Elecciones en el Estado de México y Coahuila de 2023:
¿Hacia el predominio morenista y el fin del PRI?

 

Por:  Esperanza Palma - Universidad Autónoma Metropolitana - Unidad Azcapotzalco  (@EsperanzaIPalma)

Fecha: 30 de junio de 2023

A partir de 2018, el sistema de partidos mexicano atraviesa por un proceso de cambio que se explica por la crisis de los partidos tradicionales y el surgimiento y éxito electoral de un partido liderado por un líder populista que les ha arrebatado electorado. El partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) ha tenido un rápido crecimiento y ha desbancado al  Partido Revolucionario Institucional (PRI), al Partido Acción Nacional (PAN) y al Partido de la Revolución Democrática (PRD) de muchas posiciones nacionales y subnacionales entre las que se cuentan las gubernaturas y la mayoría en el Congreso y varios congresos estaduales. Lo anterior ha replanteado las alianzas partidistas y en particular, destaca que los tres partidos más antiguos, contrincantes durante la transición a la democracia, ahora son aliados frente al arrastre de MORENA. Estos procesos en marcha han abierto preguntas de investigación acerca del futuro del sistema de partidos.

 

El pasado 4 de junio tuvieron lugar dos elecciones locales contrastantes y cruciales para el futuro del sistema de partidos: en el Estado de México, para la renovación de la gubernatura, y en Coahuila para renovar la gubernatura y el congreso local. La importancia de estas elecciones radica en al menos cuatro aspectos: (1) Los dos estados eran estados bastión del PRI. Junto con Durango, eran los tres de 32 en los que el otrora partido hegemónico tenía las gubernaturas. En Coahuila y el Estado de México nunca había habido alternancia, el PRI logró  conservar su hegemonía después de la transición a la democracia. En estas elecciones conservó la gubernatura en Coahuila y ganó los 16 distritos de mayoría para el congreso local, mientras que perdió el Estado de México (Ver Tabla I). (2) Los dos estados fueron contrastantes no solamente por el resultado sino por las candidaturas: mientras que en el Estado de México MORENA y sus partidos aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), respaldaron una candidatura común, la de Delfina Gómez a quien también respaldaron en 2017, en Coahuila, estos partidos fueron divididos a la contienda y cada uno, MORENA, PT y PVEM lanzó un candidato propio, con lo cual fragmentaron el voto. La división en Coahuila, sin duda, contribuyó a la derrota morenista aunque sumando los votos de sus aliados, no alcanzan la votación del candidato del frente PRI-PAN-PRD, militante del PRI, Manolo Jiménez, “Alianza Ciudadana por la Seguridad”. (3) En estas elecciones se jugó, en buena medida, la sobreviviencia del PRI, en tanto eran los pocos bastiones que le quedaban, así como la expansión del predominio de MORENA; el arrebatarle un territorio fundamental al PRI como el Estado de México afianza su posición como partido predominante. 4) Se decidía el papel que el PRI jugará en la definición de la candidatura de la alianza oposicionista hacia la elección presidencial de 2024. La consecuencia de los comicios es que la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD para el 2024 se ha consolidado, al formarse el Frente Amplio por México, sucedáneo de Va por México.

 

El debate académico y político giró en torno a estos temas. Para algunos y algunas especialistas, estas elecciones representan el cierre de un ciclo de potenciales relevos iniciado en 2018 dado que son los últimos territorios en disputa controlados por el PRI. También se ha planteado que el llamado sistema de partidos de la transición ha colapsado para dar paso a uno nuevo. Desde otra perspectiva, algunos estudios han planteado que a partir de 2018, el sistema de partidos entró en una dinámica multipolar que involucra varios partidos y diversas coaliciones. Si bien este debate sigue en pie, y aún no se consolida un nuevo sistema de partidos, las elecciones de 2023 muestran el avance de MORENA como un partido que está desplazando a las demás fuerzas políticas.

Tabla 1. Resultados electorales en Coahuila y Estado de México (2017-2023) 

Fuentes: Elaboración propia con datos del Instituto Electoral de Coahuila (https://www.iec.org.mx/v1/index.php/procesos/proceso-electoral-local-2023) e Instituto Electoral del Estado de México (https://www.ieem.org.mx)

Con estos resultados MORENA ya tiene 22 de 32 gubernaturas, incluyendo el Estado de México, estado que tiene el padrón electoral más grande del país, 12,676,626 millones de personas, y que por ello representa una masa de votos muy importante de cara a las elecciones presidenciales de 2024. El PAN se mantiene con gubernaturas de cinco estados, el PRI retiene dos, Movimiento Ciudadano (MC) también dos, el Partido Verde Ecologista una y el Partido Encuentro Social (PES) en coalición con MORENA y el PT una. Esta última le daría al partido gobernante un estado más.  

 

MORENA ha reconfigurado el campo político-electoral de los años de la transición en México y se perfila la consolidación de un sistema de partido predominante, aunque un análisis más fino a nivel distrital seguramente arrojaría patrones de competencia diversos.

 

Para el PRI, la pérdida del Estado de México representa una crisis de su control territorial y también simbólica en tanto ahí se gestó un grupo poderoso del partido (El grupo Atlacomulco) formador de líderes como el ex presidente Peña Nieto. Después de estas elecciones, el PRI ha profundizado su crisis. Empezamos a ver la salida del partido de  liderazgos locales, como ocurrió en el estado de Hidalgo recientemente en donde renunciaron los y las diputadas locales al PRI, debido a conflictos con el líder nacional. Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI se ha confrontado con ex líderes nacionales del partido, quienes han pedido su renuncia, y algunos liderazgos locales.

 

Estamos en un escenario en que podemos estar presenciando el fin de uno de los grandes partidos de masas latinoamericanos del siglo XX. Factores de coyuntura, como los escándalos de corrupción, y otros de largo plazo como el desgaste de una agenda, la falta de solución de problemas como la desigualdad social, así como el reemplazo generacional del electorado a lo que deben añadirse divisiones internas, han desgastado al PRI como uno de los partidos referentes de la política mexicana.

Esperanza Palma es profesora-investigadora del Departamento de Sociología de la UAM-A e integrante de la Red de Politólogas.