En literatura también se recurre al diálogo como medio exclusivo e independiente para que los personajes intervengan reflejando la realidad que el autor quiere representar, como ocurre en el teatro, la prosa dialéctica o el guión de cine:
SRA. TEPÁN. (A ZEPO.) Y en la trinchera, ¿qué hace usted para distraerse?
ZEPO. Yo, para distraerme, lo que hago es pasarme el tiempo haciendo flores de trapo. Me aburro mucho.
SRA. TEPÁN. ¿Y qué hace usted con las flores?
ZEPO. Antes se las enviaba a mi novia. Pero un día me dijo que ya había llenado el invernadero y la bodega de flores de trapo y que si no me molestaba que le enviara otra cosa, que ya no sabía qué hacer con tanta flor.
SRA. TEPÁN. ¿Y qué hizo usted?
ZEPO. Intenté aprender a hacer otra cosa, pero no pude. Así que seguí haciendo flores de trapo para pasar el tiempo.
SRA. TEPÁN. ¿Y las tira?
ZEPO. No. Ahora les he encontrado una buena utilidad: doy una flor para cada compañero que muere. Así ya sé que, por muchas que haga, nunca daré abasto.
SRA. TEPÁN. Pues ha encontrado una buena solución.
ZEPO. (Tímido.) Sí.
Pic-nic, Fernando Arrabal
Como podemos ver, el diálogo es el principal componente de las obras dramáticas o el teatro. La acción avanza, por tanto, gracias a los diálogos propiciados por los personajes, cuyo nombre precede cada una de sus intervenciones, y en ocasiones se apoya en pequeñas descripciones de las escenas, llamadas acotaciones.
Hay además otras formas de textos dialogados con características muy diferentes al teatro. Se trata de la dialéctica o el diálogo en sí, como género literario. Este género, muy prolífico durante la Edad Media y el Renacimiento, adopta la forma de diálogo para hacer exposiciones argumentativas o debates entre varios personajes con intención didáctica sobre un tema determinado:
VALDÉS. ¿De qué os reís?
MARCIO. Ríome de ver quán contra vuestra voluntad os hazemos hablar en estas niñerías, y huélgome de considerar la paciencia con que las tratáis.
VALDÉS. Dexad hazer, que algún día también yo me reiré de vosotros, o mal mandarán manos.
MARCIO. A vuestro plazer, siempre me precié de tomar fiado. Agora me decid por qué unas vezes escribís a con h y otras sin ella.
VALDÉS. Por hazer diferencia de quando es verbo o quando es preposición, y assí siempre que es verbo la escribo con h.
Diálogo de la lengua, Juan de Valdés
Es un diálogo de un personaje consigo mismo en el que se reproducen los pensamientos del personaje en voz alta. Constituye una fórmula de manifestación interior en la que no se espera respuesta, haya o no interlocutores. Ejemplo:
SEGISMUNDO: ¡Ay mísero de mí, y ay, infelice! Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido.
La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca