EXPERIENCIA VIVIDA

No crean que el universo es solo lo que hay o vemos afuera... saliendo solo de la tierra, o lo que hay dentro de ella. El cosmos no es solo las estrellas o los viajes a otros planetas.

En la tierra hay miles de multiversos y seres de todo tipo, color y raza; así como hay mundos inimaginables fuera y dentro en el espacio... también hay dentro nuestro. Existen universos enteros solo en nuestro pecho.

Hoy 17/12/2022 en una meditación al lado del tajamar del campo donde vivimos, que Carlos dirigió... entré a una ciudad, acompañada por un ser con forma de Águila, el cual incluso me abrió la puerta a un lugar, ahí vi un aro dorado y alrededor muchos seres que parecían ser maestros de diferentes razas... Pleyadianos, Arcturianos, y hasta un ser con cara de conejo. Me parece que eran algo así como un consejo, vestían túnicas blancas y se sentían muy amables.

Viajé por las estrellas, en una nave, quien la manejaba era la misma persona que me recibió, un ser muy alto y robusto, maravilloso realmente, con un color espléndido, un Águila en dos pies, me miró y hasta me guiñó un ojo. Hermoso, bello ser. Viajamos por diferentes ciudades a través del cosmos. Se veían hermosos colores brillantes... lila, violeta, azul. Vi todo tipo de seres... mujeres de cabello negro y piel violeta. Seres blancos de ojos verdes que brillaban, entre ellos un niño que me miraba muy feliz y nos dimos un abrazo. Hasta un ser reptil del lado de la luz, con túnica blanca y un báculo.

Tal vez ese consejo que vi alrededor del aro dorado, me dió el permiso para vivir esa maravillosa experiencia.

Al volver... al hacerme consciente de donde estaba, sinceramente quería seguir viajando. Esta experiencia parecía fantasiosa, pero lo sentí muy real, sumamente mágico y maravilloso, tan así que me quedó una sensación hermosa y una energía expandida en mi pecho y estómago; como que todo eso que viví fue un viaje hacia mi interior. Como que ahí... dentro de mi cuerpo hubiera o hay un multiverso.

Y eso me confirma, para conocer el universo, primero debemos conocernos a nosotros mismos. Confiemos... confiemos y fluyamos en nosotros, en nuestro ser interno. Hay millones de maravillas viviendo dentro.

Saquemos esa luz, ese amor que tenemos dentro, que así las cosas mejorarán. ¿Cómo? ¡No sé! Solo experimentemos y dejemos salir. Somos AMOR INCONDICIONAL, somos luz, somos paz.

Siento que me enamoré del universo, AMO al universo.

Con cariño...

EL SER INTERNO QUE HABITA EN MI

Andrea

Sábado 17/12/2022 casi a media noche.

NOS AMO!!!

                               CRONICAS DE CAPILLA

Desde que comencé con todo esto del camino espiritual, siempre he tenido esas ganas de experiencias fuertes que algunas personas tienen, me apasionaban sus historias, las cosas que ellos contaban me maravillaban. Continuando mi trabajo interno y a esto me refiero con recordar las cosas que vivo en el día a día, autoanalizándome en actitudes y acciones, tratando de darme cuenta en que momentos actuaba de forma indebida, para luego tener que corregirlos (aclaremos que en este punto es muy importante ser sincero con uno mismo, reconocer y aceptar las equivocaciones, de lo contrario el autoanálisis resulta inútil) de forma que no se vuelvan a repetir. En mis viajes a diferentes puntos del país con un grupo de personas que tratábamos de mejorarnos internamente y al mismo tiempo reconectar con puntos energéticos dispersos en el territorio, siempre esperaba una experiencia fuerte, que las tuvimos… claro, pero muchas veces no nos caía la ficha en el momento si no que a los días. Vamos a aclarar que soy una persona que le cuesta creer hasta no vivir la experiencia, y siempre buscaba algo que me convenciera realmente de lo vivido, tan centrado en esto estaba, que muchas veces vivía las experiencias y no me daba cuenta, podría citar algunas, pero no me explayaré en estos puntos.

Llegó el día en que un hermano del camino me daba la noticia que él saldría hacia Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba, Argentina. Él ya había visitado dicho lugar en otras ocasiones, y realmente no sentí nada parecido a lo que ésta vez sentía cuando me dio la noticia, una sensación me invadió por dentro, unas ganas de ir a ese lugar tan famoso por las experiencias que allí relataban muchas personas. Le comenté esto a él y me dijo que lo meditara, pero en mi interior creo que ya sabía que iría a ese lugar, días más tarde me llegó la confirmación de un dinerito que recibiría por una actividad realizada, un trabajito; lo cual me dio la clara señal de que esa era la mejor confirmación que podía recibir, si estamos planeando un viaje y tenemos alguna duda por la situación económica y que en ese momento recibas un dinero, creo que no hay más que hablar, así que me apuré a confirmar mi asistencia a ese viaje. Llegó el día esperado, pronto para emprender el viaje a Capilla del Monte, ciertamente algo nervioso por todo lo que implicaba el viaje en sí mismo, por los kms a recorrer y esa ilusión que uno se genera cuando se va a un lugar desconocido, fuimos en el auto de un hermano que venía desde Santa Lucía y también había pasado a buscar a otras personas para ir juntos.

Dejando atrás la aduana y cruzando el puente Fray Bentos, me sentía feliz, también sería esa la primera vez que dejaría el país, para mí un acontecimiento importante, viajamos muchos kms viendo campos argentinos y ciudades, resulta que no eran tan diferentes de las que acostumbraba a ver aquí en Uruguay, salvo cuando cruzamos el

Paraná, había agua para donde mirara; nos detuvimos en muchos lugares a estirar las piernas y comer algo, para luego continuar viajando. Observaba el paisaje en la distancia y se comenzaba a ver ciertas formaciones serranas a lo lejos (ya dentro de la provincia de Córdoba y cerca de su capital) y me parecían enormes a lo que estaba acostumbrado a ver aquí en Uruguay. La noche nos encontró haciendo ruta aún, recordemos que salimos cerca de las 9 am de San José de Mayo, para cuando dejamos Córdoba capital era de noche, no recuerdo bien la hora porque en ese momento estaba distraído con todas las luces de la ciudad que se veía a nuestras espaldas, se veía enorme. Estaba un poco ansioso en llegar ya que los kms de auto me tenían las piernas un tanto cansadas, cuando por fin alguien dijo “allá se ve Capilla” me sentí instantáneamente renovado de energías, por supuesto que fue algo psicológico, pero me hizo sentir bien, era ya pisando la madrugada cuando llegamos al lugar de hospedaje, la idea de bajar del auto se había hecho realidad, prontos a ubicarnos para cenar algo y luego descansar de un largo viaje.

Cuando desperté al día siguiente esperaba sentir mi cuerpo dolorido por el largo viaje, para mi sorpresa no fue así, me sentía bien, sin molestia alguna, parecía que jamás había estado sentado 14 horas en auto. Un hermoso día nos esperaba, la mañana se presentaba fresca pero no fría, salí a observar el paisaje que, además de casas, se podía ver el Uritorco, un Cerro lleno de misterios e historias, al mismo tiempo pensaba si llegaría a vivir alguna experiencia de esas que muchos comentaban, ya saben, avistamiento de Ovnis, o algún contacto con algún ser de otro planeta o algo así. Antes de nada, tomé algunas fotos del lugar, del cerro en la distancia, y del paisaje en sí mismo, ya que había subido a una terraza del lugar y mostraba una hermosa vista. Llegó el momento de partir a nuestra expedición (recordar que íbamos con un grupo de hermanos, a nosotros en particular, me refiero al hermano que me confirmó el viaje y a mí, nos dejaban cerca del Cerro del Pajarillo para realizar actividades por allí) cargamos unas mochilas con algo de alimento liviano, en especial chocolate para mantenernos con el cerebro activo ya que estábamos en ayunas, agua, lápiz y cuaderno de apuntes, para dejar sentado por escrito las diferentes experiencias que pudiéramos llegar a tener, ideas y pensamientos que llegaran a nuestra mente y se pudieran interpretar como inspiración. Dejamos Capilla del Monte y nos dirigíamos a las inmediaciones del Pajarillo, en el camino pude observar el hermoso relieve de las sierras, su fauna y flora manifestándose a pleno a través de diversas aves, plantas, árboles y flores, una belleza indescriptible, también se podían observar las diferentes edificaciones como los domos, cabañitas y hospedajes del lugar (la parte turística siempre presente) todo muy lindo; pasamos frente a la entrada a Los Terrones, que al día siguiente visitaríamos, continuamos camino viendo algún arroyito y las quebradas de su cauce, nosotros con una sensación muy linda, de que íbamos a algo muy importante, estábamos felices, yo en particular estaba encantado con el paisaje, mi compañero estaba repasando las actividades a realizar.

Llegamos al lugar de destino, frente al Cerro El Pajarillo, famoso por la aparición de una enorme huella de origen desconocido y que dio mucho que hablar, aún hoy día sigue siendo un misterio, según estudiosos en el tema ovni aseguran que justamente es una marca dejada por un vehículo extraterrestre, además existen testigos presenciales de lo sucedido la noche que apareció tal huella, es una historia muy conocida en la zona e inclusive a nivel internacional, por lo tanto no me voy a extender en el tema, solo basta buscar en internet acerca de “la huella del Pajarillo” y ahí tendrán muchas historias y anécdotas de ese hecho. En lo personal y teniendo en cuenta las diversas investigaciones acerca de lo sucedido, creo firmemente que realmente es una huella dejada por una inteligencia superior, pero… eso queda a criterio de cada uno. Ya en ese lugar, fuimos a una casa dónde se dice que vivió el testigo presencial más importante de éste hecho, con la idea de investigar y recabar información, estuvimos charlando con quiénes hoy día viven allí, nos contaron diferentes experiencias vividas por ellos, también historias de otras personas que habían visitado el lugar en diferentes actividades, sin dudas comencé a tener una sensación algo extraña, creo que todas esas historias comenzaron a crear en mí una especie de sugestión mental y casi que podía sentir seres alrededor mío, presencias, que por momentos no me sentía cómodo. Dejando atrás las charlas, nos pusimos en marcha hacia la entrada a Los terrones, por un camino entre arbustos y piedras, yo iba tratando de analizar todo lo que nos habían contado aquellas personas, trataba de comprender el chorro de información recibida y al mismo tiempo las sensaciones que sentí en aquel instante, confundido entre esto y la belleza del paisaje que estaba viendo, mi mente estaba en una especie de shock momentáneo, decidí no pensar más en lo que pasó y me dispuse a disfrutar de la cálida brisa que nos acariciaba, de las flores y plantas de nuestro alrededor, de la vista de los cerros, y de los pajaritos que nos acompañaban. Mi compañero de expedición, por decirlo de alguna manera, me preguntó en determinado momento que es lo que había sentido en la charla con aquella gente, le conté todo, y para mi tranquilidad (o no) me confirmaba todo, que él también había sentido la presencia de seres alrededor, que por momentos se había sentido incómodo, ahí me quedé tranquilo de que mi mente no me estaba jugando una mala pasada, y que sin darme cuenta había activado cierta facultad de percepción, cosa que me costaba creer pero que en ese momento se confirmaba. Continuamos hablando del tema e intercambiando opiniones mientras íbamos caminando, a pesar de que el sol estaba fuerte, nos sentíamos muy bien y casi que ni tomamos agua en todo el camino. Llegamos a la entrada de Los Terrones, lugar también conocido por la aparición de luces extrañas y seres, según la afirmación de diferentes personas que han vivido experiencias allí, dentro de ellas cito a alguien muy conocido a nivel local e internacional como lo fue el señor Acoglanis, artífice de muchas actividades y experiencias en ese lugar, basta googlear y aparecerán un sinfín de información acerca de éste personaje muy conocido en el ambiente del contactismo.

Volviendo a nosotros, descansando en las piedras, mi compañero propone realizar allí una meditación, así que nos predisponemos para dicha actividad. Una vez terminada la meditación comentamos lo vivido en ese momento, y para mi sorpresa, él visualizó claramente las mismas cosas que yo, otra confirmación más de que estaba en lo acertado y no era una sugestión mental, contento por lo vivido y un pasito más a afianzarme en mis experiencias, salimos por el mismo camino que habíamos ido, ya más sueltos y alegres de haber hecho un buen trabajo de meditación. En determinado momento mi compañero me dice para sacar unas fotos, y pedir ciertas confirmaciones acerca de hospedarnos en aquel lugar donde habíamos tenido aquellas charlas, y sentimos aquellas presencias. Quiero agregar algo no menos importante aquí, desde que comencé mis experiencias espirituales y de contacto con supuestos seres de otros mundos, ( aquí vuelvo a recalcar que soy una persona que me cuesta creer así a la primera) una de las formas de confirmar la presencia y asistencia por decirlo de alguna manera, es sacando fotos y pidiendo mentalmente que aparezca un vehículo de origen extraterrestre en dichas fotos, y eso se consigue al momento de sacar la captura, de ver que no exista nada hacia donde uno saca la foto, es decir que no se cruce ningún pájaro, avión, insecto etc etc, que pueda confundirse con una “nave”, otro punto a tener en cuenta es que el objeto sea claro y concreto, de lo contrario no lo tomo como una confirmación (parece insólito pero da resultado, los animo a realizar dicha prueba para que confirmen por ustedes mismos).

Dicho esto, observamos las capturas que sacamos y aparecían claramente objetos en las fotos de ambos, lo interpretamos como que debíamos abandonar ese lugar y buscar otro alojamiento. Íbamos por el camino y de pronto escuchamos un ruido a motor, no era un ovni, era el auto del hermano que nos llevó a Capilla y que causalmente pasaba por allí, nos dejó nuevamente frente al cerro El pajarillo, regresamos a aquella casa, nos ofrecieron una ducha la cual aceptamos con gusto, y nos aprontamos para ir a Capilla, mi compañero presentaría su libro “Que es el amar”, en un local de la techada. Dimos las gracias por la atención dispensada y por la información recabada, y prontos ya con el equipaje correspondiente partimos a Capilla del Monte.

Llegamos al lugar donde mi compañero presentaría su libro, preparamos el lugar y él su material a exponer, fueron apareciendo personas que sabían de este evento, y a la hora fijada comenzó la charla y presentación.

Por mi parte me dediqué a sacar fotos y observaba las personas que llegaban, algunos con interés y otros no tanto, como pasa en todos lados.

Terminada la presentación nos sentimos conforme con el mensaje dado (mi compañero más que nada, porque yo solo saqué fotos) y nos dirigimos al lugar que nos hospedaríamos, un lugar muy ameno (como todos los lugares) ubicado en Capilla.

Allí compartimos con los hermanos que habíamos ido desde Uruguay y realmente lo pasamos muy bien.

Segundo día despertando en Capilla, nuevamente una mañana fresca, otra vez tomé fotos del lugar y desayunamos algo livianito nomas, preparamos mochila con chocolates, agua y comenzamos viaje a Los Terrones, hasta allí nos arrima el hermano que nos había llevado desde Uruguay en su vehículo.

Nuevamente las ganas de conocer y experimentar algo fuerte, entramos en Los Terrones caminando, no sé bien la distancia desde la portería hasta el parador, pero es lejitos, contemplaba el paisaje, una belleza total, tomábamos agua ya que el sol estaba fuertecito, descansábamos un poco y seguíamos.

En determinado momento mientras nos acercábamos a la parte donde el camino se hace ascendente, nos alcanza un vehículo con personas que gentilmente se ofrecen a llevarnos! Sin dudar aceptamos y el resto del viaje lo hacemos en vehículo.

Cuando llegamos dimos las gracias, y nos aprestamos a esperar la recorrida acompañados del guía del lugar, en tanto mi compañero tomaba notas y analizábamos ésta supuesta asistencia, nos parecía demasiada coincidencia y lo tomamos como un apoyo al trabajo que íbamos a realizar.

Ya en camino por el sendero acompañados del guía y otras personas, tomaba fotos con mi teléfono celular mientras escuchaba la información que nos brindaba quien nos guiaba, la historia del lugar, animales que allí vivían, flora etc etc, pensábamos un lugar para meditar pero no sabíamos cual, en eso el guía nos avisa que él regresaría con las personas ya que no querían seguir avanzando, y que lo esperáramos a que él regresara, le manifestamos nuestra intención de meditar y él se fue hacia el parador con el resto de las personas, si analizamos bien nos dejaron solos para realizar ese trabajo de meditación, no por nada pero aquí comencé a darme cuenta que eran demasiadas coincidencias, meditamos… tuvimos experiencias parecidas a las anteriores, prácticamente viendo lo mismo ambos, cuando terminamos de meditar regresaba el guía, y continuamos el tour por el lugar ya satisfechos por lo realizado, una belleza sin igual cada rincón que visitamos, tomando fotos para tener de recuerdo.

He aquí algo curioso, por que si bien recuerdo como fue la llegada a los terrones, aquí no recuerdo cómo fue que regresamos hasta la portería de entrada, se que nos encontramos con el hermano que nos llevó desde Uruguay, allí en la salida.

Lo importante es que regresamos felices de haber realizado otra actividad de meditación, y concordábamos en lo que vivimos individualmente.

Ya en Capilla, llegamos al lugar de hospedaje, nos dimos una ducha, y después salimos a buscar algunas cosas para la cena que la hacíamos entre todos, como siempre cuando nos encontramos con los demás hermanos de viaje, compartíamos ciertas vivencias.

Tercer día en capilla, nuevamente un día hermoso, nos dispusimos a un desayunito muy liviano, organizamos las actividades para ese día, según lo previsto visitaríamos Ongamira, otro mítico lugar de la zona, por su historia relacionada con la historia de los nativos “Comechingones” y la invasión conquistadora.

Emprendimos el viaje observando todo el paisaje tan bello que nos regalaba las sierras, nos trasladábamos en vehículo del hermano ya mencionado antes, (¿recuerdan? El que nos llevó desde Uruguay) son unos cuantos kms desde Capilla, pasamos nuevamente por los terrones y continuamos camino, también pasamos por frente al cerro El Pajarillo, seguimos, desde ahí el paisaje ya era nuevo para mí, después de un rato de carretera, llegamos a Ongamira, un lugar de grandes formaciones rocosas y arcillosas.

Como siempre nos tomamos fotos en el lugar, entre risas y chistes, y allí nos despedíamos momentáneamente del resto de los hermanos, ya que ellos continuaban viaje a otro lugar.

Mi compañero y yo fuimos recibidos por la gente que está a cargo del lugar, de la parte turística para ser mas preciso, nos dieron las indicaciones para hacer el recorrido emprendimos el tour por el lugar.

Llegamos a un lugar que parecía un gran muro, me llamó la atención las aves que tenían su nido en esa gran pared, en eso mi compañero sugiere realizar allí una meditación, nos dispusimos a realizar la meditación, finalizada la misma compartimos experiencias vividas en esa actividad, y nuevamente coincidimos en muchos aspectos, aquí ya estaba convencido de que todo lo que se me venía al consiente tenía cierta conexión con los trabajos a realizar, pero, como siempre esa implementación de la duda en mi mente que me dejaba a medias.

Seguimos recorriendo el lugar sintiendo y percibiendo las diferentes energías, en algunos momentos realizamos la práctica de la dermoóptica, es una práctica que se realiza apoyando las palmas de las manos sobre una superficie u objeto, para percibir cierta información que allí esté guardada, esta información puede ser parte de la historia de un lugar, hechos que allí sucedieron, o la historia misma del objeto en cuestión.

Realizada estas prácticas, continuamos camino, experimentando y sintiendo, disfrutando del lugar hasta que llegamos a la salida, allí cruzaba la carretera por la cual habíamos venido y que continuaba con dirección a Puerta del Cielo.

Con mi compañero comenzamos a caminar por dicha carretera con objetivo, valga la redundancia, a Puertas Del Cielo, como siempre comentando lo vivido, y también acerca del contacto, de las señales que vimos en el transcurso del camino.

En lo personal me sentía satisfecho con todo lo realizado, si bien tenía esa duda en mi mente de “¿se habrá hecho bien tal cosa?” , en mi interior había algo que me decía que sí, que todo iba de acuerdo a lo planeado; llegamos a un cruce de caminos y no sabíamos a dónde ir, aquí mi compañero decide que ambos pidamos a los hermanos del cosmos, confirmaciones a través de fotografía, hacemos la pregunta mental de que camino tomar y nos disponemos a tomar dichas fotos, en eso estábamos cuando de la nada aparece un señor a caballo, y le indicó a mi compañero el camino a seguir, dado que yo estaba un poco mas lejos, el jinete siguió su camino y se perdió en otro camino

con arbustos, nosotros comentando lo sucedido, estábamos seguro que fue un enviado de los hermanos mayores para indicarnos el camino a seguir.

Comentando esto y otros temas, continuamos viaje, descansando por momentos y continuando, no sé bien los kms que hicimos, pero no fueron pocos.

Llegamos a un lugar dónde sentimos que debíamos realizar allí el último trabajo de esta expedición, como siempre pidiendo permiso al lugar, nos dispusimos a meditar allí.

Terminado el trabajo, compartimos las vivencias, otra vez coincidimos en lo vivido, ya no quedaba duda, lo que estaba viviendo era una experiencia sincrónica y real en otros planos de la conciencia del ser o energética, cosa que me alegraba enormemente, pues sería para mi como el broche de oro a todas las salidas anteriores realizadas en territorio Uruguayo.

En esos momentos ni me acordé que podía haber serpientes en ese lugar y nos tiramos en el pasto con mi compañero, por unos instantes, luego comimos alguna cosita ya que el estómago lo pedía.

Ya prontos y conforme con todo lo realizado, nos disponemos al regreso, otra vez al camino y a los kms recorridos anteriormente, nuestro anhelo de llegar temprano a Capilla para comprar algún recuerdito, nos hacía caminar firme, pero… con la esperanza de que alguien nos levantara en el camino, en eso , a la distancia vimos acercarse un vehículo, le hicimos seña pero no se detuvo, continuamos viaje, a decir verdad, a esta altura del camino ya estaba sintiendo algo de cansancio, y nos pusimos a bromear entre nosotros diciendo “ahora baja una nave y nos lleva a Capilla y todo bien”, en eso estábamos cuando mi compañero se percata que venía un vehículo, al parecer un auto, le hacemos seña y se detiene, baja el vidrio y una señora nos pregunta a dónde vamos, mi compañero entabla un dialogo con ella y le explica nuestro destino, la carretera asfaltada que va a Capilla , nos preguntó quienes éramos y que hacíamos, a lo cual mi colega le responde todo tal cual ella lo preguntaba, ella accedió a llevarnos.

Ya en el auto y con una enorme felicidad por que alguien nos llevaba, comencé a observar el interior del vehículo, muy moderno, demasiado, un tablero con muchos botones digitales me llamaba la atención, mientras, mi compañero dialogaba con ella temas que ni me acuerdo ya que estaba yo encantado con aquel vehículo, “una nave” como habíamos bromeado momentos antes.

Después de haber recorrido unos cuantos kms, observo a la conductora y veo que tenía unos brazos digamos…. fuera de lo normal, un poco mas largos que el común de la gente, sigo observando, veo que viste todo de blanco incluso unas botas largas blancas, con una especie de dibujos y diseño algo extraños, estaba observando esto, cuando ella hace una pregunta, si conocíamos a alguien llamado (y aquí nos da un nombre) el cual mi colega le reconoce como un guía extraterrestre de la misión Rahma, ella continuó diciendo que este ser estaba en el auto en ese momento,

¿¿¿queeé???? Esa fue mi respuesta mental, y le pregunté “¿aquí y ahora?”, a lo cual ella responde “sí, aquí y ahora”; no se que sentí en ese momento, si bien no veía a nadie físico en el auto, tanta coincidencia de nombres no podía existir, así que traté de poner mi mente en blanco y observar el paisaje.

Si hago una recopilación de datos entre la mujer que me era algo extraña, muy seria, toda la información que ella proporcionó acerca del lugar dónde supuestamente se encontraría la ciudad intra -terrena de Erks , y además diciendo que había un ser proyectado en el auto el cual él le hablaba, mis cálculos fueron que esa mujer no era muy terrestre que digamos; en un momento observé una niebla , como una especie de humo alrededor del Cerro Uritorco y lo comenté en ese mismo instante, acto seguido ella me responde diciendo que no es humo, que es una especie de camuflaje que se utiliza cuando una nave de gran tamaño está por entrar a la ciudad intra- terrena.

Esta respuesta dio fin a mi mecanismo de pensamiento abierto y terminé por dejar en blanco total mi mente, mientras, mi colega seguía charlando con ella.

Entre tanto, cuando llegamos a la asfaltada que conduce a capilla, (momentos antes de todo lo sucedido anteriormente relatado, la experiencia del ser proyectado y demás) dónde supuestamente nos dejaba la señora, notamos que continuó viaje rumbo a Capilla, lo cual le preguntamos si ella iba a dicha ciudad, ya que en un primer momento nos dejaba en la intersección de la asfaltada y la carretera que lleva a Ongamira.

Su respuesta fue que ella iba a Capilla, pero quería saber más de nosotros, por eso no dijo hacia donde se dirigía desde un principio, pero que al ver quienes éramos, decidió llevarnos hasta la ciudad, acto seguido, todo lo antes narrado.

Nos dejó en la plaza de Capilla, le dimos las gracias por tan generosa acción de traernos y nos dijo que ella no traía a nadie, solo nos trajo a nosotros, y allí nuevamente como dos monjecitos les dimos la gracias, ella siguió su camino y nosotros el nuestro.

Prácticamente caminamos una cuadra con mi colega sin hablar, tratando de asimilar todo lo vivido, cosas extrañas y al mismo tiempo casi increíbles de la gran sincronicidad.

Casi habíamos cruzado la plaza cuando al fin emitimos palabras, mi colega me preguntó qué me había parecido lo que sucedió en el auto desde que nos subimos hasta ese momento, y que opinión daba acerca de esa mujer, sencillamente le dije que fue todo tan extraño, debía tomarme el tiempo para meditar y confirmar algunas cosas, volvimos a recordar la broma de la nave que nos traía, claro que vinimos en una nave de coche y… si ella no era una extraterrestre infiltrada, no le faltaba mucho.

¿Por qué no podía ser algo así? No existen muchas diferencias físicas entre ellos y nosotros, pensar en algo así no me parecía un disparate, y más aún teniendo en cuenta otros detalles, que por cuestiones de privacidad no menciono aquí, pero que dan la pauta de que este tipo de contacto es muy viable.

Llegamos al lugar de hospedaje, más temprano de lo que hubiéramos imaginado, nos dimos una refrescante ducha, mi compañero se apresuró a escribir todo lo sucedido para no perder detalles de nada, mientras tanto yo estaba pensando aún en esa mujer extraña.

En un momento llamamos al hermano que nos había llevado en auto y aquí gran sorpresa, el auto había tenido un desperfecto mecánico y… ¡¡no podría ir a buscarnos!! oh coincidencia??? Justo que se rompe el auto, alguien pasa y nos trae, si algo faltaba a esta tarde calurosa de Capilla, era esta misteriosa coincidencia, no, no fue coincidencia, en ese momento sentí que todo aquello que sucedió fue todo sincronizado, llámele destino o misterios mayores, guías, ángeles etc etc, sea como sea, todo se dio a nuestro favor, incluso nos sobró tiempo de ir a comprar unos recuerditos.

En la tardecita noche, ya cuando todos los hermanos estábamos reunidos, compartimos esta experiencia, y realmente fue llamativo como se dio todo, sin dudas la experiencia más extraña vivida en esos días, cenamos todos juntos muy alegres y felices por todo lo vivido, aprontándonos para partir de regreso a nuestro paisito.

Amaneció un día nublado y fresco, cargamos todo el equipaje en el vehículo, nos despedimos del dueño del hospedaje, le dimos las gracias y partimos, el viaje fue muy calmo y sereno, con una sensación extraña de no querer volver, pero nuestro trabajo allí había terminado.

Sin dudas allí recién comenzaría un ciclo diferente para mí, primero el haber salido del país, eso fue un paso importante, segundo, el poder sentir otros paisajes que no son los mismos que aquí, y tercero, las experiencias allí vividas desde la sincronicidad que siempre se manifestaba en todo momento, a partir de ese viaje a capilla, mi percepción de las cosas fueron diferentes en todos los ámbitos, desde lo social hasta lo interior, recuerdo que mientras caminábamos con mi colega por La Techada, nos encontramos con otro hermano de Uruguay que me dijo “Capilla es un tiempo antes y mucho tiempo después”, que quiso decir? Que a medida que avanza el tiempo, las cosas van surgiendo desde nuestro sub- consiente, experiencias y vivencias que sucedieron en otros planos energéticos, viajes astrales, desdoblamientos y más, y tan así es que al día de hoy siguen surgiendo imágenes e información de aquel viaje.

En el transcurrir del camino de regreso, seguíamos viendo señales, como por ejemplo números y palabras en carteles como “buen viaje” y cosas así, nos detuvimos unas cuantas veces para estirar las piernas, comíamos algo y continuábamos, nuevamente viendo el paisaje que cuando íbamos era de noche, ahora de regreso lo veía de día, otra vez la gran inmensidad de agua del Paraná, y así fue pasando todo el camino.

Cuando llegamos a la frontera, puesto de aduana del lado Uruguayo, ya era de noche, faltaban muchos kms aún pero nos sentíamos en casa ya, claro … comparado con los kms que estábamos de capilla y los kms que nos faltaban para llegar a nuestra casa, estábamos mas cerca.

Así fueron pasando las horas, hasta que por fin allá en la distancia se veían las luces de la ciudad, me sentía feliz por estar mas cerca de mi casa, y por haber podido participar de esta gran experiencia, de haber compartido todo esto con personas maravillosas y que vibraban en la misma sintonía, se aprende mucho acerca de compañerismo, de paciencia y tolerancia, aquí en estas experiencias se aplican los valores humanos que desde niños nos han inculcado y otros que hemos ido descubriendo en el transcurso del tiempo, además hice nuevos amigos cosa que es de vital importancia, mas allá del rol de cada uno de los que fuimos a ese viaje, lo que se rescata es la calidez humana con la cual hemos sido tratado y con la cual nosotros hemos tratado a los demás.

Llegamos al lugar de destino, allí se terminaba nuestro viaje, el de mi compañero y yo pero los demás hermanos debían seguir unos cuantos kms más, agradecimos profundamente y ellos continuaron su recorrido, con mi compañero nos dimos las gracias también por tan linda experiencia, y quedamos de reunirnos para hacer un resumen de todo lo vivido, abrazo de por medio nos despedimos y emprendí el camino a casa, recordando instantes de aquella fantástica experiencia, y al mismo tiempo deseoso de llegar a mi hogar y descansar.

Cuando llegué a mi casa me sentí satisfecho por todo lo vivido y lo realizado a nivel interno, agradecí al Universo por todo, y después de arreglar unas cosas, me acosté muy feliz a descansar.

Esto es una breve reseña de lo que fue para mí, el comienzo de algo que ni yo sabía que podía llegar a suceder, a partir de ese viaje tuve muchas experiencias en sueños y en la vida cotidiana, si, lo que uno sueña son experiencias también en otro plano, muchos mensajes, muchas enseñanzas, y muchas incógnitas aún por develar, pero que forman parte de esa vida que uno escogió, de ser una persona casi escéptica totalmente, a ser una persona no digo creyente, pero si consiente de que hay muchas cosas que uno no tiene conocimiento, y que realmente son, por que las experiencias de otras personas así lo confirman, pero las experiencias que uno vive, esas son las que testifican y afirman lo que en algún momento no creímos.

Sin dudas hay muchas cosas por contar, por compartir a otros y que otros nos compartan también, pero lo más importante es que uno… sea el protagonista de su propia historia.

“LA EXPERIENCIA SIN CONCIENCIA NO ES NADA,

LA CONCIENCIA SIN EXPERIENCIA NO ES NADA,

LA FUSIÓN DE AMBAS GENERA SABIDURÍA…

PERO LO MAS IMPORTANTE DE TODO ES

EL AMOR INCONDICIONAL”

Carlos Meseguet.

(Experiencia vivida desde el 19 al 23 de setiembre de 2016)