Programar consiste en crear una serie de órdenes dirigidas a un ordenador o dispositivo para que lleve a cabo las tareas que le encomendemos, con el objetivo de solucionar un determinado problema. La programación es el instrumento que permite la ejecución de las tareas automatizadas de un sistema informático.. Es pues una herramienta muy poderosa.
Para conseguir esto, se utilizan los lenguajes de programación, a través de las cuales se crearán los programas que contienen las instrucciones que se dan a la máquina para que ésta ejecute determinada acción.
Un programa es una secuencia de instrucciones que han sido escritas en un lenguaje de programación concreto, entendibles por el ordenador, y que permiten realizar un trabajo o resolver un problema. Si no sabemos resolver este problema, no podremos escribir el programa. De ahí que un buen programador siempre comienza su trabajo con un análisis y compresión exhaustivos del problema que pretende resolver.
Si el objetivo de un programa es la resolución de un problema, lo primero que tenemos que considerar es que las formas de resolver un mismo problema no son únicas, de forma que ante un mismo problema un programador podrá escribir diferentes programas que solucionen de distinta forma el problema planteado. Pero, si bien lo anterior es evidente, lo que sí podemos afirmar es que, en la codificación de cualquier programa, de forma general, se pueden distinguir las siguientes partes:
Entrada de datos: instrucciones que recogen datos de un dispositivo o periférico para ser almacenados en la memoria principal a la espera de su proceso posterior.
Proceso: parte del programa que engloba las instrucciones encargadas de procesar los datos recogidos anteriormente. Los resultados se almacenan de nuevo en la memoria principal.
Salida de resultados: instrucciones del programa que recogen los resultados obtenidos en la fase anterior y los envían a los dispositivos, periféricos, etc de salida de la información.