La tarea se complica cuando van subiendo de nivel, especialmente en secundaria. Los textos son más complejos y se requiere una base previa. Ya no basta con reproducir mecánicamente un contenido, se espera cierto trabajo personal de elaboración de la información, extracción de ideas significativas o centrales, resumir e incluso dar una opinión como ocurre en los comentarios de textos. En la propia dinámica del aula, es bastante frecuente, que el profesor explique y los alumnos elaboren sus apuntes sobre la marcha seleccionando lo que les parece más importante. Para las personas con TEA, esta es una tarea titánica. Requiere atención dividida para escuchar, sintetizar y escribir al mismo tiempo. Añadimos las dificultades en cada uno de esos pasos: en entender el contenido, en la síntesis y finalmente en la propia grafía. Los apuntes resultantes suelen ser caóticos y difíciles de entender. Estos apuntes serán su base para estudiar. Ante todo este panorama, su estrategia de leer y memorizar se vuelve totalmente insuficiente. Ocurre entonces, que comienzan a bajar en las notas y con ello en autoestima y en su ya complicada motivación.