Se presentan en esta sección, de manera cronológica y sustentado por imágenes, los principales acontecimientos ocurridos en la historicidad de la revista PBT entre los años 1904 y 1918.
El primer ejemplar la revista PBT sale al mercado periodístico local el 24 de septiembre de 1904.
Dirección: Eustaquio Pellicer
Dibujante: Juan Sanuy
Valor: 20cts edición corriente
Ubicación de oficinas: Chacabuco 91, esquina Victoria (Buenos Aires)
Una huelga general paraliza el trabajo en los talleres gráficos, afectando la salida de la revista y se demora dos días en imprimirse.
La edición N°15 fue la primer edición almanaque de la revista, la cual constó de 96 páginas de las cuales 28 fueron a color.
El ejemplar pasa a tener 112 páginas (20 más de las que tenía).
Se suprimen las páginas a color para poder garantizar el tiraje superior a 50000 ejemplares, abandonando "procedimientos gráficos lentos" como el de la litografía. Se reemplaza la impresion a color por el mejoramiento del papel para la impresión de ilustraciones.
Comienza a explicitarse la cantidad de grabados que contiene cada ejemplar de la revista, considerando las categorías fotografías, páginas literarias, cuentos para niños y notas caricaturescas del día.
La oficina de administración de PBT se trasladan a Piedras 150 (Buenos Aires).
La edición especial por el 25 de mayo sale al mercado con 142 páginas, acercándose al volúmen de páginas con las que se mantendrá durante gran parte de su período.
La dirección de PBT anuncia el agotamiento de los 85000 ejemplares impresos, marcando un récord en su historia.
Reaparece la revista luego de estar varias semanas sin publicarse debido a una huelga de trabajadores del sector gráfico.
Aumento de la cantidad de páginas a 152. Se suprimen las páginas impresas a color salvo en las ediciones almanaque.
Se anuncia la incorporación de Pedro de Rojas al semanario, uniéndose a sus artistas de "primera linea" tales como Sanuy, Bosco, Castro Rivera, Fortuny, Olivella, Soto y Sartori.
Se regulariza el uso de ilustración satírico-política en las portadas internas de la revista, espacio antes destinado a fotografías de notas de actualidad social.
La edición especial por el 25 de mayo sale al mercado con 178 páginas, cantidad récord hasta el momento para la revista.
La revista vuelve a editarse luego de 9 días de parálisis en el taller gráfico donde se imprimía.
Eustaquio Pellicer deja la dirección del semanario, quedando en su lugar Eduardo Holmberg (h.)
La dirección artística continúa a cargo de Juan Sanuy.
Al menos hasta el número 289 de 1910 se atribuye en el frontispicio la dirección a Holmberg, quedando luego la dirección de la administración en su lugar.
El estado de sitio y los término establecidos por la jefatura de policía obligan a retirar la ilustración de la tapa de ese día
Se anuncia la incorporacion del ilustrador Federico Ribas al staff regular de colaboradores.
La revista ensancha su formato a cuadrado, aludiendo a los objetivos de no perder el formato de fácil manipulación, pero brindar mayor espacio para las páginas artísticas y los grabados. El formato cuadrado sería hipotéticamente el único en todas las revistas del medio. En tanto diseño editorial, en algunas de sus páginas se habilita la 3er columna de texto.
El nombre de la revista en las portadas comienza a tener carácter dibujado, ya no el tradicional tipográfico.
Tapa ilustrada por Mateldi. Se alterna la ilustración de las portadas entre Mateldi y Olivella, quedando Rojas fijo en la ilustración de las portadas internas.
Pellicer reconocido como “fundador”, más no ya como colaborador.
Se separa la oficina de dirección (Piedras 150) de la Administración (Chile 263)
Eustaquio Pellicer es reconocido nuevamente como “director” y “fundador” del semanario.
Luego de un breve período en el que vuelve Pellicer a la revista, su salida es definitiva, siendo reemplazado por E. M. Rúas. Dirección artística por Filiberto Mateldi
Luego de años trabajando como ilustrador principal de la revista, Pedro de Rojas abandona su labor, quedando en su lugar Oscar Soldati.
Se comienza a incorporar en las páginas de cada edición un sumario, abandonando así el índice bimestral que publicaba la revista con regularidad.
La dirección del semanario pasa a Emilio Dupuy de Lome, mientras la dirección artística queda a cargo de Mario Zavattaro.
La oficina general se traslada a Chile 263, mientras que la administración queda en Av. Presidente Roca 531 (Buenos Aires).
Además de imprimirse algunos pliegos a color, se implementó la impresión con 1 tinta color en algunas páginas interiores, utilizando el recurso principalmente en anuncios publicitarios.
La dirección de la revista cambia nuevamente quedando a cargo de Sidney A. Smith. Administración por Horacio Raffo.
Después de un período sin editarse, sale al mercado el último número registrado digitalmente de la revista PBT bajo la dirección de Joaquín Vilella.