La Terapia Neural brinda un tratamiento integral del paciente, se realiza a través de su sistema nervioso, especialmente del Sistema Nervioso Vegetativo, reordenando el funcionamiento del mismo y simultáneamente el estado bioenergético de la membrana celular.
El cuerpo humano funciona como un sistema autoorganizado, siendo el estado de salud-bienestar un equilibrio dinámico. El ser humano es una unidad anatómica, biológica, energética, química, y por descontado, un conglomerado de emociones.
Hay una inmensa red en nuestro cuerpo formada por el sistema nervioso, endocrino e inmunológico que trabaja coordinadamente, comunicándose mediante un gran número de neurotransmisores, hormonas, citoquinas y todo tipo de mensajeros. No hay célula de nuestro cuerpo que esté ajena de esta red. Todas trabajan con una gran coordinación e intercambiando información entre sí.
La vida sólo es posible mediante el control y autogobierno de todos los mecanismos neuroreguladores. El intercambio de informaciones y la elaboración de estímulos, se efectúan por medio de las vías del Sistema Nervioso Vegetativo y a veces, ese sistema se ve sometido a estímulos excesivamente fuertes que interfieren y hasta bloquean el reparto correcto de la “energía” nerviosa (impulsos bioeléctricos nerviosos) hasta su destino en los centros integradores y reguladores.
El Sistema Nervioso Vegetativo es un sistema de control cibernético de los mecanismos de regulación del organismo. Actúa mediante circuitos reguladores a nivel celular, humoral, neural y hormonal y a través de sus vías de conducción nerviosa, se suceden los intercambios de informaciones y la elaboración de estímulos que, como se ha dicho, si son demasiado fuertes pueden interferir o bloquear la producción y distribución de la energía biológica. La interferencia en sus mecanismos de control y regulación puede tener lugar en cualquier parte del organismo constituyendo los denominados “Campos de interferencia energética”.
Cualquier infección, inflamación, traumatismo, cicatriz, afección odontológica, etc. padecida en cualquier parte del organismo, así como afecciones psico-sociales estresantes, puede actuar como “Campo Interferente”. Así, se puede entender cómo a partir de una intervención quirúrgica pueden aparecer “enfermedades que aparentemente no están relacionadas con esa operación” como alergias, migrañas, dolores o estreñimiento. Los campos interferentes se instalan dentro del cuerpo y en las células como parte de la memoria biológica, perpetuando así el desequilibrio que generan.
El sistema nervioso brinda la oportunidad de actuar a la vez sobre los factores orgánicos y los psico-sociales, que son aspectos inseparables en el proceso de enfermar y en la vida misma.
La Terapia Neural corrige dichos bloqueos que actúan afectando a determinados órganos, mediante la aplicación de microdosis de medicamentos denominados “neuralterapéuticos”, que aplicados en puntos específicos, logran restablecer el orden perturbado.
Se neutralizan irritaciones que han ido afectando el Sistema Nervioso a lo largo de la vida de la persona para que se recupere su capacidad de equilibrar las funciones del organismo, en su sentido más amplio y siguiendo su propio orden.
Es una terapia integral de regulación cibernética que asienta sus bases en su forma de actuar en el organismo enfermo a través de una acción reguladora y equilibrante del sistema nervioso vegetativo mediante la aplicación de microdosis de anestésicos locales -preferentemente procaína- mediante diversas técnicas, en puntos dolorosos, cicatrices, gelosas, glándulas, ganglios y nervios periféricos, con el fin de restablecer en el organismo el orden biológico alterado por la enfermedad y conseguir con ello la curación.
El efecto terapéutico de la procaína en el Sistema Nervioso Vegetativo se produce mediante impulsos a la energía vital del organismo, anula los bloqueos energéticos que por vía neural instauran procesos patológicos a distancia y estimula en el organismo enfermo la activación de sus fuerzas inmunobiológicas y sus mecanismos autocurativos. Es pues una terapia equilibrante con respuesta específica e individual en el proceso de curación.