La enseñanza de las Ciencias Naturales, requiere que las comunidades docentes puedan fortalecer habilidades específicas para mejorar el desempeño de los estudiantes en el ámbito científico. Asimismo,  valora que los estudiantes motivados, participativos y críticos son el resultado natural de un enfoque pedagógico que promueve la indagación, el aprendizaje basado en proyectos y la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos, aludiendo a aspectos de implicación de estas estrategias en su alumnado relativas a estimular su esfuerzo, su capacidad para aprender por sí mismo y con otros, aplicar el currículo a cuestiones que le son de interés, mejorar relaciones de convivencia  con sus compañeros, el entorno cercano y el profesorado o su propio aprendizaje.  También, y en relación a capacidades docentes, considera su utilidad metodológica para la manera de trabajar las ciencias, crear situaciones de enseñanza útiles para el alumnado a reflexionar sobre la propia práctica.