La mensajera del Señor, Elena G. de White , nos aconseja continuamente que elevemos nuestra mira en la música. Nos dice: «La música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero cuando se le da un uso indebido, es una terrible maldición». «Bien empleada, [la música] es un don precioso de Dios, diseñado para elevar los pensamientos hacia temas elevados y nobles, para inspirar y elevar las almas».