Revista Yayal

Los retos que acompañan a la historia y los historiadores en la actualidad son múltiples. Superar la atomización de sus temas, restaurar el espacio cedido a otras ciencias en la interpretación del pasado y la proyección del futuro, constituyen brújulas a las que seguir. Seimpone a los historiadores mantenerla función social, formativa de la historia, de tantos valores que entrañan laidentidad nacional. Para ello es necesario entender también el lugar de la historia en el concierto de las ciencias sociales y humanísticas, en qué estado han llegado al siglo XXI y cómo la han afectado los cambios de todo tipo experimentados a escala global. No olvidemos que los historiadores se han enfrentado con éxito a amenazas tan devastadoras como el supuesto decreto del fin de la historia y sus paradigmas. En la actualidad, uno de los objetivos se enfoca en la necesidad de situar a la historia en el dinámico contexto de otras ciencias afines, lograr un acercamiento a ellas, poner en práctica la multi y transdisciplinariedad necesarias en el abordaje de los acontecimientos; un modo de enfrentarse ala parcelación dela historia. La ciencia histórica en Cuba no está exenta de las problemáticas que la aquejan como ciencia en el ámbito internacional. También debemos tener en cuenta las sinuosidades por las que ha transitado, en lo que va de siglo, la economía, la política y la cultura, incluso otras problemáticas como el medio ambiente y la salud. La pandemia de Covid- 19 que aquejó a la humanidad impactó, asimismo el modo de construirla historia y puso en primer plano eluso de la Internet como fuente primordial. A esa gama de complejos retos se une, en nuestro país, una realidad que urge de la historia y de sus historiadores, de los que la investigan, enseñan y divulgan, así como de los guardianes del patrimonio cultural de la nación. El olvido de la historia nos pondría a merced de los que hace más de medio siglo insisten en desaparecer el ejemplo de Cuba. Si bien es indispensable tener presente nuestra historia para calar hondo y no se nos desdibuje el alma de la nación, la historia, de conjunto con otras ciencias sociales, nunca podrá abstraerse de la complejidad del momento, de las contradicciones sociales, retrocesos e incertidumbres, estado de los consensos y la credibilidad. Ubicarse enlarealidad y actuaren consecuencia, sin conformismo, conjuicio crítico y honestidad historiográfica deberá ser una de las maneras de contribuir a entender nuestro presente y continuarlabrando el futuro del socialismo cubano.