LA DONCELLA DE PUMAPUNGO

Dice la tradición oral que, en Pumapungo (Cuenca), vivió hace mucho tiempo una joven doncella llamada Nina, perteneciente a las vírgenes del Sol. Estas eran un grupo de mujeres que habían sido educadas en diferentes artes y que entretenían a los emperadores.

Nina se enamoró de un sacerdote del templo y comenzó a encontrarse con él de forma clandestina en los jardines. Pronto, el Emperador se enteró y decidió mandar a matar al sacerdote, sin que la joven muchacha supiera nada.

Cuenta la leyenda que pasaron los días y, al ver que su amado no llegaba, Nina murió de pena. Dicen que hoy se escucha su llanto entre las ruinas del lugar.