El ensimismo con la rentabilidad

Cuando en el debate público se neoliberaliza la movilidad es peligroso, porque se pierde su esencia social

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Hace un poco más de un año, el Presidente Gabriel Boric encabezaba el anuncio del proyecto de Tren Valparaíso-Santiago, noticia que se distanciaba de la burbuja de las grandes ciudades y daba lugar a fortalecer comunidades muy cercanas a estas capitales. Sin embargo en Twitter se comentaba que el proyecto era poco competitivo, que era lento y un sinfín de variadas quejas.


La opinión pública, o por lo menos una parte importante de ella, tenía sumamente interiorizado que la rentabilidad es algo muy importante, y lo es, pero eso no puede permitir que se anulen otros factores muy relevantes, como la justicia territorial, equidad social y la integración de diversas comunidades a un sistema de transporte digno y a la altura de sus necesidades.


Se ha hegemonizado en la mente colectiva la idea de que los progresos sociales deben ser financiados únicamente mediante la rentabilidad de los mismos proyectos, lo que ha obstaculizado la exploración de formas de financiamiento no tarifario en los sistemas de transporte.


Cuando la movilidad se concibe como un gasto en lugar de una inversión, se pierde la perspectiva de una sociedad democrática y solidaria. Es claro que el transporte público constituye una inversión fundamental en todos los Estados; sin el desplazamiento de las y los trabajadores, el país simplemente no puede funcionar. 


Ocurrió algo similar con la compra de los buses eléctricos de dos pisos, la inversión no es solamente mover personas de Lo Prado a Ñuñoa, sino que también era la importancia de posicionarse como un país capaz de sostener eventos internacionales, como lo fueron los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.


Es crucial que como sociedad comprendamos que, si bien es necesario prestar atención a los presupuestos y las inversiones públicas, también debemos ser capaces de ver las otras implicancias de estos gastos. Es importante desvincularse un poco de la lógica neoliberal y visualizar las ganancias tanto sociales como culturales que la movilidad aporta.


Escrito por Leonardo Sutherland, estudiante de Derecho en la Universidad Diego Portales.

26-01-2024