracasó?

Desentrañando la tragedia de San Bernardo: ¿Un accidente puede definir el futuro del ferrocarril en Chile?

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La madrugada del pasado jueves 20 de junio de 2024, tuvo lugar una inusual tragedia en San Bernardo, cerca de Lo Herrera. Un automotor SFE se encontraba realizando pruebas dinámicas cuando colisionó de frente con un tren de cargas. Esto resultó en el lamentable fallecimiento de los dos operarios del tren de carga, mientras que los nueve pasajeros del tren se encuentran en estado grave, pero fuera de riesgo vital. Afortunadamente, el automotor se encontraba fuera de servicio regular por las pruebas que se estaban llevando a cabo. De haber estado en servicio con pasajeros, el desastre podría haber sido peor.


Hasta el momento, se empezaron a investigar las causas del accidente y se detuvo al conductor, que se encuentra internado por las lesiones del accidente y al encargado de control de vías.


La noticia del accidente ha inundado las redes sociales por sus espectaculares proporciones, llenas de reacciones fundadas en la ignorancia y necedad de los internautas, augurando el fracaso de los proyectos ferroviarios, cuestionando la seguridad de los trenes, cuestionando (injustificadamente) la gestión de las autoridades, e incluso politizando el incidente con el absurdo afán de justificar visiones políticas personales.


El tren fracasó. No podemos tolerar esta clase de accidentes ni confiarle la movilidad a un medio de transporte susceptible a accidentes atroces como este, ni puede el Estado seguir invirtiendo en ferrocarriles.


Este es el primer accidente ferroviario grave en Chile desde el año 1987. ¿Por qué desde ese año? Pues porque todos los accidentes posteriores han estado vinculados a la irresponsabilidad de peatones, automovilistas, choferes de buses y camiones, ocasionando altos números de fallecidos todos los años. Sin ir muy lejos, el accidente en San Pedro De La Paz el 3 de septiembre de 2023 cobró la vida de 7 personas por la imprudencia del chofer de la micro que pretendía cruzar y ganarle al tren.


¿Basta un solo accidente ferroviario para cuestionar la fiabilidad de los trenes, pero no bastan los 1635 fallecidos en accidentes viales el año 2023 para cuestionar la seguridad de los vehículos particulares, buses y camiones? Lamentablemente, estas estadísticas se han vuelto cotidianas y nada sorprenden a los ciudadanos de un país que se ha vuelto dependiente de las carreteras para la gran mayoría de los viajes.


Esta grave tragedia, además de exigir más rigurosidad en estándares de seguridad y control de tráfico a la Empresa de Ferrocarriles del Estado, reafirma la necesidad de invertir en trenes, ya que ningún otro medio de transporte movería de forma segura, rápida y confiable a casi 65 millones de pasajeros el año pasado, versus los atochamientos, accidentes y constantes retrasos del transporte por carreteras.


La rigurosidad de los medios de comunicación también ha dejado mucho que desear, por la falta de conocimiento técnico y las innecesarias elucubraciones que se han hecho en torno al accidente, con noticias tendenciosas que pretenden cuestionar al fabricante del automotor involucrado y desacreditar los nuevos proyectos ferroviarios del país, sin más argumento que un miedo injustificado a partir del accidente ocurrido.


El tren es mucho más seguro, rápido, confiable y ecológico que otros medios de transporte terrestre, y si no se ha visto es porque la voluntad política en favor de los trenes, a pesar de todos los proyectos y avances de la actualidad, sigue siendo insuficiente comparado con el compromiso con otras obras públicas de transporte.


El tren no fracasó, y un accidente ferroviario fatal después de más de 35 años es la prueba. Necesitamos más inversión y más trenes para Chile.

Escrito por Rafael Guzmán, Cientista Político de la Universidad del Desarrollo.

21-06-2024