Un camino de limpieza y renovación con plantas creadas por Dios
¡Queridos lectores! ✨
Hoy quiero compartir con ustedes un protocolo suave, accesible y profundamente significativo, inspirado en la sabiduría de Santa Hildegarda de Bingen y la fitoterapia cristiana. Está pensado para quienes desean iniciar un proceso de purificación intestinal de forma natural, sin necesidad de guía profesional, respetando los ritmos del cuerpo, la oración y la creación.
Desde una visión cristiana de la salud, sabemos que el cuerpo es templo del Espíritu Santo 🕊️ y merece cuidado, atención amorosa y discernimiento. Santa Hildegarda, doctora de la Iglesia y visionaria del siglo XII, enseñaba que muchas enfermedades surgen cuando se rompe el equilibrio entre el cuerpo, el alma y la naturaleza.
“El cuerpo es la vestidura del alma.
Si el alma quiere elevarse, el cuerpo debe acompañarla con limpieza y virtud.”
— Santa Hildegarda de Bingen
Uno de los desequilibrios que ella advertía era la putredinis intestinal, una corrupción interna producida por toxinas, alimentación inadecuada o un debilitamiento de la vitalidad, que puede facilitar la aparición de enfermedades.
Hoy sabemos que microorganismos oportunistas —como parásitos, hongos o bacterias— pueden alojarse en nuestro cuerpo sin generar síntomas claros, pero influyendo en nuestra energía, digestión, ánimo, sueño o piel. Lejos de alarmarnos, esto nos invita a un acto de responsabilidad y regeneración: limpiar, fortalecer y armonizar desde adentro hacia afuera. 🧘♀️🌱
Acompañar al cuerpo en su tarea natural de expulsar toxinas, parásitos y hongos, restaurando el equilibrio digestivo, emocional y espiritual. Es un camino educativo y progresivo que se puede repetir en cada cambio de estación 🍃🌼🍁❄️.
🔄 Duración sugerida: 21 días
Inicio suave y seguro:
Evitar: azúcares, lácteos, harinas refinadas, frutas muy dulces, alcohol, embutidos, ultraprocesados 🚫
Incluir:
Caldo de huesos 🦴 (si se consume proteína animal)
Sopa de verduras amargas 🍲 (acelga, apio, ortiga)
Infusiones depurativas 🌿
1 cda de vinagre de manzana crudo en agua antes del almuerzo 🍎
Fase central, con acción antiparasitaria y drenante:
🫖 Infusión antiparasitaria (2 veces al día)
Mezclar partes iguales de:
Ajenjo
Menta
Alcaravea o hinojo
Toque de jengibre
Hervir 1 cda en 500 ml de agua por 5 minutos. Reposar y colar.
🌞 En ayunas:
1 vaso de agua tibia con jugo de medio limón + 1 cdta de aceite de oliva virgen extra
Opcional: 1 cda de tierra de diatomeas alimentaria (si la persona la tolera)
🥗 Durante el día:
Ajo crudo picado 🧄
Semillas de calabaza 🎃 y cúrcuma
Fermentados naturales (chucrut, kéfir, encurtidos)
Verduras cocidas y crudas de estación 🥦🥬
🍎 Colaciones opcionales:
Infusión de romero o salvia
Compota de manzana con canela
Reparar la flora, fortalecer la digestión y devolver energía al sistema:
🫖 Infusión restauradora (2 veces al día):
Manzanilla
Hinojo
Milenrama
1 cdta de semillas de chía remojadas en agua caliente
🥣 Alimentos recomendados:
Caldos vegetales con algas y cúrcuma
Pocas frutas (manzana, papaya o arándanos) 🍎
Avena cocida o espelta con aceite de coco
Señor de la Vida, purifica mi cuerpo como el agua limpia el río.
Que cada alimento me acerque a Tu voluntad,
y que todo lo que no sirve, sea expulsado con misericordia.
Santa Hildegarda, intercede por mi sanación integral. Amén. 🙏
Evitar durante embarazo, lactancia exclusiva o enfermedades graves sin supervisión médica.
Mantener el intestino activo con caminatas suaves 🚶, infusiones de diente de león, olivo o regaliz.
Jugos verdes con áloe 🍃
Beber abundante agua con electrolitos 💧
Escuchar siempre al cuerpo y adaptar según necesidad.
Este protocolo está inspirado en la sabiduría hildegardiana y la fitoterapia cristiana integrativa. Utiliza plantas con propiedades purificantes y drenantes —como el ajenjo, la alcaravea, el hinojo y la menta—, junto a alimentos nobles que nutren sin sobrecargar. El proceso acompaña suavemente al cuerpo en su tarea natural de depuración, al tiempo que fortalece la inmunidad y prepara el terreno para una mayor vitalidad.
Al concluir este camino de limpieza, muchas personas experimentan mayor claridad mental, energía renovada y paz interior. Porque cuando el cuerpo recupera su armonía, también el alma puede cantar con mayor libertad.
Este protocolo es más que una rutina de limpieza: es una invitación a reconciliarnos con nuestro cuerpo, tratándolo con respeto, sin violencia ni excesos. Como enseñaba Santa Hildegarda, la armonía interior es el fundamento para la salud del alma y del cuerpo 🌟.
Que esta guía sea luz y compañía para todos los que buscan sanar de forma natural, confiando en los dones de la creación y en la presencia amorosa de Dios. 🌿✨