En el ámbito de la seguridad industrial y la legalización de instalaciones eléctricas, las Entidades de Inspección y Control Industrial (EICI) juegan un papel clave. Tanto si eres propietario de un local comercial, como si gestionas una comunidad de vecinos o desarrollas proyectos de ingeniería eléctrica, entender qué es una EICI, cuándo se necesita su intervención y qué implica su certificación es esencial para cumplir con la normativa vigente en 2025.
Este artículo tiene como objetivo ofrecer una guía práctica y detallada sobre las funciones de una EICI, cuándo es obligatoria su actuación y cómo abordar correctamente el proceso de inspección reglamentaria en instalaciones eléctricas de baja tensión.
Una EICI es una entidad acreditada por la administración autonómica que verifica el cumplimiento del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT). Su labor consiste en realizar inspecciones técnicas de instalaciones eléctricas que, por su tipo o potencia, requieren una validación independiente antes de su legalización, puesta en marcha o alta ante la compañía suministradora.
Las EICI garantizan que las instalaciones:
Cumplen con los requisitos técnicos de seguridad.
Se han ejecutado conforme a la documentación presentada.
Están preparadas para funcionar sin riesgos para las personas, los bienes ni la red eléctrica.
Las inspecciones EICI son obligatorias en múltiples escenarios. Algunos de los más comunes son:
Nuevas instalaciones eléctricas con potencia superior a 50 kW.
Locales de pública concurrencia, como bares, tiendas, clínicas, academias, etc.
Garajes con ventilación forzada, talleres mecánicos y salas de calderas.
Reformas o ampliaciones que afecten la seguridad eléctrica.
Legalización de instalaciones antiguas que no fueron registradas correctamente.
Cambios de uso o titularidad con modificaciones sustanciales en el consumo eléctrico.
Dependiendo de la comunidad autónoma, pueden existir requisitos adicionales o particularidades. Por ejemplo, Madrid y Castilla y León tienen regulaciones específicas que determinan cuándo debe intervenir una EICI.
Durante una inspección reglamentaria, el técnico de la EICI realiza una revisión integral de la instalación para comprobar su seguridad y adecuación normativa. Entre los aspectos que se evalúan se incluyen:
Existencia de proyecto o memoria técnica.
Correcta ejecución de la instalación según planos.
Dispositivos de protección contra sobrecargas y cortocircuitos.
Sistema de puesta a tierra y continuidad de conductores de protección.
Prueba de funcionamiento de diferenciales.
Señalización y etiquetado de los cuadros eléctricos.
Accesibilidad y protección contra contactos directos o indirectos.
Si la instalación cumple con los requisitos, la EICI emite un certificado favorable, que es necesario para tramitar el alta de suministro eléctrico y legalizar la instalación ante industria.
Omitir una inspección EICI cuando la normativa lo exige puede tener consecuencias importantes:
Multas administrativas que pueden alcanzar los 6.000 € o más.
Negación del alta de suministro eléctrico por parte de la distribuidora.
Clausura del local o imposibilidad de apertura, en el caso de negocios.
Responsabilidad civil o penal si ocurre un accidente eléctrico y no se contaba con la certificación técnica exigida.
Por estas razones, cumplir con el procedimiento EICI es una acción preventiva que protege tu inversión, tu seguridad y tu reputación.
1. Preparación técnica
Antes de la inspección, se debe contar con la documentación técnica completa:
Proyecto o memoria técnica.
Boletín eléctrico del instalador.
Planos o esquemas unifilares.
Certificados anteriores (si los hay).
2. Solicitud de inspección
Se contacta con una EICI acreditada, como SIMECAL, para coordinar la inspección. La solicitud incluye la documentación mencionada.
3. Visita técnica
El técnico acude al lugar y realiza la revisión presencial de todos los elementos accesibles.
4. Ensayos eléctricos básicos
Pruebas como la resistencia de aislamiento, el salto del diferencial o la continuidad del conductor de protección.
5. Emisión del informe
Puede ser favorable (apto) o desfavorable (requiere corrección). En este último caso, se indicarán los fallos a subsanar y se podrá programar una reinspección.
Elegir una EICI con experiencia como SIMECAL ofrece ventajas significativas:
Agilidad en la programación y emisión de certificados.
Asesoría técnica previa que puede evitar rechazos.
Trato directo y claridad en los informes.
Adaptación a los requisitos de cada comunidad autónoma.
Posibilidad de gestionar todo el proceso online y con seguimiento documental.
Además, contar con una EICI reconocida es una garantía de seriedad frente a organismos públicos, aseguradoras y compañías eléctricas.
Caso 1 – Local comercial en Valladolid
Un negocio no pudo abrir sus puertas por no haber pasado la inspección EICI. Gracias a la rápida intervención de SIMECAL, se realizó una inspección urgente, se corrigió un error en el cuadro eléctrico y se obtuvo el alta en 48 horas.
Caso 2 – Comunidad de vecinos en Madrid
Al reformar el sistema eléctrico del garaje, fue necesaria la intervención de una EICI. La inspección detectó fallos en la toma de tierra que se corrigieron antes de provocar una sanción.
Caso 3 – Reforma integral en clínica dental
La clínica necesitaba la legalización completa de su instalación para pasar la inspección sanitaria. La EICI validó la instalación tras subsanar un diferencial que no cumplía con la sensibilidad requerida.
¿Quién debe contratar la inspección?
El titular de la instalación o el instalador autorizado.
¿Qué documentos son necesarios?
Proyecto o memoria técnica, certificado del instalador, plano unifilar y, en algunos casos, licencia de actividad o declaración responsable.
¿Qué coste tiene una inspección EICI?
Varía según la instalación. Oscila entre 150 € y 600 €, dependiendo de la potencia, uso del local y comunidad autónoma.
¿La inspección es válida en todo el país?
Sí, si la EICI está habilitada en la comunidad correspondiente. Debe figurar en el registro oficial de entidades colaboradoras.
¿Cada cuánto se renueva la inspección?
No hay una frecuencia fija, salvo que se realicen modificaciones, ampliaciones o cambie el uso del local. Se recomienda inspección preventiva cada 5 a 10 años.
La actuación de una Entidad de Inspección y Control Industrial (EICI) no debe verse como un obstáculo burocrático, sino como una garantía de que una instalación eléctrica funciona de manera segura y eficiente.
Con el avance de la normativa técnica y los riesgos asociados a instalaciones defectuosas, contar con el aval de una EICI reconocida es más importante que nunca. Además de evitar sanciones o retrasos en trámites, contribuye a construir espacios más seguros y fiables para trabajadores, clientes y usuarios.
Si estás a punto de abrir un local, reformar tu instalación o legalizar un sistema eléctrico, contacta con una EICI profesional como SIMECAL, y asegúrate de cumplir con todos los requisitos del REBT 2025 de forma rápida, segura y con respaldo técnico.