Canto de ciego en forma de villancico recopilado en La Codoñera, perteneciente a un más extenso romance conocido como "el posadero o mesonero despiadado".
Se trata de una adaptación acortada de la letra original, con un arreglo musical sencillo para que pueda ser interpretado por niños y mayores con distintos instrumentos, pequeña percusión y coro de voces.
Destaca el uso del cántaro de barro soplado, como instrumento de acompañamiento tradicional de la cuenca del Río Mezquín.