En un entorno empresarial cada vez más exigente, cumplir con la normativa de seguridad industrial no es opcional. La revisión OCA es una de las obligaciones clave para asegurar que las instalaciones técnicas de una empresa operan conforme a las leyes vigentes, evitando sanciones, paradas operativas y, sobre todo, accidentes que pueden poner en riesgo a trabajadores y usuarios.
Este artículo está diseñado para resolver todas las dudas de administradores de fincas, responsables de mantenimiento, gerentes de empresas industriales y propietarios de instalaciones que deben someterse a inspecciones reglamentarias.
La revisión OCA hace referencia a la inspección técnica que realiza un Organismo de Control Autorizado sobre ciertas instalaciones industriales, eléctricas o térmicas, para comprobar que cumplen con la normativa vigente de seguridad.
Este control está regulado por:
La Ley 21/1992 de Industria
El Real Decreto 2200/1995
Reglamentos específicos según el tipo de instalación (REBT, RITE, REP, etc.)
La legislación exige que estas inspecciones las lleve a cabo una entidad externa, imparcial y acreditada por ENAC, como SIMECAL, que actúe como tercero de confianza entre el propietario de la instalación y la administración pública.
La lista de instalaciones obligadas a pasar revisiones OCA es amplia, y cubre tanto entornos industriales como residenciales y comerciales. Entre las más comunes encontramos:
Instalaciones eléctricas de baja tensión, como las que encontramos en centros comerciales, hospitales, garajes, edificios de oficinas o comunidades de vecinos.
Equipos a presión, incluyendo calderas, autoclaves, depósitos de aire comprimido, etc.
Sistemas de protección contra incendios, como rociadores, bocas de incendio, detectores de humo y alarmas.
Instalaciones térmicas en edificios (RITE), como sistemas de climatización, calefacción o ventilación.
Instalaciones petrolíferas, en estaciones de servicio o almacenamiento de combustibles.
Aparatos de elevación, como ascensores, montacargas o plataformas elevadoras.
La periodicidad depende del tipo de instalación. Por ejemplo:
Instalaciones eléctricas en locales de pública concurrencia: cada 5 años.
Instalaciones térmicas en edificios: cada 4 años.
Ascensores en viviendas: cada 4 o 6 años, dependiendo del número de plantas.
Equipos a presión: puede variar entre 3 y 6 años según el volumen y la presión de trabajo.
Protección contra incendios: revisión anual o semestral, en función del sistema instalado.
Es importante no solo conocer estas periodicidades, sino llevar un control documental para no dejar pasar las fechas límite.
No cumplir con las inspecciones reglamentarias puede acarrear consecuencias importantes:
Sanciones económicas: Las multas por incumplimiento pueden llegar hasta los 60.000 € según la Ley de Industria.
Inhabilitación del uso de la instalación: La administración puede ordenar la paralización de la actividad.
Responsabilidad civil y penal: En caso de accidente, el titular de la instalación puede ser considerado responsable.
Pérdida de cobertura del seguro: Muchas pólizas de responsabilidad civil excluyen siniestros derivados de instalaciones no revisadas.
Según el Ministerio de Industria, más del 30% de las empresas sancionadas por fallos en seguridad industrial no habían realizado la revisión OCA correspondiente.
No todas las empresas pueden realizar estas inspecciones. Es imprescindible que el organismo esté acreditado por ENAC para operar como OCA en el ámbito correspondiente.
SIMECAL, por ejemplo, está acreditado con el número 56/EI090 y ofrece:
Cobertura nacional desde sus 18 centros operativos
Técnicos e ingenieros especializados por tipo de instalación
Atención personalizada para cada cliente
Informes técnicos homologados para presentar ante la administración
Elegir un buen OCA no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino también un proceso ágil, con menos interrupciones en la actividad y mayor fiabilidad técnica.
Aunque varía según el tipo de instalación, una inspección OCA incluye:
Revisión documental: Certificados, planos, manuales, legalizaciones, contratos de mantenimiento.
Inspección visual: Comprobación in situ del estado de la instalación.
Pruebas técnicas: Mediciones, controles de presión, test de funcionamiento, resistencia de aislamientos, etc.
Evaluación de conformidad: Según el reglamento aplicable.
Emisión de informe: Si se cumple, se entrega el acta de conformidad. Si no, se notifican defectos a subsanar.
El precio de una revisión OCA depende de múltiples factores:
Tipo de instalación
Superficie y complejidad técnica
Localización geográfica
Accesibilidad y tiempo de inspección
Como orientación general, una inspección eléctrica de baja tensión en un edificio de oficinas puede oscilar entre los 300 y 800 euros. No obstante, la mejor forma de conocer el coste es solicitar un presupuesto personalizado.
Cumplimiento legal sin estrés
Protección ante sanciones
Reducción del riesgo de accidentes
Mejor imagen empresarial
Confianza para clientes y trabajadores
Acceso a subvenciones públicas o licitaciones
Además, muchas aseguradoras valoran positivamente que una empresa tenga sus inspecciones OCA al día, lo que puede traducirse en primas más competitivas.
¿Es obligatorio contratar un mantenedor además del OCA?
Sí. El OCA solo verifica el cumplimiento normativo, pero no sustituye el mantenimiento regular que debe realizar una empresa mantenedora habilitada.
¿Qué ocurre si se detectan defectos en la inspección?
El informe indicará los defectos y un plazo para corregirlos. Luego se realiza una reinspección para comprobar que se ha subsanado todo.
¿Debo realizar la revisión OCA aunque no haya fallos en la instalación?
Sí. La inspección es obligatoria por normativa, no por el estado de funcionamiento de la instalación.
¿Puedo cambiar de OCA si no estoy conforme con el anterior?
Sí, puedes solicitar la revisión a otro OCA acreditado. No estás obligado a renovar con el mismo organismo.
¿Qué tipo de documentación debo conservar?
Debes guardar los informes, actas de conformidad, registros de mantenimiento y certificados emitidos por el OCA.
La revisión OCA no debe verse como una carga administrativa, sino como una herramienta clave para gestionar el riesgo, proteger a las personas, asegurar la continuidad operativa y cumplir con la ley. Actuar con previsión, elegir un OCA acreditado y mantener tus instalaciones al día es la mejor garantía de seguridad y tranquilidad.
Recuerda: lo barato puede salir caro si no se cumple con lo que exige la ley. No pongas en juego la seguridad de tu empresa ni de tus empleados.
Para obtener más información, presupuesto o asesoría técnica, contacta a un OCA como SIMECAL, con más de dos décadas de experiencia y reconocimiento nacional.