¿Qué es el teletrabajo y cómo incorporarlo de manera eficaz?

¿Teletrabajo o trabajo a distancia?

Existen variadas definiciones de teletrabajo, la Organización Internacional del Trabajo (Eurofound y Organización Internacional del Trabajo, 2019) las encasilla en una de dos categorías superpuestas: trabajo realizado con la ayuda de tecnologías de la información y comunicación (TIC) fuera de las dependencias del empleador y trabajo hecho desde casa .

En Chile la ley N°21.220 del Código del Trabajo (2020) comprende el trabajo a distancia y el teletrabajo como dos conceptos diferentes. Donde el trabajo a distancia corresponde a “aquel en el que el trabajador presta sus servicios, total o parcialmente, desde su domicilio u otro lugar o lugares distintos de los establecimientos, instalaciones o faenas de la empresa”. Mientras que corresponde a teletrabajo “si los servicios son prestados mediante la utilización de medios tecnológicos, informáticos o de telecomunicaciones o si tales servicios deben reportarse mediante estos medios”.

Como podemos observar en el caso de nuestro país, el término de teletrabajo encasilla ambas categorías planteadas por la OIT incorporando el uso de TIC como el aspecto clave que lo diferencia del trabajo a distancia.

¿Cómo incorporar de manera eficaz el teletrabajo?

La mayoría de trabajadores y trabajadoras no estaban familiarizados con la modalidad de teletrabajo y su incorporación a los entornos laborales producto de la pandemia y cuarentena por el virus Covid-19 ha resultado en una diversidad de desafíos en términos de salud mental, conciliación de la vida personal/familiar y laboral, aislamiento, etc.

Entre algunos de los desafíos que trae el teletrabajo encontramos (Instituto de Seguridad del Trabajo, 2020):

1. Uso intensivo de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC)

2. Uso de habilidades y competencias laborales “nuevas” (autodisciplina, autonomía, multitarea, etc.)

3. Disminución de la interacción social inmediata y directa con colegas

4. Establecer límites entre la vida personal/familiar y laboral en el hogar

Además, existe un fenómeno casi unánime a nivel internacional, donde aquellas personas que se encuentran en una modalidad de teletrabajo suelen experimentar jornadas de trabajo más largas en el día a día y que incluso pueden extenderse al fin de semana (Eurofound y Organización Internacional del Trabajo, 2019).

Para incorporar de manera eficaz la modalidad de teletrabajo a continuación enlistaremos algunas opciones y consejos que podrían servir de ayuda en el entorno laboral:

1. Uso intensivo de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC):


Los avances tecnológicos y la globalización digital han favorecido la comunicación a larga distancia mediante las TIC, sin embargo la velocidad de estos avances y el surgimiento de diversas plataformas digitales puede resultar intimidante para el público que no se encuentra tan familiarizado con el mundo digital. Es fundamental facilitar los procesos de adaptación de los trabajadores a diversas plataformas y propiciar su aprendizaje sobre el uso de éstas.

Antes de masificar en su entorno laboral el uso de una plataforma digital (como puede ser el caso de Jamboard, Google Calendar, Zoom, Meet, Google Drive, etc.) debe considerarse el nivel de manejo digital de sus colegas de trabajo o de las personas a su cargo, a modo de prueba puede difundir videos tutoriales sobre la plataforma que busca introducir y poner atención a la retroalimentación que obtenga.

En algunos casos el mismo video puede bastar para que la persona comprenda el uso de dicha plataforma, mientras que en otros puede resultar mucho más complejo y tal vez sea necesario diseñar y realizar una capacitación sincrónica con aquellas personas que lo necesiten o reconsiderar por completo el uso de la plataforma y buscar alternativas más amigables y sencillas.

Finalmente, la ergonomía juega un papel crucial en largas jornadas de teletrabajo, pues una mala postura puede generar consecuencias que deterioren la salud a corto y largo plazo. Para saber más sobre este tema te recomendamos revisar esta presentación de IST con recomendaciones ergonómicas para el teletrabajo (Click aquí).

2. Uso de habilidades y competencias laborales “nuevas”:

El trabajar desde casa trae consigo una forma muy diferente de trabajar en comparación al trabajo presencial, mientras que en el trabajo presencial existe una rutina laboral diaria la cual tiene un inicio y final relativamente claros (que en ocasiones pueden variar), la rutina en la modalidad de teletrabajo puede ser mucho más difusa y específica a cada caso (mientras que algunas personas siguen trabajando con horarios establecidos, otras trabajan en una jornada libre).

A esto se suma la ausencia de supervisión total o parcial, ya sea directa (coordinador) o indirecta (trabajar en un lugar donde cualquiera puede ver tu trabajo). Finalmente, debemos tomar en cuenta las diversas distracciones que se pueden encontrar en el entorno del hogar, ya sean tareas relacionadas a la familia o laborales del hogar.

En teletrabajo, la autodisciplina, organización personal y autonomía son competencias las cuales tendrán una mayor relevancia en comparación al trabajo presencial. Existen diversas formas de organizar los tiempos de trabajo y las labores diarias que podrían ayudar a desarrollar las competencias antes nombradas.

Identificar la naturaleza de las labores: es crucial saber reconocer la importancia y la urgencia de las labores, esto muchas veces dictará el orden en que éstas necesitan ser realizadas y el tipo de acercamiento que se tendrá. Es relevante compartir la perspectiva que se tiene sobre la naturaleza de las tareas con el equipo de trabajo y así llegar a consensos de aquello que es necesario abarcar primero.

Una herramienta que puede resultar útil tanto a nivel personal como en equipo de trabajo son “Los 4 cuadrantes de Stephen Covey” (Covey, S., 2015), esta herramienta puede resultar útil para encasillar las labores en “urgentes” y/o “importantes” y así entregar una visión global respecto al trabajo realizado y formas en que se puede potenciar (por ejemplo: identificar una labor realizada que es urgente pero no importante, la cual podría ser realizada de otra forma o delegada para disponer de tiempo que se puede dedicar a aquellas tareas importantes pero no urgentes).

Organizar las labores a nivel personal: realizar planificaciones diarias donde se especifique el tipo de labor a realizar y de su duración en el horario ayudará a seguir el rastro de los avances realizados y reevaluar la eficacia de sus métodos para organizarse. Para esto puede utilizar plataformas digitales (como Google Calendar) o recurrir al método clásico y escribir una lista.

Como mencionamos existen dos claves para esto: especificar la labor a realizar y designar su duración y posición en el horario. Cuánto más específica sea la descripción y los pasos que debe completar para terminar su labor, quedará menos espacio a la incertidumbre la cual podría producir frustración y estrés; separar las grandes labores en pequeños objetivos que sean realistas y alcanzables le permitirá visualizar mejor la carga laboral y encontrar la mejor manera de abarcarla.

Finalmente, en cuanto al tiempo que destinará a alcanzar dichos objetivos, lo importante es poner en práctica la sinceridad y establecer el tiempo que realmente tomará, dejando de lado el “ideal” que podría parecer más productivo y eficiente.

3. Disminución de la interacción social inmediata y directa con colegas:

Según la Organización Internacional del Trabajo uno de los aspectos más problemáticos del trabajo móvil parece ser el aislamiento y la imposibilidad de compartir información informal como ocurre en un lugar de trabajo fijo (Eurofound, 2015; citado en Eurofound y Organización Internacional del Trabajo, 2019).

También han existido estudios al respecto fuera de Europa, por ejemplo, una investigación realizada con teletrabajadores en Buenos Aires reveló que las tres mayores desventajas del teletrabajo son “menos interacción con amigos” (62%), “trabajar estando enfermo” (50%) y “estar más aislado” (36%) (Fundación CENIT, 2012).

Para evitar los efectos negativos del aislamiento es necesario trabajar de forma activa el trabajo y la comunicación del equipo, respetar el derecho a desconexión y propiciar los espacios sociales que pudiesen generarse.

Para generar una mayor comunicación en los equipos de trabajo realizar reuniones semanales de coordinación mediante video-llamada es un buen primer paso y no sólo generaría un espacio donde se pueda compartir los avances realizados y el estado de las labores, sino que también agregaría cierta rutina a la semana de trabajo, lo cual en teletrabajo es un factor positivo que reduce la incertidumbre generada por una jornada libre.

Respetar el derecho de conexión no sólo es una práctica de autocuidado, sino que también en caso de ser violada por el empleado puede ser multado. Respetar este derecho permite que los teletrabajadores descansen y dediquen su tiempo a otras actividades (como socializar con su entorno cercano).

Una forma de propiciar espacios sociales es dedicar ciertas horas de la semana para tener reuniones virtuales de autocuidado con actividades dinámicas en equipo.

4. Establecer límites entre la vida personal/familiar y laboral en el hogar:

Existe una gran cantidad de estudios realizados en diversos países los cuales establecen de forma casi unánime que los trabajadores en modalidad de teletrabajo suelen tener jornadas laborales más largas que trabajadores con la modalidad de trabajo presencial tradicional (Eurofound y Organización Internacional del Trabajo, 2019). Uno de los factores que puede estar influyendo en este fenómeno es la irrupción de tareas del hogar en el horario destinado al teletrabajo, lo cual provoca una jornada laboral más “porosa” (Genin, 2016).

Existen dos aspectos claves a considerar para que la metodología de teletrabajo sea efectiva y se evite lo más posible desdibujar la línea entre vida personal/familiar y laboral (Mesa Técnica de Salud Mental en la Gestión del Riesgo de Desastres MINSAL, 2020):

- Acordar tiempos protegidos de desconexión, donde el trabajador o trabajadora no sea requerido para responder a solicitudes laborales.

- Aprender a distanciarnos psicológicamente del trabajo en los momentos de desconexión. Resguardar esos espacios libres de trabajo para disfrutar de los otros ámbitos de nuestra vida en el hogar

Referencias:

- Covey, S. (2015). Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva: Edición de Imágenes. Mango Media Inc.

- Eurofound y Organización Internacional del Trabajo (2019), Trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar: consecuencias en el ámbito laboral, Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, Luxemburgo y Oficina Internacional del Trabajo, Santiago.

- Fundación CENIT (2012), Teletrabajo, cambio climático y políticas públicas: Encuesta a teletrabajadores de empresas de la ciudad autónoma de Buenos Aires [Telework, climate change and public policies: Survey of teleworkers of companies in the autonomous city of Buenos Aires], Fundación CENIT, Buenos Aires.

- Genin, E. (2016), ‘Proposal for a theoretical framework for the analysis of time porosity’, International Journal of Comparative Labour Law and Industrial Relations, Vol. 32, Nº 3, pp. 280-300.

- Instituto de Seguridad del Trabajo (2020) Guía preventiva: Factores Psicosociales en el teletrabajo. Chile: IST. Recuperado de http://www.ist.cl/wp-content/uploads/2020/08/Guia-RPS-teletrabajo-1.0-sept20.pdf

- Ley N°21.220. Diario Oficial de la República de Chile. Santiago, Chile, 26 de Marzo de 2020

- Mesa Técnica de Salud Mental en la Gestión del Riesgo de Desastres MINSAL (2020) Saludablemente. Chile: Gob.cl. Recuperado de https://www.gob.cl/saludablemente/